Las noches de estos días
me traen
misterios de esas tierras
que como si fueran
negro humo
que asciende por las chimeneas
desaparecen de mi mente
cuando por la ventana entra
la frágil sonrisa de la mañana
tras comerse las últimas estrellas.
Sentirte en esta lejanía
como si fueras un ligero rumor
que llama a mi puerta
y cuando esta se abré
no hay nada más allá de esa frontera
que son mi recuerdo y tu presencia.
Los días cada más cortos me traen
suaves susuros
que hasta el corazón me llegán
a esas horas de echar la siesta
entre sonidos de guitarras, cantares,
y coplas de nuestra tierra.
.
Fulge una llama
en mi alma
y me da pena
que se apague
y con su oclusión
me lleguen tristezas.
José Vte Navarro Rubio
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