domingo, 12 de junio de 2011

PINAREJO PRECURSORA EN EL LANZAMIENTO DE COHETES Y CALDERETO PRIMER ASTRONAUTA DOCUMENTADO EN LOS AÑOS 1926/27

Fue hacia los años 20 del siglo XX cuando ocurrió lo que voy a contar. Por aquellos días los jovencitos del momento, de nuestro pueblo, Pinarejo, se entretenían jugando en las eras en hacer requesones, ya se pueden hacer una idea como los confeccionaban, y en enviar cohetes al espacio. Todo ello con una metodología muy precisa y estudiada. Para los requesones sólo hacia falta ingenio; un buen montón de tierra y muchas ganas de orinar y para los cohetes: maña, carburo, agua, una caldereta agujereada, un buen palo para arrimar la llama al gas, cerillas y un hoyo en el suelo.

Un buen día de aquellos de los años 1926/27 había un montón de críos en una de las eras del pueblo intentando enviar al espacio uno de aquellos cohetes fabricados mucho antes de que la NASA enviara su primer cohete a la luna. Nuestros jóvenes habían realizado todos los preparativos previos: hoyo en el suelo; agua dentro del hoyo; carburo de calcio en el hoyo; y encima tapando el hoyo una caldereta agujereada. El contacto del agua con el carburo había comenzado a producir los efectos por todos conocidos, es decir un gas, acetileno, que en contacto con oxígeno producía una llama delgada y de alta temperatura. Pero lo que nuestros jóvenes hacían era algo diferente se aprovechan del efecto del gas para enviar la caldereta al espacio. La única innovación de aquel día es que la carga de carburo era más grande. Estaba en juego batir el record y elevar la caldereta unos 20 metros al espacio sideral.

Dio la casualidad que aquel día del lanzamiento paseaba, vaya casualidad, por la era el alguacil del pueblo, que para más detalles vivía en la calle de la Cruces. El buen hombre, muy decidido él, no tuvo otra ocurrencia que llamar la atención a los críos y decirles que se apartaran del lugar, ya que aquella caldereta la lanzaba al espacio el mismo. Los chiquillos se apartaron de inmediato y comenzaron a observar lo que el intruso quería hacer. Si tuviéramos que ordenar el suceso por etapas seguiríamos los siguientes pasos:

1º El alguacil se acerca a la caldereta por el que salía el gas, acetileno: CAC2+2H2-CACN2+C, con el fin de comenzar su clase magistral.

2º El alguacil se coloca encima del bote y desprecia, con arrogancia, el palo largo que los chiquillos le ofrecen para que arrimara la llama al bote.

3º El alguacil coloca la cara encima del bote al mismo tiempo que hace gestos a los chiquillos como queriendo decirles: ¡Mirad y aprender mocosos!

4º El alguacil arrima la cerilla encendida al bote y se coloca bien apretado el sombrero al casco de la cabeza.

5º4º El alguacil empieza a notar un olor raro, como a pólvora quemada, e intenta reaccionar, pero no le da tiempo.

6º El bote sale despedido hacia el espacio hasta que ve interrumpida su trayectoria por la frente del alguacil.

7º El bote choca con al frente del alguacil y le hace una sajadura de unos 6 cm. y lo lanza de espaldas, no sin antes elevarlo unos 20 centímetros sobre el nivel del suelo.

8º El alguacil queda extendido en el suelo con la caldereta marcada en la frente..

9º Los chiquillos salen corriendo para avisar a sus padres del incidente, ya que el alguacil permanecía extendido en la era como si estuviera muerto.

La verdad es que el incidente no tendría mas relevancia de no haber sido por aquello de la sabiduría popular, ya que a partir de aquellos momentos nuestro amigo el alguacil pasó a llamarse de apodo: “Caldereto”. Se de buenas fuentes que los chiquillos continuaron con sus experimentos y que “Caldereto” no se volvió a acercar nunca más por la era en la que se realizaban los experimentos. Este experimento de nuestros jóvenes, vayas casualidades de la vida, se realizaba y realiza de forma parecida en Holanda, allí colocan el carburo en una mantequeras con leches y le arriman una cerilla.

Se ve que la historia que les ha contado tuvo mucho eco en la comarca y que el experimento del carburo y del bote o caldereta se comenzó a usar como juego en muchos otros sitios. Me ha llamado la atención que en algunos pueblos se quieran ahora poner en primer lugar la honra de reivindicar el invento. Yo, con una cierta ironía y carga de humor, digo que no, que el primer pueblo donde se uso el carburo como precursor de los primeros cohetes fue en Pinarejo y que como consecuencia del incidente que les he contando se decía: ” Ten cuidado no te pase lo mismo que a “Caldereto” que vio las estrellas siendo de día”

Bueno, sean buenos, no jueguen con cerillas ni con carburo y recuerden que “donde menos se piensa, salta la liebre”

José Vicente Navarro Rubio

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