domingo, 20 de noviembre de 2011

POESÍA: EL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y LOS PACHECOS, MENCIA O NO MENCIA


Página en blanco de una historia olvidada
a caballo entre dos España
vino a morir el Castillo
por aquellos días en que los Pachecos
todavía mandaban y dominaban.

Enclave defensivo
de una España de castillos
de nobles, rencillas y batallas,
ganara quien ganara
la vida de los hombres estaba condenada
al yugo de los señores feudales
que eran los que mandaban
¡Ay cuanta memoria perdida!
¡Ay cuanta gloria ganada!
¡Ay como el pobre se olvida de cuales son sus batallas!

Quedan de aquellos días holganza y destemplaza,
escudos, palacios, iglesias y conventos
y muchas casas olvidadas
bajo esta tierra nuestra tan querida y amada
que como frutos solo da lágrimas amargas.

Adentreme un día por tierras tan desoladas
y como si fuere una fotografía
en mi mente olvidada
encontreme con los mismos paisajes,
con las mismas fuentes y vaguadas
y con el mismo aire serrano,
ese que llena los pulmones y resucita el alma,
diciendome con palabra entrecortadas
somos aire, somos calor, frío y destemplaza
de estas tierras somos lo único que no le falta.

Y miré hacia los infinitos llanos
ahora campos de labranza
y solo vi entre tanta grandeza
en forma de tierras, sendas, caminos, encaños y ramblas
negros cuervos de amplias alas
batir el aire y venir a graznar cual música de cámara
allí donde las corrientes de aire se llevan su presencia
hacia las altas almenas desplobadas de un castillo fantasma.

Autor de la poesía: José Vte. Navarro Rubio


Historia El castillo de Garcimuñoz está situado en un lugar elevado que en tiempos de los romános se llamó "Segar". En el periodo de ocupación musulmana este lugar pasó a denominarse "Al Borch Jamal" y parece ser que en 1172 estaba ocupado por los cristianos cuando las tropas almohades que iban avanzando desde Sevilla lo tomaron. Los musulmanes crearon todo un sistema defensivo en lo que se denominaba La Mancha de Montearagon mediante la construcción de pequeñas torres defensivas o alcázares y es posible que aqui hubiera una de ellas (pero esto sólo puede saberse con una excavación arqueológica). Los almohades tomaron el lugar durante una expedición contra Huete protagonizado por el sultán Yusuf. Cinco años después en 1177, el rey Alfonso VIII conquista la ciudad de Cuenca y también este emplazamiento musulman durante su avance hacia Alarcón y Moya. El castillo tomó entoncés el nombre del caballero conquistador Garcia Muñoz que podría ser uno de los caballeros de confianza del rey. Posteriormente Alfonso X el Sabio nombra a su hermano el infante don Manuel hijo de Fernando III el Santo, Adelantado Mayor del territorio, que comprendia mas o menos el territorio llamado La Mancha de Montearagon formada por tierras de Alicante, Murcia y manchegas. De este modo surge un señorío particular denominado señorio de Villena, cuyos territorios eran enormes.

Sancho IV sobrino de don Manuel amplia el territorio. Pero es con su hijo don Juan Manuel con quien desde 1298 el señorio de Villena adquiera gran poder gracias a su apoyo al rey. Este habitó gran parte de su vida en el castillo de Garcimuñoz y fue aquí donde escribió gran parte de su obra.

En este momento el marquesado tiene cuatro grandes núcleos importantes: Alarcón, Chinchilla, Villena y Garcimuñoz, desde los cuales lanzará ofensivas contra la corona. Alfonso XI consigue romper las alianzas con Aragón y ataca el señorio desde Cuenca y Murcia. Don Juan Manuel se reconcilia con el rey pero poco después vuelve a pactar con Aragón donde finalmente tiene que exiliarse después de una nueva derrota.

En 1348 muere don Juan Manuel y le sucede su hijo don Fernando que también fallece a los pocos años y lo mismo ocurrirá con su hija doña Blanca que hereda el señorío siendo una niña bajo la tutela del caballero don Iñigo López de Orozco. Doña Blanca que era la esposa de Enrique de Trastámara, no llegó a gobernar directamente y además muere muy pronto, en 1360, desapareciendo con ella los herederos del señorío y este pasa a ser nuevamente propiedad de la Corona.

Desde la subida al trono de Enrique II gracias al apoyo de Aragón, el castillo ira pasando de la Corona a la nobleza sucesivamente hasta llegar a 1436 año en que curiosamente no pasa a manos de la corona castellana sino del rey de Navarra Juan I. Dicho rey logra un compromiso matrimonial entre su hija la infanta Blanca y el principe heredero de Castilla el futuro Enrique IV. En la dote se incluye el Marquesado de Villena. Hasta la celebración de la boda, que tendría lugar después de cuatro años, Garcimuñoz y otras villas aceptan que el rey de Navarra administre este territorio. Pero el rey le entrega la villa de Garcimuñoz a don Rodrigo de Villandrada, conde de Ribadeo, en agradecimiento por sus servicios, aunque éste nunca llegará a tomar posesión de él y durante estos cuatro años el territorio seguirá gobernado por el rey de Navarra.

En 1445 la situación politica era complicada. Los nobles no aceptaban ni la autoridad del rey ni la de su valido don Álvaro de Luna. Surge ahora la figura de don Juan Pacheco, el que el principe heredero don Enrique nombrará Marqués de Villena, y se convierte en el verdadero árbitro de Castilla. Hereda una gran cantidad de tierras y villas y su poder estará muy por encima del valido don Beltrán de la Cueva y tanto Juan II como su hijo Enrique IV serán meros representantes del trono. En 1449 el rey Juan II le hace una concesión: los castillos de Chinchilla y Garcimuñoz como compensación de la pérdida de Medellin, con la que el marqués sale ganando puesto que ambos castillos están estrátegicamente mejor situados. En estos momentos don Juan Pacheco construye una nueva fortaleza en Garcimuñoz sobre la antigua de yeso cuya traza se conserva actualmente.

Don Juan se pone a la cabeza de la oposición a la subida al trono de Isabel la Católica junto al arzobispo de Toledo y don Alfonso Carrillo frente a los Mendoza. En esta guerra juegan un papel importante las villas de Belmonte, Alarcón y Garcimuñoz que eran el último reducto del marquesado de Villena. Los reyes enviaron a Jorge Manrique como capitan de las Hemandades de Toledo, a Pedro Ruiz de Alarcón y a Pedro Fajardo Adelantado de Murcia a conquistarlas, y fue precisamente frente al castillo de Garcimuñoz donde Jorge Manrique fue hérido de muerte, aunque su fallecimiento tuvo lugar en una población cercana llamada Santa Maria del Campo Rus donde tenía instalado su campamento.

En 1480 termina la contienda y el patrimonio de don Diego López Pacheco sufrirá una importante merma. Garcimuñoz será segregado como parte de la herencia correspondiente a una hija del segundo matrimonio del antiguo marqués que era nieta del condestable don Pedro Fernández de Velasco, doña Mencía Pacheco. Aquí termina la importancia guerrera del castillo de Garcimuñoz. Posteriormente seguirá siendo importante como villa principal del señorio del Marquesado de Villena, Duques de Escalona. Hasta bien entrado el siglo XVIII los marqueses de Villena son los señores efectivos de la villa, poniendo Corregidor en ella y cobrando las alcabalas. Pero es gracias al traslado de la iglesia de San Juan Bautista dentro del recinto del castillo y su utilización como cementerio, por lo que ha podido llegar hasta nuestros dias aunque su estado actual sea ruinoso.

Castillo Está construido en sillarejo y argamasa. Su estructura exterior que se conserva integra está formada por un cuadrado irregular de recios y altos muros rematados en las esquinas por cuatro cubos de planta circular; el del norte en el que estaba situada la torre del homenaje es bastante mayor que los demás. Estos torreones tienen cúpula de ladrillo y estaban coronados por casamatas o amplias plataformas para el emplazamiento de la artillería.

Tuvo en tiempos dos plantas más la baja, dispuestos en torno a un patio central o patio de armas. Esta estructura problablemente se destruyó cuando se convirtió una crujía del castillo en la iglesia que se inauguró el 7 de junio de 1708.

La planta baja está reforzada hacia el exterior con un talud. En la primera planta destacan troneras de última época, denominadas de cruz y orbe, semejantes a una cerradura invertida rematada en cruz. En el segundo piso de su lado noroeste destacan unas ventanas góticas en forma de cruz, dos de ellas originales y el resto reconstruidas. Tanto en los lienzos como en los cubos ya se advierte el clásico cordon o bocel decorátivo caracteristico de las fortificaciones del siglo XV situado en el arranque de las ventanas de la segunda planta.

Las ventanas del primer y segundo piso en sus alas noroeste y suroeste dan testimonio de que una parte del castillo también tuvo finalidad palaciega. Este carácter palaciego se ve atestiguado también por la rica decoración gótica de la entrada, una de las más artísticas y originales de todos los castillos de España.

La portada que es una joya entre los castillos de España. esta hecha con sillares antes claros y ahora enmohecidos por el tiempo y la lluvia, y han sido restaurados a causa de su valor artístico. Su estilo es gótico isabelino y semeja un retablo de piedra tallada supenso sobre el muro.

En ella distinguimos dos partes: la inferior corresponde a la puerta que se halla casi a dos metros sobre el nivel actual del suelo, sus jambas se rematan en un arco carpanel. De la prolongación de las jambas arranca una orla ornamental que se cierra sobre la corona, debajo de esta y en el centro las armas reales de Enrique IV de Castilla, mas abajo, una armadura y tres escudos con armas barrocas.

La parte superior es una buhadera o ladronera ciega solo iluminada por estrechas troneras. Arranca de un par de ménsulas poligonales en las que descansa un arco semicircular. Mas arriba destaca la buhadera ciega que se cierra sobre si misma a ambos lados formando torrecillas. En ella hay cuatro huecos de troneras en forma de llave invertida rematada en cruz.

Iglesia de San Juan Bautista Parroquia inaugurada el 7 de Junio de 1708 y construida en una de las salas del castillo al haberse hundido en 1630 la Iglesia de San Juan. Iglesia de planta de cruz latina, con pilastras de poco saliente sobre alto pedestal y con cornisa neoclásica en que se apoyan los perpiaños. Bóvedas de lunetos, excepto la central del crucero que es vaida. Por el norte hacia el patio del castillo, tres capillas de identico trazado con cúpula y pequeño tambor.

Cabe destacar como enseres de la Iglesia de San Juan Bautista, una copia de la Sabana Santa traida de Turin por Alonso de Villamayor.

Cruz de don Jorge Manrique La cruz de don Jorge se encuentra a unos tres kilometros del castillo en el camino de la Nava. Es un monolito hecho con la piedra del derrumbe de la Catedral de Cuenca. Tiene una cruz de metal en el centro custodiada por dos escudos, al pie de la cruz existe una inscripción que reza: "Aquí cayó mortalmente herido Jorge Manrique, luchando por la unidad de España" en el pedestal hay un hueco destinado a una arqueta en la que se encontraban las coplas de Jorge Manrique entre ellas las famosas "a la muerte de su padre". Fue inaugurado en 1942.

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