HAY TANTO DE QUE HABLAR

Causa estupor comprobar como de repente  los presidentes de los gobiernos autonómicos se vuelven austeros a base de rebajar los sueldos y de sacrificar determinados servicios que tienen que ver con el estado de bienestar de sus ciudadanos y causa estupor comprobar, también,  como muchas veces la falta de control y las políticas nefastas pueden llevar hacia derroteros no deseados. A la vista del desbarajuste el peso de los ajustes  recae sobre los funcionarios, los parados, los contratos de trabajo de aquellos que cobran un sueldo mínimo y los servicios públicos como pueden ser la sanidad y la educación. Y me pregunto yo ¿y a los demás qué?. Aquí nadie habla de los grandes sueldos de los magistrados, de los grandes mandos militares, de los registradores de la propiedad, de los notarios, de las ayudas económicas y en forma de rehabilitación de inmuebles que recibe la iglesia, ni de acabar a nivel mundial con los paraisos fiscales, ni del enriquecimiento ilícito de ciertos personajes, ni  tampoco se habla de los cuantiosos defraudadores de la hacienda pública; es decir de aquellos que hacen verdaderas ingenierías contables con tal de no pagar al fisco, ni de mejorar las inspecciones de trabajo, ni de lo obsoleto que se ha quedado en muchas comunidades el tema de la agricultura,  ni del poco rendimiento que le sacan los agricultores a sus producciones agrícolas y del mucho beneficio que extraen los intermediarios a costa siempre del productor. Hay tanto que reformar: mancomunar ayuntamientos, acabar con diputaciones, reducir el número de senadores, reducir las ayudas, no duplicar servicios, controlar mejor, liberalizar las farmacias y estancos.....etc




Autor: José Vte Navarro Rubio