Que gratificante es que en esta vida alguien te enseñe a no desear algo más de lo que ya tienes. Si partimos de este principio tan general y sencillo nos damos cuenta de que todo lo demás sobra y que las pesadas cargas solo sirven para poner límites a nuestras posibilidades de profundizar en otros temas que no sean los simplemente materiales. ¡ Vaya, vaya, lo que éste ha descubierto! Me imagino, que estarán pensando y si no lo están te habrás quedado por lo menos un poco extrañado.
¿Hoy por donde nos viene el cuento?
Pues muy fácil amigos y amigas hoy el cuento tiene que ver con los Reyes Magos.
Nuestros Reyes Magos siendo los mismos, eran diferentes. Nuestros Reyes Magos de aquel Pinarejo, perdido casi entre nubes y añoranzas, eran más reales y más del producto de la imaginación. Cada uno se los imaginaba como quería y conforme los padres nos los trasmitían. Se perdía la inocencia cuando algún mayor se las daba de listo y te decía “acaso no sabes que los reyes Magos son tu padre y tu madre”
Yo, todavía quiero tener esa inocencia y por eso digo que no, que los Reyes Magos eran de carne y hueso y lo digo aquí y delante de un juez si hiciera falta. Además los Reyes Magos tenían un apeadero en la esquina “El Molinillo”. Era un apeadero mágico que sólo podían visualizar los padres y las madres de los niños y de las niñas de Pinarejo. Lo que no sé, es si en Pinarejo hay más apeaderos. Supongo que si los habrá. Ahora al ser el pueblo pequeño quizás el desplazamiento de los Reyes Magos se haga desde la misma esquina del Molinillo a las diferentes casas del pueblo a pie, a caballo o en camello. Los Reyes Magos dependiendo del año y de las heladas o bien venían por el camino de Villar de la Encina o por la carretera que viene desde el Castillo. Se comentaba que venían uno detrás de otro y cuando llegaban al pueblo se apeaban de los animales; se aseaban un poco y cada uno de ellos cargaba con los regalos que le tocaba repartir entre los niños y niñas del pueblo.
Los Reyes Magos en aquellos años nuestros, a los que siempre me refiero, se esperaban con una gran ilusión ya que era de las pocas veces en todo el año en que había posibilidad de que en las casas entrara algo que fuera un poco más extraordinario de lo que se puede entender como normal. Por eso los Reyes Magos aparte de algunas peladillas, galletas y dulces y algo de ropa: calcetines, alpargatas, pantalón, falda, jersey; y de algún juguete, solían traer pocas cosas más. Luego durante el año solía caer alguna cosilla con ocasión de las fiestas del pueblo o de algún pueblo cercano o por el hecho de que el cabeza de familia había ido a la vendimia y regresaba al pueblo cargado con algunas peladillas garrapiñadas, grapado de caramelos, alguna muñeca de trapo para las chicas....etc. Estamos hablando en total de unas pesetillas ¡Pero cuanto costaba de ganar aquellas pesetillas!
Ya he dicho que nuestros Reyes Magos no eran como los de ahora, aunque llegaran el mismo día a las casas y los niños los recibiéramos con la misma ilusión. En aquellos tiempos en que cubrir las primeras necesidades se convertía en una actividad permanente de nuestros mayores, los Reyes Magos se esperaban con la misma ilusión o más que ahora, aunque los regalos que por entonces recibíamos no tuvieran nada que ver nada con los actuales.
Recuerdo como la víspera de Reyes Magos nos íbamos a la cama a dormir pronto, con la ilusión puesta en que los Reyes Magos tenían que acudir por la noche a nuestra casa y la verdad es que en pocas ocasiones fallaron, eso a pesar de que las puertas de las casas carecieran de rotulación numérica. Yo no se a que hora se producía el milagro pero en aquellos 6 años que pase por Pinarejo siempre aparecía algún regalo debajo de la almohada.
Con tal de que los Reyes Magos pudieran proseguir su camino al lado de la chimenea dejábamos antes de irnos a la cama una espuerta con paja, un recipiente con agua y frutos secos: castaños almendras ¡Con qué ilusión se vivían nuestros reyes Magos y con qué poco nos conformábamos! Yo no recuerdo de esa ni de otras épocas ninguna rabieta por no haberme dejado los Reyes lo que yo esperaba, quizás fuera por el hecho de que conocíamos el valor de las cosas y sabíamos el esfuerzo que costaba ganarlas.
Después de realizar esta tarea consistente en acondicionar de víveres un rincón de la casa con el fin de que el Rey Mago encargado de traer los regalos pudiera satisfacer tanto su apetito como el del animal de carga que le acompañaba, teníamos que despejar la chimenea de ollas, brasas, trébedes y de todo aquello que pudiera impedir el descenso del Rey por la chimenea.
Y luego ya se sabe la espera en la cama y en esa espera era obligatorio quedarse dormidos, porque para que la magia se cumpliera se tenían que dar dos premisas: La primera premisa consistía en estar dormidos y la segunda premisa en haberse portado bien durante el año, sino ya se sabía tocaba de regalo carbón. Con las primeras luces del día nos despertábamos e íbamos a buscar los regalos bajo la almohada o al lado de la chimenea. De esta forma se cumplían nuestros deseos y la magia de los reyes Magos se esfumaba hasta el próximo año.
Mi Rey mago preferido era Baltasar, me parece que era el Rey de la familia, pues resulta que un abuelo de mi madre se llamaba de segundo nombre Baltasar. Cada niño del pueblo tenía su Rey Mago y a él había que pedir los regalos.
Supongo que en este año los niños y niñas de Pinarejo tendrán sus regalos y que los Reyes Magos entrarán por las noches en las casas cuando todos estén durmiendo. Solo se me ocurre una cosa y esta es que despejéis de trastos la chimenea por si a vuestro Rey Mago se le ocurriera descender por ella. Eso sí, que no se olvide, pues es importante, tener preparada un poco de paja, agua y castañas o cualquier otro fruto seco, para mitigar el hambre del caballo o del camello y del Rey.
Les dejo con esta pequeña composición mía:
¿Hoy por donde nos viene el cuento?
Pues muy fácil amigos y amigas hoy el cuento tiene que ver con los Reyes Magos.
Nuestros Reyes Magos siendo los mismos, eran diferentes. Nuestros Reyes Magos de aquel Pinarejo, perdido casi entre nubes y añoranzas, eran más reales y más del producto de la imaginación. Cada uno se los imaginaba como quería y conforme los padres nos los trasmitían. Se perdía la inocencia cuando algún mayor se las daba de listo y te decía “acaso no sabes que los reyes Magos son tu padre y tu madre”
Yo, todavía quiero tener esa inocencia y por eso digo que no, que los Reyes Magos eran de carne y hueso y lo digo aquí y delante de un juez si hiciera falta. Además los Reyes Magos tenían un apeadero en la esquina “El Molinillo”. Era un apeadero mágico que sólo podían visualizar los padres y las madres de los niños y de las niñas de Pinarejo. Lo que no sé, es si en Pinarejo hay más apeaderos. Supongo que si los habrá. Ahora al ser el pueblo pequeño quizás el desplazamiento de los Reyes Magos se haga desde la misma esquina del Molinillo a las diferentes casas del pueblo a pie, a caballo o en camello. Los Reyes Magos dependiendo del año y de las heladas o bien venían por el camino de Villar de la Encina o por la carretera que viene desde el Castillo. Se comentaba que venían uno detrás de otro y cuando llegaban al pueblo se apeaban de los animales; se aseaban un poco y cada uno de ellos cargaba con los regalos que le tocaba repartir entre los niños y niñas del pueblo.
Los Reyes Magos en aquellos años nuestros, a los que siempre me refiero, se esperaban con una gran ilusión ya que era de las pocas veces en todo el año en que había posibilidad de que en las casas entrara algo que fuera un poco más extraordinario de lo que se puede entender como normal. Por eso los Reyes Magos aparte de algunas peladillas, galletas y dulces y algo de ropa: calcetines, alpargatas, pantalón, falda, jersey; y de algún juguete, solían traer pocas cosas más. Luego durante el año solía caer alguna cosilla con ocasión de las fiestas del pueblo o de algún pueblo cercano o por el hecho de que el cabeza de familia había ido a la vendimia y regresaba al pueblo cargado con algunas peladillas garrapiñadas, grapado de caramelos, alguna muñeca de trapo para las chicas....etc. Estamos hablando en total de unas pesetillas ¡Pero cuanto costaba de ganar aquellas pesetillas!
Ya he dicho que nuestros Reyes Magos no eran como los de ahora, aunque llegaran el mismo día a las casas y los niños los recibiéramos con la misma ilusión. En aquellos tiempos en que cubrir las primeras necesidades se convertía en una actividad permanente de nuestros mayores, los Reyes Magos se esperaban con la misma ilusión o más que ahora, aunque los regalos que por entonces recibíamos no tuvieran nada que ver nada con los actuales.
Recuerdo como la víspera de Reyes Magos nos íbamos a la cama a dormir pronto, con la ilusión puesta en que los Reyes Magos tenían que acudir por la noche a nuestra casa y la verdad es que en pocas ocasiones fallaron, eso a pesar de que las puertas de las casas carecieran de rotulación numérica. Yo no se a que hora se producía el milagro pero en aquellos 6 años que pase por Pinarejo siempre aparecía algún regalo debajo de la almohada.
Con tal de que los Reyes Magos pudieran proseguir su camino al lado de la chimenea dejábamos antes de irnos a la cama una espuerta con paja, un recipiente con agua y frutos secos: castaños almendras ¡Con qué ilusión se vivían nuestros reyes Magos y con qué poco nos conformábamos! Yo no recuerdo de esa ni de otras épocas ninguna rabieta por no haberme dejado los Reyes lo que yo esperaba, quizás fuera por el hecho de que conocíamos el valor de las cosas y sabíamos el esfuerzo que costaba ganarlas.
Después de realizar esta tarea consistente en acondicionar de víveres un rincón de la casa con el fin de que el Rey Mago encargado de traer los regalos pudiera satisfacer tanto su apetito como el del animal de carga que le acompañaba, teníamos que despejar la chimenea de ollas, brasas, trébedes y de todo aquello que pudiera impedir el descenso del Rey por la chimenea.
Y luego ya se sabe la espera en la cama y en esa espera era obligatorio quedarse dormidos, porque para que la magia se cumpliera se tenían que dar dos premisas: La primera premisa consistía en estar dormidos y la segunda premisa en haberse portado bien durante el año, sino ya se sabía tocaba de regalo carbón. Con las primeras luces del día nos despertábamos e íbamos a buscar los regalos bajo la almohada o al lado de la chimenea. De esta forma se cumplían nuestros deseos y la magia de los reyes Magos se esfumaba hasta el próximo año.
Mi Rey mago preferido era Baltasar, me parece que era el Rey de la familia, pues resulta que un abuelo de mi madre se llamaba de segundo nombre Baltasar. Cada niño del pueblo tenía su Rey Mago y a él había que pedir los regalos.
Supongo que en este año los niños y niñas de Pinarejo tendrán sus regalos y que los Reyes Magos entrarán por las noches en las casas cuando todos estén durmiendo. Solo se me ocurre una cosa y esta es que despejéis de trastos la chimenea por si a vuestro Rey Mago se le ocurriera descender por ella. Eso sí, que no se olvide, pues es importante, tener preparada un poco de paja, agua y castañas o cualquier otro fruto seco, para mitigar el hambre del caballo o del camello y del Rey.
Les dejo con esta pequeña composición mía:
Ya vienen los Reyes Magos
en Pinarejo ya están
van cargados de regalos
que tienen que entregar.
Retirar las brasas de la chimenea
y el Papa Nöel del balcón,
preparar castañas y turrón
agua y paja y, como no,
pan de trigo para el zurrón.
Que se vayan a las 11
los niños a dormir,
todos sin excepción,
den un beso a sus padres
y desenchufen la televisión.
Si son buenos
tendrán turrón
y si son malos
recibirán carbón
en Pinarejo ya están
van cargados de regalos
que tienen que entregar.
Retirar las brasas de la chimenea
y el Papa Nöel del balcón,
preparar castañas y turrón
agua y paja y, como no,
pan de trigo para el zurrón.
Que se vayan a las 11
los niños a dormir,
todos sin excepción,
den un beso a sus padres
y desenchufen la televisión.
Si son buenos
tendrán turrón
y si son malos
recibirán carbón
Aviso de los Reyes Magos a todos los niños y niñas de Pinarejo :
Llegaremos a tiempo y sin complicaciones el tráfico está muy fluido:
Limpiar las chimeneas.
Dejar alguna luz encendida en la casa, no sea el caso de que el juguete no llegue a su destino.
Poner comida para los camellos, caballos y yeguas.
Poner comida para Gaspar, Melchor y Baltasar.
Todavía se pueden enviar cartas.
¿Me parece que llevamos algo de carbón? Que no cunda el pánico solo es para un niño.
Llegaremos a tiempo y sin complicaciones el tráfico está muy fluido:
Limpiar las chimeneas.
Dejar alguna luz encendida en la casa, no sea el caso de que el juguete no llegue a su destino.
Poner comida para los camellos, caballos y yeguas.
Poner comida para Gaspar, Melchor y Baltasar.
Todavía se pueden enviar cartas.
¿Me parece que llevamos algo de carbón? Que no cunda el pánico solo es para un niño.
He recibido un telefax de los Reyes Magos que dice lo siguiente:
"Queridos pinarejeros y pinarejeras de todas las edades la avanzadilla de pajes que estuvo recorriendo el pueblo, y otros lugares, en estos días ha certificado lo siguiente:
1º Visitadas todas las calles hemos comprobado que los caballos y camellos pueden pasar por ellas con toda comodidad y que la altura de los balcones y tejados de las casas es la adecuada para subir y poder entrar en las casas a dejar los regalos.
2º El pueblo se encuentra limpio y aseado para la noche del miércoles, antesala al día de los Reyes.
3º La carretera por la que tenemos que entrar al pueblo está bien señalizada.
4º Hemos visto a algún Papa Nöel, nuestro competidor, escalando por algun balcón, yo creo que ya está bien, se debería marchar hasta el año que viene al Polo Norte.
5º El termómetro no avisa ni de ventiscas ni de nevadas.
Dicho todo esto extiendo mi felicitación a todos, Ayuntamiento incluido, con un ruego que los niños y niñas estén durmiendo en la cama a las 23 horas , 11 de la noche, como máximo.
Reunidos los pajes de los Reyes de Mago encargados del reparto de juguetes de Pinarejo y diferentes lugares donde se encuentren viviendo pinarejertos/as, extiende su certificado de calidad en la categoría "suprema".
No se olviden de retirar los rescoldos de las brasas de la chimenea y de la comida para los animales y Reyes Magos.
"Queridos pinarejeros y pinarejeras de todas las edades la avanzadilla de pajes que estuvo recorriendo el pueblo, y otros lugares, en estos días ha certificado lo siguiente:
1º Visitadas todas las calles hemos comprobado que los caballos y camellos pueden pasar por ellas con toda comodidad y que la altura de los balcones y tejados de las casas es la adecuada para subir y poder entrar en las casas a dejar los regalos.
2º El pueblo se encuentra limpio y aseado para la noche del miércoles, antesala al día de los Reyes.
3º La carretera por la que tenemos que entrar al pueblo está bien señalizada.
4º Hemos visto a algún Papa Nöel, nuestro competidor, escalando por algun balcón, yo creo que ya está bien, se debería marchar hasta el año que viene al Polo Norte.
5º El termómetro no avisa ni de ventiscas ni de nevadas.
Dicho todo esto extiendo mi felicitación a todos, Ayuntamiento incluido, con un ruego que los niños y niñas estén durmiendo en la cama a las 23 horas , 11 de la noche, como máximo.
Reunidos los pajes de los Reyes de Mago encargados del reparto de juguetes de Pinarejo y diferentes lugares donde se encuentren viviendo pinarejertos/as, extiende su certificado de calidad en la categoría "suprema".
No se olviden de retirar los rescoldos de las brasas de la chimenea y de la comida para los animales y Reyes Magos.
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