jueves, 16 de junio de 2011

EL MANDIL Y LAS COLLEJAS: UNA BUENA RECETA

Que tiempos aquellos en que nuestras madres en el mes de febrero-marzo acudían a casa con collejas que luego puestas sobre el mandil y con una navaja iban limpiando y colocando en un plato para ser lavadas antes de convertirse en rico manjar. Pero aquellos tiempos han pasado y si preguntas, a los jóvenes de hoy en día, que es una colleja, casi seguro que te dirán que un pescozón antes que decirte que es una planta silvestre comestible. Las collejas tienen un color vede y vienen a echar una flor blanquecina. Era para casi estas fechas, cuando el tiempo se solía medir de otra forma, cuando las mujeres de nuestro pueblo salían hacia aquellos lugares del término donde sabían que estas crecían para recolectarlas. Las collejas suelen echar 4 o 5 hojas que se solían cortar, pues de esta forma volvían a salir en los mismos lugares.

He mencionado la palabra mandil porque era una parte del atuendo típico de nuestras madres y abuelas y servía para muchas cosas y más en aquellos días en que no había ni disponibilidad ni posiles para irse cambiando de ropa a cada momento. Los había de todos los colores y formas y no se compraban ya que su élaboración era artesanal y consistía, como si lo estuviera viendo, en hacese con un retal; cortarlo y hacerle la forma; rematar los bordes; colocarle un par de bolsillos y una cinta del tamaño suficiente para abarcar la cintura y luego poder anudarlo. Mi madre, que cosas de la vida, tenía en casa mandiles y bolsas de pan como para haber montado un museo. Un día de estos haré una poesia sobre el mandil de nuestras madres.

Muchos de vosotras y de vosotros habéis tenido la oportunidad de comer collejas de una forma u otra. Hay diferentes recetas que nos hablan de las delicias de la (Silene vulgaris (Moench) Garcke subsp. vulgaris).La colleja es una planta silvestre comestible y deliciosa, que aparece al final del invierno, en los bordes de los caminos y los linderos de las tierras de labor. Su tamaño varía y depende mucho del grado de calor que reciben para que sean más tiernas o más copiosas. Las mejores se encuentran a la sombra de otras plantas o hierbas más altas.
Es una verdura muy tierna. Se pueden añadir a potajes, arroces, revueltas con huevo, sofritas con ajos y patatas etc.
Los ingredientes:
· collejas
· huevos
· ajo
· patatas
· aceite de oliva virgen extra
· sal
Preparación:

1º Lavar muy bien
2º Eliminan los tallos y hojas defectuosas.
3º Freir unos ajos y unas patatas.
4º Una vez dorados añadir las collejas, sal y saltear.
5º Añadir un huevo batido con un poco de sal y dejar que cuaje.
6ª Antes de servir, si gusta el vinagre, añadir unas gotas de vinagre.

Observación: A las collejas se les puede dar un hervor antes de freir. El procedimiento más usual para guardar todas sus propiedades era lavarlas, escurrirlas y secarlas con una servilleta de papel y sobretodo freírlas poco.

Refrán: Las collejas de mayo para mi caballo
Copla:
Si collejas quieres comer
en febrero o marzo debe de ser
por eso pon especial atención
no sea el caso que te den un capón.

Jóse Vte. Navarro Rubio

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