martes, 14 de junio de 2011

EL DÍA DE LAS ÁNIMAS EN PINAREJO

Estimados paisanos y paisanas en estos días tan entrañables y desde Valencia, aprovecho para recordar el significado del día de Todos los Santos y el Día de las Ánimas.

Los ritos funerarios y el recuerdo por los seres más queridos fallecidos se encuentra presente en todas las culturas y civilizaciones. La noche de Todos los Santos (1 de noviembre) y el Día de las´Ánimas (2 de noviembre) son fechas claves en nuestro calendario litúrgico y popular. Se creía que el día de las ánimas, éstas solían salir de su tumba y pasearse por las casas, calles y plazas de los pueblos y ciudades desde las 12 horas de la mañana del día 1 de noviembre hasta las 12 horas del día siguiente.

En Pinarejo, nuestro pueblo, la tradición también estaba muy arraigada. La noche de las ánimas las calles del pueblo permanecían desiertas a partir del momento en que comenzaba a anochecer, ya que se pensaba que las ánimas de los difuntos se paseaban en cortejo. Algunos graciosos, jóvenes y menos jóvenes, aprovechaban el silencio de la noche para disfrazarse y asustar a los vecinos y vecinas que por descuido iban a recogerse a sus casas a altas horas de la noche. Al día siguiente de ocurrir el hecho la noticia llegaba hasta los últimos rincones del pueblo. Esto era motivo de conversaciones entretenidas al calor que desprendían los troncos de leña seca que ardían en las chimeneas.

Era costumbre en esos días comer en la Mancha migas, potaje y bacalao y para alimentar a las ánimas se solía, también, dejar sobre la mesa un plato de comida caliente con el fin de que el cortejo de ánimas saciaran su apetito.

De generación en generación los padres han venido trasmitiendo a los hijos creencias que tenían que ver con el más allá. De esta forma y para que los difuntos se pudieran pasear por las estancias de las casas se colocaban velas y candiles en número igual al de difuntos a los que se honraba. En los días anteriores se rezaba y reza el novenario de las ánimas. Dentro de este ritual los sacerdotes solían bendecir los rincones del cementerio al mismo tiempo que mandaban que las campanas tañieran de forma acompasada.

Alimentos típicos de estos días eran las migas, el potaje, el arrope, el pan de higo, los huesos de santo. Se denota en este costumbrario gastronómico una cierta preferencia por los sabores dulces que tenían como finalidad el endulzar los sinsabores que se habían producido con el fallecimiento del ser querido.

La visita de los parientes de los fallecidos a los Camposantos, en el día de todos los Santos, es algo normal dentro de este ritual cristiano relacionado con la muerte. Se aprovecha ese día para adornar y limpiar las tumbas de los seres queridos y para hablar con los amigos y conocidos que se acercan hasta él. La flor más representativa ha sido desde siempre el crisantemo de color morado, ya que este color era el de los difuntos. La costumbre/moda actualmente ha cambiado y es normal ir a los cementerios y ver todo tipo de flores sobre las lápidas. Así nos podemos encontrar con flores de plástico y naturales y entre las variedades tenemos los claveles, los gladíolos, crestas, margaritas, violetas y un sinfín de flores tropicales.

Dentro de las frases con doble lectura que se suelen usar y que tiene que ver con el tema de la muerte se encuentra "A cada santo le llega su día"

En Pinarejo es costumbre del ayuntamiento adecentar el Camposanto con el fin de que los visitantes se encuentren lo más a gusto posible durante su estancia en él.

Para los que venimos de fuera, en estos días 1 y 2 de noviembre, con el fin único de honrar a nuestros muertos es de agradecer ese tacto que se tiene por parte de la primera autoridad del pueblo para con nuestros difuntos.

Finalizaré este relato con una poesía de principios de siglo que tenía que ver con estos días tan entrañables:

Noche triste y sosegada;
silencioso arrastra el viento
en sus ala el acento
de salmodia funeral,
noche quieta y temblorosa
que recuerda a los mortales
los misterios eternales
de la vida sepulcral.
El pastor en su cabaña
reza, y vela a su ganado,
mientras duerme acurrucucado
a sus plantas el mastín;
que es la noche oscura y fría,
escondidos los senderos
y al olor de los corderos
van los lobos al festín.
No hay estrellas en el cielo,
ni rumores en los valles,
ni canciones en las calles
de enamorado chaval;
los oídos hiere el eco
de la corneja agorera
y se palpa por doquiera
algo sobrenatural.
Vagas luces, negras sombras
atraviesan el espacio,
vibra fúnebre y despacio
de campana el ronco son,
y al amor de grata lumbre,
de leyendas salpicada
o entre lágrimas mezclada
sube al cielo la oración.
La oración que eleva el hombre
por las almas que partieron,
por los seres que nos dieron
vida, ciencia y amistad;
por aquellos que algún día
a la vida Dios mandara
y la muerte arrebatara
de la tierra sin piedad.
Noche lúgubre al impío,
de fantásticas visiones,
de medrosas ilusiones
de su incrédula razón;
noche santa y venturosa
para el alma del cristiano
que las penas de su hermano
mitigó con su oración.
Noches santas de difuntos,
de enlutado y triste manto
que arrastráis al Camposanto
nuestro afecto y nuestra fe;
Dios acorte vuestras horas
y al brillar el nuevo día
a los muertos la alegría
y el descanso eterno dé.

José Vte Navarro Rubio (todo menos la poesía)

Sobre el autor de la poesía:

La poesía es de un tal José Gª de la Vid. Hacia el año 1915, solía escribir en el Diario integrista "La Constancia". Recopiladas tengo dos poesías y un villancico.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...