lunes, 20 de junio de 2011

¡QUE TIEMPOS EN LOS QUE VIVIMOS!

¡Que tiempos en los que vivimos! Salgo de casa de buena madrugada y me encuentro con las declaraciones del coordinador de Izquierda Unida en Extremadura intentando justificar el hombre lo que no tiene ni pies ni cabeza. Pero es que al mismo tiempo salta la noticia del rescate de Grecia y como colofón las concentraciones que tuvieron ayer lugar en muchas ciudades y capitales de provincia. La radio no da tiempo ni para descansar ni para asimilar las noticias. Eso sí, cada  emisora cuenta la noticia como le  viene en gana y es que en la viña del señor hay para todo.

¿Tan difícil es reconoce que lo que va ocurrir en Extremadura no puede contentar al electorado de izquierdas de aquella comunidad autónoma? ¿Tan difícil es pensar que el rescate de Grecia es un imposible si la medida no va acompañada de otro tipo de medidas que posibiliten que la deuda no se haga eterna e impagable? ¿Tan difícil es reconocer que el movimiento aglutinado entorno a Democracia Real tiene que ser como mínimo escuchado por parte de aquellos que juegan a la política de forma diferente?

Todo esto es difícil. Muy difícil y mientras tanto nos encontramos con que nos llega el verano anunciando calores y más allá de estos meses de paz y tranquilidad un otoño reñido con un posible adelanto electoral. Hay que ver como están los  cuerpos y que largo se van hacer estos 5 meses que hay hasta llegar a noviembre.

Yo creo que ni el equipo gobernante ni el que aspira a ganar están preparados para afrontar el reto que conlleva en su interior esta crisis que no cesa y que cada vez parece ser más "la gran crisis". Medidas se han tomado pero a todas luces han sido insuficientes, tanto aquí, donde manda la izquierda, como en aquellos otros lugares donde manda la derecha. Hay que redefinir la política y el marco mundial entorno al cual giran las políticas sociales y económicas. No podemos con políticas locales intentar atajar una crisis que va más allá de las fronteras nacionales. No podemos continuar generando déficit financiero desde las autonomías y desde los Ayuntamientos. Resumiendo hay que ir hacia la figura de los ayuntamientos mancomunados con el fin de no duplicar servicios y hacia un tipo de autonomías más solidarias con el estado.   

José Vte. Navarro Rubio

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