El despertar entre silencios,
el beso,
la caricia,
el susurro
y la luz entrando a hurtadillas
en la habitación
como si fuera una ladrona
de momentos dulces
y se quisiera hacer un traje de diseño
con el pijama que cuelga del vestidor.
El reloj que suena
todas los días
y a la misma hora
siempre
después de haberme despertado
y estar mirándolo
de forma desafiante
durante unos segundos
para ver
si de una vez por todas
es capaz de entender
que le gano la partida.
Autot: José Vte. Navarro Rubio
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