jueves, 16 de junio de 2011

LA HARINA DE ALMORTA QUITABA EL HAMBRE Y A QUE PRECIO

Se debe este artículo a la causalidad de que mirando en la alacena de mi cocina he encontrado un bote con harina de almortas que Dios solo sabe el tiempo que debe llevar escondido en el fondo del armario, detrás de unas cacerolas.

Después de la guerra civil surgió una enfermedad nueva denominada 'latirismo mediterráneo' que tenía que ver con el consumo excesivo de harina de almortas. Se tiene constancia del mal en occidente por medio de Hipócrates (460-355 a.C.) quien llegó a aseverar que la ingestión de ciertas semillas de leguminosas podía causar parálisis al consumirlas en exceso.

Su forma es de garbanzo alargado y el nombre científico de esta gramínea es Lathyrus sativus y su nombre común, dependiendo del sitio, son los de Almorta; Alverjón; Arvejo cantudo; Arvejote; Bichas; Cicércula; Diente de muerto; Guija; Muela; Pedruelo; Pinsol; Pito; Tito en España, Guixa; Guixeras; Guixes y Pedrarols en Cataluña.

Todos sabemos la tradición que ha existido desde siempre en Pinarejo de comer gachas. Y el consabido recordatorio de nuestras madres ¡Ojito que si se comen en exceso son malas! Realmente así era. El primer caso documentado que se conoce en España ocurrió en la localidad de Esparraguera (Barcelona) y se solía dar esta enfermedad principalmente entre la población masculina y joven y se caracterizaba por un repetido calambre en las pantorrillas e incontinencia de la orina. La dificultad para andar, en el tramo final de la enfermedad, era tan evidente que los enfermos arrastraban los pies y desarrollaban temblores en las manos. Afectaba la ingesta de almortas a la medula espinal, a los huesos y al crecimiento de los niños. En la mayoría de los casos los enfermos habían llegado a consumir hasta un kilo diario de harina de almortas o de guijas consumidas en otro tipo de guisos: hervidas, fritas etc. Tal fue el eco y resonancia que tuvo en los medios de comunicación que el 15 de enero de 1944 y viendo el carácter de pandemia que estaba tomando se decretó la prohibición y la subsiguiente recogida de las almortas y sus harinas en España.

La hambruna fue tan grande al finalizar la guerra civil que la población se jugaba la vida consumiendo harina de almortas, pues solía había dos caminos o te morías de hambre o te arriesgabas a sufrir los efectos del terrible Latirismo Mediterráneo.

La pregunta es la siguiente ¿Cuántas personas de Pinarejo desarrollaron la enfermedad y por falta de diagnostico se desconoce su número?

Nuestro pueblo no vivia al margen de lo que ocurria en otras poblaciones de su entorno, ya que los índices de pobreza eran los mismos y las costumbres muy semejantes. En el pueblo se sembraban y cosechaban las guijas que más tarde se llevaban al molino para convertirlas en harina y aunque esta tradición ya ha desaparecido todavía hoy en día se continua usando la harina de almortas para preparar las gachas, aunque su consumo es de forma esporádica y testimonial.

José Vte Navarro Rubio

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