domingo, 6 de noviembre de 2011

CASTILLO DE GARCIMUÑOZ: SOBRE UNA FANTASIA MIA, CUENTO O COMO QUIERA LLAMARSE (1)

Historia de unos documentos antiguos que vinieron a caer en mis manos un día en que protegiéndome de la lluvia que caía sobre el lugar me guarnecí bajo las murallas del Castillo de Garcimuñoz. Me los vendió un afilador que por allí pasaba a cambio de unas monedas para comprar un cuartillo de vino blanco.

Así se puede leer en aquellos documentos. Falta el encabecimiento con sus escudos y el final con las firmas, así como la cubierta que la tuvo que ser de de piel vuelta de cabritillo:

Saber todos los menesterosos, ágiles de mente, cansinos, dados al buen vivir, pobres de solemnidad, trabajadores, labriegos, artesanos, pastores, gentiles, donceles, horneros, sepultureros, débiles de mente y bipolares, maniáticos depresivos,  que yo D. Juan Manuel, vuestro señor en esta villa, y aldeas, a la cual quiero, protejo y doto con buen alcazar. conventos, horno, prisión y horca, estoy por hacer en este día una confesión muy particular. Todo es debido a ese afán que tengo de ser buen pariente de mi abuelo y buen Rey, Don Fernando III, y de mi tío, Don Alfonso X. Tiene que ver este alegato con lo que  vino a decirme un día, mi tío, siendo yo muy chico y meón a ciencia cierta.

De esta forma leo:

".....de ti será una buena parte de esos mis dominios si eres capaz de armonizar tu dedicación al buen gobierno de tus súbditos con aquellas aficiones que siendolas mías deberán ser tuyas. Debes tener como libro de cabecera mi libro de las Partidas y deberías ser en todo y en aquello que los  demás te digan cuidadoso y fiel hasta el extremo de tener en lo abades, místicos, y gentes de la curia, a tus mejores amigos y enemigos pues de ellos aparte de ser el reino de los cielos lo son también estas porciones de tierras sobre la que nosotros gobernamos por que Dios así lo quiso y quiere. 

Sigo: Amplios son mis dominios pero a pesar de ello ten cuidado y se buen hijo de la santa madre iglesia (con mayúscula y minúscula) No seas dado a tener rencillas con ellos y si por algunas de ellas gozaras de oportunidad demuestra de tu sabiduría y allí donde pusieras casa funda también monasterio de monjes o monjas, a tu gusto,  ya que en ello te irá mucha tranquilidad y paz divina. 

Pos sigo: Que nadie diga que no he  puesto empeño en todo esto que digo y que se puede resumir en aleccionar como debe ser a mi sobrino,  hijo de un hermano, tan querido. Y lo hago tal y como manda mi estado y quiere la santa iglesia católica, mirando esa cuna de nogal en la que veo a un infante de dos años cumpidos mirándome con unos ojos tan llenos de vida.

Y sigo: Don Manuel hermano mío, ten a este tu hijo en buenos menesteres, dale cultura de Rey y enseñale a ser bondadoso y buen cristiano con sus súbditos. Enseñale a orar y a escribir en esta nuestra lengua tan culta y cuando sea mayor envialo lejos para que aprenda a ser, dentro de su soledad,  bondadoso y fiel con sus principios. Aun no siendo tu Rey pues mía es la corona que llevo sobre la cabeza te tengo por buen hermano y mejor amigo y a sabiendas de lo mucho que a ti y a mi nos va en este juego, se en lo que te digo muy cuidadoso hasta el extremo de que todo lo que yo te digo mediante estas letras te sea de buen provecho y mejor entendimiento" 

Otro digo, yo, Don Juan Manuel: ".... después de una lectura tan áspera y bendita, yo al que llaman Don Juan Manuel,  en buena testa aun y mejor entendimiento he leído este viejo pergamino a la luz de una  vela y a la ya casi dada la hora convenida de salir hacia el páramo viejo, allí donde brota el agua de una cueva llamada de la Montesina. Dicen de ella que hace tan cantidad de ruido en sus entrañas que pudiera ser que por ese Charcón pase algún río, vengo a decir muy afectado por esta lectura lo siguiente:

 “Sepan cuantos esta carta vieren y leyeren de no caer en fuego de encina:

"Como yo Don Juan, hijo del Infante Don Manuel, Adelantado mayor de la Frontera del reino de Murcia y yo Infanta Doña Constanza su mujer, hija del muy noble Rey Jaime (II), por la gracia de Dios Rey de Aragón, damos de buen talante  y de buena voluntad... Por ende queremos que haya en la nuestra villa , que es llamada el Castiello (de Garci Muñoz), un Monasterio de frailes de la Orden del Bienaventurado Confesor Señor Don Agustín; y damos para hacer el dicho Monasterio un solar que compramos de quienes era, y el otro que es nuestro, y dámoslo a vos, Don  Fr. Pascual de Deuza; Prior de Toledo... y el dicho solar está a la puerta que dicen de Cuenca, por aquellos mojones, que yo Don Juan puse por mi mano. Pero queremos que no se haga en el dicho Monasterio fortaleza de que pueda venir daño a la villa ni al nuestro alcázar... Dada en el Castillo (de Garci Muñoz) el día once de Mayo de 1326.”

Sigo: Estando a junio de 1328, kalendas no las cito, dono al monasterio un horno de pan propiedad mía en el Castiello de Garcimuñoz, sito en la calle del Romeral, con la única condición que se me suministre en días de cocción de ese pan tan bendito y por si algunas de aquellas así no fuere tomaré yo de nuevo el horno. Si alguna vez se hablare de esta donación sea con inteligencia y si alguien desparramara sobre página algún comentario sobre esta donación que se sepa que lo hice a sabiendas, bien aconsejado y con conocimiento de causa.

Dicho todo esto, ante hombres buenos, podencos y testigos, en la escribanía de mi casa solariega, castillo, mansión, aposento y lugar preferido para escribir de estas cosas y dar bienes mios a los que yo quisiere hacerlo, por ser dueño y señor de todo lo que vieren ojos algunos en nada más que asomar las cejas por la ventana mayor de esta planta alta por la que yo miro de vez en cuando, preferentemente al paso de las grullas, anades y palominos. 

Otro digo: Ahora estando todavía muy callado y quieto y metido en esta extraña lectura que mi copero mayor me ha traído por descansar detrás de unas tablillas que las hay en la parte norte de mi palacio vengo también a decir en este año de 1339 que cedo a los frailes de este convento por mi protegido: "et eso mismo de todas las otras heredades que ay en termino de Alarcon, así de casas y viñas como de la otra heredad (...): que ayan sus escusados libres y quitos assi como las auien aquellos que las hertedades dieron"

A punto de poner fin digo: Cansado yo, Don Juan Manuel, el de las moralejas,  de remover tanto papel dejo este cometido, en este momento y hora, en que vienen a decirme que ya esta todo preparado para salir hacia La Nava, por donde dicen que pasa estos días buenas aguas, de un río de corriente efimera pero muy dado, cuando le viene en gusto a la naturaleza, a salirse de madre, cauce y ribera y llenarme de barro hasta los mejores de los caminos por los que yo transito camino de mi Pinarejo, el de los buenos labriegos y amigos, de aguas avellanadas, dulces y ricas en minerales, y pìñones tan grandes como torre de castillo.

continuará
Autor: José Vte. Navarro Rubio


No hay comentarios :

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...