Ir a la búsqueda de algo por descubrir.
No encontrar nada y pensar que todo esta perdido.
Volver al origen y escarbar hasta que las uñas se hacen añicos.
Desesperarte y salir para buscar aire libre y limpio.
Descubrir que la libertad no existe y que el aire está contaminado.
Ser ambiguo hasta el extremo de cambiar de opinión según los rumores te vengan por uno u otro oído.
Descansar para ver si el pensamiento fluye con más rapidez y te trae nuevas ideas con que enfrentarte a ese obstáculo con el cual has tropezado y te impide continuar tu camino.
No encontrar ideas.
Mirar a tu alrededor y ver que todo esta perdido.
Seguir caminando sin orden ni concierto.
Andar a la deriva como un barco.
Llegar a lo que piensas que es un puerto seguro.
Carecer de verdaderos amigos.
Descubrir que todo se compra con dinero.
Pedir auxilio.
Pasar a tu lado la gente como si no existieras.
Solucionar problemas y que a ti no te solucionen ninguno.
No ser nada porque nadie de verdad te ha conocido.
No servir para mentir ni para escuchar a un mentiroso.
Llamar a las cosas por su nombre.
Al ladrón por ladrón y al mal político por mal político.
Volver a los orígenes.
Comer, dormir, satisfacer los instintos, hablar con la mujer y los hijos, amar, ir al teatro, trabajar, disfrutar de la vida, pasear un perro, visitar a la familia, tomar café y cerveza y de vez un cuando un puro, leer, viajar, veranear, escribir, meditar y corregir viejos escritos, reir, llorar....y así hasta el infinito.
Que les parece: ¿Poco o mucho?
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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