El Pinarejo que yo conocí no tiene que ver nada con el actual. Hace poco leí en un bloG un comentario de una persona, IBICENCO, que estuvo en el pueblo hace muchos años y que como nos pasa a muchos ha sentido nostalgia en primer lugar por haber vuelto al pueblo y en segundo lugar porque lo ha encontrado muy cambiado. Cuando yo en mis artículos hablo del blancor de las paredes y de ciertas esencias ya perdidas alguno puede pensar: “éste es un romántico”. Pues si, la verdad, soy un romántico y un nostálgico pero con ello se acaba todo. Sé lo difícil que es conservar las cosas tal y como uno las ha llegado a ver en un momento determinado y que con el desarrollo de las sociedades todo cambia inevitablemente. Lo que más llama la atención del artículo que les trascribo a continuación es el cariño que este hombre pone en su comentario hacia todo lo nuestro y la similitud de paisajes entre Ibiza y Pinarejo. Yo a veces me he preguntado ¿Por qué hay tantos pinarejeros y pinarejeras en Ibiza? Creo que la contestación está en este escrito que acompaño adjunto. Como es natural no he puesto las fotografías. Lo comento porque el escrito esta relacionado con fotografías.
TEXTO:
“Iba en mi coche hacia el Puerto de Denia desde Madrid, cuando al ver una señal que así lo indicaba, me costaba creer que la moderna A-3 fuera a pasar justo al lado del Castillo de Garcimuñoz. Hace muuuuuchos años cuando fui por primera vez a este pueblo "Pinarejo", tenía quince años, fui invitado por una familia originaria de aquí pero que residían y trabajaban en Ibiza como tantas y tantas de este pueblo y de alrededores. Recuerdo que nos vinieron a buscar en taxi (léase una persona que se dedicaba a hacer viajes para la gente de este pueblo, residente en Pinarejo) al aeropuerto y nos llevó a Pinarejo en un larguísimo viaje con muchas carreteras y caminos de por medio. Pero ahora la A-3 pasa justo por el lado del Castillo de Garcimuñoz, es más... por tanto y sin dudarlo volantazo y hacia mi destino "Pinarejo" antes de que terminase el día y pudiera volver a mi pasado... Estaba regresando a él, con una diferencia de casi treinta años...
Por desgracia (para mí y no para sus habitantes actuales), el pueblo no era el mismo. Podía apenas reconocerlo... La imagen de arriba, la tomé desde un sitio que si podía hacerme recordar el Pinarejo que encontré entonces, ese Pinarejo que yo viví..... hace tanto tiempo....!!!!.
Al llegar como vemos en la primera foto de todas, a lo lejos el pueblo todo parece igual, pero la carretera es otra, antes era tan solo una pista asfaltada.... pero todo cambia... y vaya cambio!!!.
Y al llegar en la mismísima Plaza del pueblo... Sí aquí estaba, pero no estaba asfaltada...!!!, la fuente era una alberca y el ayuntamiento era más rústico y diría yo que tenía más encanto que el actual... En la plaza habían puesto esa especie de pequeños pilares de hierro para que los coches no suban a la acera... pero si no había coches cuando yo fuí...!!!.
La iglesia y algunas casas vecinas seguían exactamente igual, pero claro el pueblo no era lo mismo.
Sin querer era protagonista de una película tal vez de Almodovar con título "volver" ó "regresar", pero yo no volvía a mi pueblo, sino a uno que me había acogido cálidamente hacía muchos años, donde cualquier cosa que pasara en el pueblo, estaban implicados todos los vecinos. Donde cada x días había que llevar una imagen religiosa de casa en casa debido a una tradición que desconozco si todavía sigue... donde en invierno (que es cuando fui) olía a leña quemada y a morcilla, a matanzas y a jamón serrano. Donde la tranquilidad era la tónica y donde parecía que el tiempo existía pero poco a poco. Donde había que ir a buscar agua a la fuente. Donde muy contadas casas tenían agua corriente o ducha... y donde a los pocos días de estar allí ya me conocía todo el pueblo...¿donde está ese pueblo?. Lo único que era invariable entre ese Pinarejo de entonces y el de hoy, era el silencio. Silencio en sus calles....
Casi todas las casas tienen esas paredes que también se ven por Ibiza, blancas de cal, pero que a la vez son tan manchegas con esas puertas de color...
En la foto de abajo, una de las calles de este pueblo, donde se ve al fondo el cementerio y el molino. y en primer plano una de tantas casas nuevas que se van construyendo a diario.
Y aquí la calle donde yo vivía ese mes y medio en que estuve cuando era niño... y la fuente que íbamos a buscar agua, por suerte estaba cerca de la casa, justo al lado. El problema es cuando helaba y la fuente no manaba hasta por lo menos mediodía y con el sol se había calentado y el agua medio volvía a salir.... hoy la fuente es casi decorativa, todas las casas ya tienen agua. Los tiempos cambian deprisa... Y el asfalto???, no había calles asfaltadas y ahora pienso que tampoco les hacía falta. Me gustaba más antes, pero claro para los que viven allí les debe gustar más ahora.
Y ahí está la calle de la iglesia, mi auto, el único en toda la calle, pero más abajo en el centro del pueblo había ya algunos, casi todo el mundo tiene coche. la casa nueva de la izquierda era donde yo había residido ese mes y pico, pero ya me dijeron que los dueños la habían vendido y ahora (es evidente) alguien hacía una nueva casa. Casa con agua, calefacción... esas comodidades que antes no se podían ni soñar... yo insisto, prefería esa chimenea, la comida casera, buscar agua a la fuente....
Es bonito volver, pero los cambios son evidentes... nada es igual...!!!. Hoy he vuelto, pero ya nada es igual.
Al menos me queda el consuelo de ver las llanuras, esas que veía por primera vez entonces, y que ahora vuelvo a ver igual que antes.... esas llanuras manchegas que como un océano de tierra inunda la zona de colores, a veces marrones por la tierra, y a veces verde con olivos o algo que está hace poco sembrado y que en algunos meses dará sus frutos... al menos el pueblo ha cambiado, las anchas llanuras no...!!!.
Me voy con mucha nostalgia, me voy con una sensación muy extraña, me voy de un sitio donde soy un extraño pero que hace casi treinta años fuera donde fuera todos me saludaban, por que todos llegaron a conocerme, a querer conocer de donde venía, al menos eso tenía de ventaja, conocer tanta gente de ese pueblo en Ibiza me hizo sentirme en casa, cuando fui a ver ese pueblo que tanto oía hablar pero que no conocía. Hoy de nuevo regreso pero ya no me conocen, hay gente que entonces no estaba, salieron de este pueblo con sus padres cuando eran niños a otros lugares en búsqueda de prosperidad y que han regresado con el tiempo para instalarse allí, en donde están sus raíces, otros que sí estarían pero que se fueron para siempre.... aunque como dice el tango veinte años no son nada, casi treinta dan para mucho. Me voy, pero me alegro de haber regresado...”
Amigos y amigas ya veis todo aquello que para nosotros era cansancio y monotonía para otros es belleza y es que sobre los asuntos que tienen que ver con el corazón y el alma no hay nada escrito.
TEXTO:
“Iba en mi coche hacia el Puerto de Denia desde Madrid, cuando al ver una señal que así lo indicaba, me costaba creer que la moderna A-3 fuera a pasar justo al lado del Castillo de Garcimuñoz. Hace muuuuuchos años cuando fui por primera vez a este pueblo "Pinarejo", tenía quince años, fui invitado por una familia originaria de aquí pero que residían y trabajaban en Ibiza como tantas y tantas de este pueblo y de alrededores. Recuerdo que nos vinieron a buscar en taxi (léase una persona que se dedicaba a hacer viajes para la gente de este pueblo, residente en Pinarejo) al aeropuerto y nos llevó a Pinarejo en un larguísimo viaje con muchas carreteras y caminos de por medio. Pero ahora la A-3 pasa justo por el lado del Castillo de Garcimuñoz, es más... por tanto y sin dudarlo volantazo y hacia mi destino "Pinarejo" antes de que terminase el día y pudiera volver a mi pasado... Estaba regresando a él, con una diferencia de casi treinta años...
Por desgracia (para mí y no para sus habitantes actuales), el pueblo no era el mismo. Podía apenas reconocerlo... La imagen de arriba, la tomé desde un sitio que si podía hacerme recordar el Pinarejo que encontré entonces, ese Pinarejo que yo viví..... hace tanto tiempo....!!!!.
Al llegar como vemos en la primera foto de todas, a lo lejos el pueblo todo parece igual, pero la carretera es otra, antes era tan solo una pista asfaltada.... pero todo cambia... y vaya cambio!!!.
Y al llegar en la mismísima Plaza del pueblo... Sí aquí estaba, pero no estaba asfaltada...!!!, la fuente era una alberca y el ayuntamiento era más rústico y diría yo que tenía más encanto que el actual... En la plaza habían puesto esa especie de pequeños pilares de hierro para que los coches no suban a la acera... pero si no había coches cuando yo fuí...!!!.
La iglesia y algunas casas vecinas seguían exactamente igual, pero claro el pueblo no era lo mismo.
Sin querer era protagonista de una película tal vez de Almodovar con título "volver" ó "regresar", pero yo no volvía a mi pueblo, sino a uno que me había acogido cálidamente hacía muchos años, donde cualquier cosa que pasara en el pueblo, estaban implicados todos los vecinos. Donde cada x días había que llevar una imagen religiosa de casa en casa debido a una tradición que desconozco si todavía sigue... donde en invierno (que es cuando fui) olía a leña quemada y a morcilla, a matanzas y a jamón serrano. Donde la tranquilidad era la tónica y donde parecía que el tiempo existía pero poco a poco. Donde había que ir a buscar agua a la fuente. Donde muy contadas casas tenían agua corriente o ducha... y donde a los pocos días de estar allí ya me conocía todo el pueblo...¿donde está ese pueblo?. Lo único que era invariable entre ese Pinarejo de entonces y el de hoy, era el silencio. Silencio en sus calles....
Casi todas las casas tienen esas paredes que también se ven por Ibiza, blancas de cal, pero que a la vez son tan manchegas con esas puertas de color...
En la foto de abajo, una de las calles de este pueblo, donde se ve al fondo el cementerio y el molino. y en primer plano una de tantas casas nuevas que se van construyendo a diario.
Y aquí la calle donde yo vivía ese mes y medio en que estuve cuando era niño... y la fuente que íbamos a buscar agua, por suerte estaba cerca de la casa, justo al lado. El problema es cuando helaba y la fuente no manaba hasta por lo menos mediodía y con el sol se había calentado y el agua medio volvía a salir.... hoy la fuente es casi decorativa, todas las casas ya tienen agua. Los tiempos cambian deprisa... Y el asfalto???, no había calles asfaltadas y ahora pienso que tampoco les hacía falta. Me gustaba más antes, pero claro para los que viven allí les debe gustar más ahora.
Y ahí está la calle de la iglesia, mi auto, el único en toda la calle, pero más abajo en el centro del pueblo había ya algunos, casi todo el mundo tiene coche. la casa nueva de la izquierda era donde yo había residido ese mes y pico, pero ya me dijeron que los dueños la habían vendido y ahora (es evidente) alguien hacía una nueva casa. Casa con agua, calefacción... esas comodidades que antes no se podían ni soñar... yo insisto, prefería esa chimenea, la comida casera, buscar agua a la fuente....
Es bonito volver, pero los cambios son evidentes... nada es igual...!!!. Hoy he vuelto, pero ya nada es igual.
Al menos me queda el consuelo de ver las llanuras, esas que veía por primera vez entonces, y que ahora vuelvo a ver igual que antes.... esas llanuras manchegas que como un océano de tierra inunda la zona de colores, a veces marrones por la tierra, y a veces verde con olivos o algo que está hace poco sembrado y que en algunos meses dará sus frutos... al menos el pueblo ha cambiado, las anchas llanuras no...!!!.
Me voy con mucha nostalgia, me voy con una sensación muy extraña, me voy de un sitio donde soy un extraño pero que hace casi treinta años fuera donde fuera todos me saludaban, por que todos llegaron a conocerme, a querer conocer de donde venía, al menos eso tenía de ventaja, conocer tanta gente de ese pueblo en Ibiza me hizo sentirme en casa, cuando fui a ver ese pueblo que tanto oía hablar pero que no conocía. Hoy de nuevo regreso pero ya no me conocen, hay gente que entonces no estaba, salieron de este pueblo con sus padres cuando eran niños a otros lugares en búsqueda de prosperidad y que han regresado con el tiempo para instalarse allí, en donde están sus raíces, otros que sí estarían pero que se fueron para siempre.... aunque como dice el tango veinte años no son nada, casi treinta dan para mucho. Me voy, pero me alegro de haber regresado...”
Amigos y amigas ya veis todo aquello que para nosotros era cansancio y monotonía para otros es belleza y es que sobre los asuntos que tienen que ver con el corazón y el alma no hay nada escrito.
UN ISLEÑO
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