El saber hacer y el ser queridos son algunas de las prerrogativas que se pueden colocar como señas de identidad de estos tres personajes de la política de la gran nación, de estados confederados, los Estados Unidos, que han sido Abraham Lincoln, Martin Luther King y Obama. Así, a simple vista, y después de hacer muchas exploraciones me quedo con estos tres personajes. Vaya con ellos todas mis simpatías y sepan que cada uno en su momento histórico vino a suponer un soplo de aire fresco para las minorías marginadas de los diferentes países y continentes de que se compone este planeta llamado tierra y al que yo llamaría llamado "dolar", pues esta es la moneda de cambio y tras ella se esconde el espíritu de la denominada globalización.
A uno, Abraham Lincoln, lo conocemos por la películas y por ser el padre del constitucionalismo y de las libertades en un país marcado por el odio racial que tenía como única formula de convertirse en referente y aglutinador de tierras y de hombres, el acabar con el odio que inspiraba el color negro de las personas; del otro, Martin Luther King, me vienen unos recuerdos y unas estampas lejanas pero todavía claras: era un hombre que supo luchar por sacar a los suyos del profundo pozo en el que se encontraban arrojados y a fe cierta que lo consiguió granjeandose simpatías entre sus compatriotas de color de la piel blanca; y ya del ultimo, de Obama, decir que es una persona inteligentes que está siendo estudiada día a día. Se identifica claramente porque es una persona capaz de sorprender y porque es un buen fajador y mejor estilista capaz de sacar el puño izquierdo y noquear con el derecho sin importarle el peso o la talla de sus contrincantes.
Yo me quedo con estas tres frases:
Abraham Lincoln: Yo no sé quien fue mi abuelo; me importa mucho más saber quien será su nieto.
Luther King: Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
Obama: ¡Sí podemos!
En estos momentos en que el mundo está dominado por una mediocricidad de políticos como nunca los había conocido la historia no hace falta ser muy listo para saber que hay hombres y mujeres de las grandes finanzas y de la política de altas esferas que domina el mundo, por encima de las políticas nacionales y supranacionales. Es la bolsa con alzadas y caídas repentinas y los grandes sabuesos de las grandes empresas multinacionales y de la banca mundial los que marcan las políticas y los tiempos en unos momentos en los que tocaría revisar la famosa teoría del fin de la historia.
Tengan a bien todos aquellos que trabajan por un mundo mejor revisar sus propuestas y ponerse a pensar que la historia del hombre aunque lejana en tiempos medibles puede tener su declive si seguimos empeñados en hacer políticas mundiales con plenteamientos locales.
José Vte. Navarro Rubio
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