viernes, 17 de junio de 2011

DESDE EL MOLINO

Me encanta esta fotografía que viene a descubrirnos un paisaje de nuestra localidad irrepetible y entrañable. Lo bueno de esta fotografía aparte de la gracia con que fue concebida, es que desprende sabor a pueblo antiguo anclado en la prehistoria. La fotografía es única y más si tenemos en cuenta que el molino ha sido totalmente remodelado y que el paisaje que se divisa a lo lejos, nuestro pueblo, aunque no ha cambiado de ubicación, si que ha variado en lo que se refiere a la forma en como han sido rehabilitadas algunas de las viviendas de la localidad.

¡Que bonita es la imagen del pueblo que habita en mi memória! A mi me gustan los pueblos con saber a antiguo; con olor a leña cuando caminas por las calles camino de tu casa; sin ruidos; con los vecinos suficientes como para no sentirte un extraño; con olor a tierra mojada y sobretodo me gustan los pueblos donde puedes sentir que tus rasgos personales no son únicos y que tu personalidad forma parte de aquellas imágenes y de aquellas palabras que a diario puedes ver y escuchar en cualquier lugar o rincón del pueblo cuando paseas.

Pinarejo es más que un pueblo para todos los pinarejeros/as. Por eso los que por desgracia vivimos lejos nos acercamos de vez en cuando hasta su misma alma, la plaza, el molino y la iglesia, para recuperar esa parte de nuestra infancia que nos hizo tan felices.

Me gusta el sabor a antiguo de mi pueblo, por añoranza de otros tiempos ya pasados y porque es muy fácil descubrir en esos paisajes retazos de tu vida que se quedaron para siempre en el pueblo el día de la partida. Se podrían contar mil anécdotas de nuestro pueblo. Anécdotas que se han ido pasando de padres a hijos y que lo más seguro es que caerían en el olvido si alguien no se atreviera a trasmitirlas. De esta forma tengo una anécdota graciosa, ya casi no la recordaba, es mi hermano el que me ha hecho el gran favor de trasmitírmela y dado que la conciencia debe ser colectiva yo se la voy a contar a ustedes.

Relato: Había en el pueblo allá por el año 1927 un maestro, natural de Santa María del Campo Rus, llamado D. José, de apodo Chaquetón, ya se pueden imaginar el porqué de este apodo, que se dedicaba a enseñar las cuatro letras y poco más entre la chiqillería del pueblo, más dada a tirar guijarros con la onda, y hacer uso del gomero en la Veguilla, que a recibir lecciones de aquel personaje extraño que de vez en cuando les dejaba marcados los nudillos en la testera. El hombre como podía intentaba trasmitir a sus pupilos aquello que él pensaba que era imprescindible para poder andar por la vida con un cierto decoro. Sus ganas de enseñar chocaba con la cabezonería de sus alumnos que cuando se ponían delante de él para recitar la lección más pensaban en el capón que en lo que se les preguntaba. Por eso nuestro maestro, Chaquetón, hizo una frase inmortal que nuestros padres en algunos casos nos han trasmitido: "Es un mal incurable la borriquería el que burro nace, burro se cría". De todos los púpilos de aquella promoción nacida en el año 1920, resaltó por sus dotes uno. D. Jose, cada vez que lo sacaba a la tárima y éste no contestaba a las preguntas que sagázmente se le lanzaban, solía recitarle el estribillo al mismo tiempo que lo golpeaba contra el canto del encerado. Toda una pedagógia...

Vaya este relato por este buen hombre que quemó lo mejor de su vida en una batalla inútil. El pueblo eternamente le debe estar agradecido por su coraje y pundonor demostrado en el empeño y en el buen uso que hizo de su cargo durante el tiempo que como maestro ejerció en el pueblo, siempre con las mismas ganas e ilusión aunque la misión era difícil y de alto riesgo.

Volviendo al tema de la fotografía y del molino no está de más recordar algunas de sus partes: Velas, teleras,lienzos, piedra de rebote, rueda catalina, linterna, freno, tolva, canaleja y de sus piedras molederas: volandera, solera, bancada, rayones, redor y barrón. Entre las medidas rurales que se usaban para pesar y medir los áridos estaban: la fanega de trigo: 44 Kg.;la fanega de cebada: 33 Kg.; la media fanega; la cuartilla: cuarta parte de la fanega y el celemín equivalente a 4.625 ml. El perímetro del molino es de 1/2 fanega; su diámetro de 6 metros; su altura de 11 metros; la altura del cono de tres metros; el perímetro exterior del molino es de 20 metros y las escaleras de caracol hacían un total de 27 escalones de unos 17 centímetros de altura cada uno y se solía moler una fanega de áridos en una tarde.

Para acabar se me ocurre que se podría proponer al Ayuntamiento e PInarejo, a su alcadesa, que realizara un almanaque para el año 2011 y que en él figuraran las fotografías más valoradas de este foro.

José Vte Navarro Rubio

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