jueves, 16 de junio de 2011

EL FENÓMENO DEL CACIQUISMO :PINAREJO NO FUE LA EXCEPCIÓN

Nos podemos imaginar en aquella época de la Restauración como funcionaba el sistema de captación de votos y cuales eran las formulas para movilizar al electorado.

Recuerda mi padre dos anécdotas. La primera porque la había oído y la segunda porque la vivió en persona:

En el pueblo había unos determinados personajes que dominaban el espectro político de la localidad y que actuaban y servían votos a determinados políticos de ámbito local. Durante la restauración en la zona de San Clemente, a la que pertenecía Pinarejo estaban como integrantes de estas redes caciquiles: Martínez Contreras (conservador), Joaquín Fanjul (maurista); y el también conservador: Mariano Marfil. Dependiendo de una u otra opción en Pinarejo se votaba mayoritariamente a uno u otro candidato.

Dos premisas hacían falta para que el engranado funcionara a la perfección: una era una economía de predominio agrario y la otra acuerdos previos entre los grupos dominantes con el fin de asegurarse cada uno de ellos el gobierno durante unos años. Esto vino ocurriendo en España durante muchos años y hasta 1923. En el primer caso, año 1920, que vengo a contar, se ve que la orden que estaba dada por parte de los caciques del pueblo era que había que conseguir votos para Fajul, candidato conservador. Y el método era muy sencillo o le das el voto o te mueres de hambre y de esta forma el voto se inclinaba hacia el candidato que el cacique de turno del pueblo quería que saliera elegido.

El otro caso tiene que ver con D. José María Alvarez Mendizábal (natural de Las Pedroñeras) y Ministro que fue durante la II República de Comercio y Agricultura, dueño de la finca denominada: La Encomienda.

Recibió el abuelo de mi padre ( o estaba de juez o de alcalde) el encargo de preparar el lugar y de citar a las gentes del pueblo al mitin. El día señalado apareció el candidato en un flamante coche y entró al lugar elegido, una sala de la casa de mi abuelo, en la Calle de Las Cruces, para hablar a los presentes sobre su proyecto. Mi padre que estaba agazapado en un hueco de la escalera recuerda, con una memoria prodigiosa, la frase que usaba este hombre para convence a aquel auditorio tan volcado. Citaba este hombre el siguiente ejemplo:

“Para que un carro no vuelque la caballería que lo arrastra tiene que ir por el centro del camino porque sino el carro puede dar la vuelta" Conclusión había que votar al centro. ¿Qué les parece lo ilustrativo que era el ejemplo?

El mitin acababa con una jugosa cuerva que preparaba mi abuelo antes de que todos los presentes se marcharan a casa convencidos de lo que tenían que hacer.

Mañana les contaré algo sobre tres elecciones en Pinarejo en los años que van desde 1931 a 1933
José Vte. Navarro Rubio

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