Trabajaba, trabajaba,
y más duro trabajaba,
mientras sentado esperaba
que le traieran agua
del pozo "Las Pitas" recién sacada.
Trabajaba, trabajaba,
desde buena mañana
entre calores y soles
que a la camisa se agarraban
allí en "El Rubial"
entre surcos y más surcos
que no se acababan.
Trabajaba, trabajaba
y aunque cansado estaba
trabajaba,
ya la alacena vacía
y la hambruna cercana
se oían voces pidiendo
pan, pan, pan y más pan
para poder ser
cantadores de coplas
y amigos de unas viejas guitarras.
Trabajaba, mi abuelo, trabajaba,
no le daba pena y por eso trabajaba
mientras allí en Madrid
un señorito se gastaba
entre coplas, cantares, vinos y jarana
lo que "La Moraleja" y sus tierras le daba.
Canta el blanco, negro, amarillo,
todos ellos cantan,
cantan en Pinarejo,
¡cantar al alba!
que vuestro amo
de colores no sabe nada
¡Ay Dios mio de aquella
y esta España
y de aquellos y estos amos,
tan amos,
que solo su dinero aman!
José Vte Navarro Rubio
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