De todos los escritos del foro que tienen que ver con el asunto: "que creéis que falta en Pinarejo o sobra", este comentario, al cual me encuentro contestando, es el más acertado. Con una simple mirada se puede comprobar que los internautas están más por la labor de tomarse a broma el foro que por construir y dar ideas positivas. Pero dicho esto, que a mi entender era necesario, paso a continuación a comentar cuales son los verdaderos problemas de una gran cantidad de pueblos de nuestro horizonte más cercano y más lejano, que están medidos por los mismos patrones: Gran despoblación y falta de tejido industria. Difícilmente pueblos con estas características pueden solucionarse por si mismos las pesadas cargas consistentes en atender los servicios mínimos de sus ciudadanos y de realizar mejoras en todas aquellas cuestiones que son competencias del Ayuntamiento.
Mirar en Pinarejo desde hace muchos años viene ocurriendo lo mismo. Pinarejo vive del campo en lo que puede y de las ayudas estatales, comunitarias y provinciales, diputación, en una gran mayoría y eso es así no porque alguien lo esté haciendo mal sino porque desde siempre en nuestra localidad: Pinarejo ha habido falta de iniciativa privada capaz de crear empleo. Si os dais cuenta en la provincia de Cuenca los pueblos que mejor han podido sobrevivir y han sido al mismo tiempo capaces de aumentar el número de habitantes son los que de forma estratégica se han encontrado localizados, por azar del destino, en lugares por donde pasaba la carretera general o ahora están al lado de las autovías. Aquí, en estos lugares, de forma espontánea se creaba un tejido industrial que tenía que ver con el ramo de la restauración de la alimentación y de la industria del coche, pero fuera de esto los problemas para unos y otros pueblos continúan siendo los mismos.
Si damos un repaso histórico a la economía de Pinarejo aparecen las siguientes preguntas:
1º No hubiera sido normal que con la gran cantidad de cabezas de ganado lanar que Pinarejo tenía no se hubiera construido en el pueblo una quesería.
2º No hubiera sido de lo más normal que el pueblo hubiera tenido un molino con el que poder convertir en aceite el producto que se extrae de las aceitunas.
3º No hubiera sido de lo más normal que el champiñón se hubiera derivado al mercado desde el mismo pueblo.
4º No hubiera sido de lo más normal que el término del pueblo se hubiera labrado con la décima parte de tractores que tenía y haber derivado el excedente de capital, también invertido en tractores, hacia otras parcelas del comercio y de la industria.
5º No hubiera sido normal invertir en nuevos productos agrícolas y no vivir eternamente del girasol y del trigo.
6º No hubiera sido de lo más normal que en el pueblo hubiera habido una cooperativa.
No, lo normal como tal no ha existido en nuestro pueblo, ni en otros muchos de la contornada: falta de cultura, falta de confianza, falta de talentos, falta de solidaridad, envidias, rencillas, pobreza, todos estos y algunas más, son los ingredientes con los que se ha confeccionado nuestro estatus actual de pueblo sometido a los vaivenes de la economía de mercado con un fuerte desequilibrio en su balanza comercial. Gastamos como ciudadanos más de lo que producimos y encima nos quejamos de las barbas del vecino (en este caso Ayuntamiento). Tremenda paradoja ésta.
El futuro como tal está en las Mancomunidades que deben ser las encargadas de enjuagar el déficit de las arcas municipales y de evitar los desequilibrios territoriales potenciando la defensa de puntos y zonas estratégicas. Así al menos me parece a mí.
Mirar en Pinarejo desde hace muchos años viene ocurriendo lo mismo. Pinarejo vive del campo en lo que puede y de las ayudas estatales, comunitarias y provinciales, diputación, en una gran mayoría y eso es así no porque alguien lo esté haciendo mal sino porque desde siempre en nuestra localidad: Pinarejo ha habido falta de iniciativa privada capaz de crear empleo. Si os dais cuenta en la provincia de Cuenca los pueblos que mejor han podido sobrevivir y han sido al mismo tiempo capaces de aumentar el número de habitantes son los que de forma estratégica se han encontrado localizados, por azar del destino, en lugares por donde pasaba la carretera general o ahora están al lado de las autovías. Aquí, en estos lugares, de forma espontánea se creaba un tejido industrial que tenía que ver con el ramo de la restauración de la alimentación y de la industria del coche, pero fuera de esto los problemas para unos y otros pueblos continúan siendo los mismos.
Si damos un repaso histórico a la economía de Pinarejo aparecen las siguientes preguntas:
1º No hubiera sido normal que con la gran cantidad de cabezas de ganado lanar que Pinarejo tenía no se hubiera construido en el pueblo una quesería.
2º No hubiera sido de lo más normal que el pueblo hubiera tenido un molino con el que poder convertir en aceite el producto que se extrae de las aceitunas.
3º No hubiera sido de lo más normal que el champiñón se hubiera derivado al mercado desde el mismo pueblo.
4º No hubiera sido de lo más normal que el término del pueblo se hubiera labrado con la décima parte de tractores que tenía y haber derivado el excedente de capital, también invertido en tractores, hacia otras parcelas del comercio y de la industria.
5º No hubiera sido normal invertir en nuevos productos agrícolas y no vivir eternamente del girasol y del trigo.
6º No hubiera sido de lo más normal que en el pueblo hubiera habido una cooperativa.
No, lo normal como tal no ha existido en nuestro pueblo, ni en otros muchos de la contornada: falta de cultura, falta de confianza, falta de talentos, falta de solidaridad, envidias, rencillas, pobreza, todos estos y algunas más, son los ingredientes con los que se ha confeccionado nuestro estatus actual de pueblo sometido a los vaivenes de la economía de mercado con un fuerte desequilibrio en su balanza comercial. Gastamos como ciudadanos más de lo que producimos y encima nos quejamos de las barbas del vecino (en este caso Ayuntamiento). Tremenda paradoja ésta.
El futuro como tal está en las Mancomunidades que deben ser las encargadas de enjuagar el déficit de las arcas municipales y de evitar los desequilibrios territoriales potenciando la defensa de puntos y zonas estratégicas. Así al menos me parece a mí.
José Vte. Navarro Rubio
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