sábado, 23 de julio de 2011

POESIA: SOBRE LA BASURA TRABAJAN LOS PARIAS

Sobre las basuras urbanas
 trabajan los parias del mundo
a los que la vida no les da nada
y a la espera de otra vida mejor
trabajan y trabajan los dalits: parías
en una India lejana y enigmática
con olores a incienso, jazmines y lavandas
y a piras de  carne humana ahumada.

Las Leyes de Manu atenazan
pues fueron hechas a semejanza
de unos seres superiores
brahmanes, chatrías, vaishias y shudrás
que se alzan sobre el resto
como si no pasara nada.

Es en los amaneceres de todos los días
cuando los seres invisibles,
los jatis y los renegados de la vida
polulan sobre montones de estiercol
calles, sendas y plazas,
a la busqueda desesperada de un trozo de pan
con que llevarse el hambre
y poder continuar su batalla
consistente en sobrevivir
sobre verdes montañas de bolsas de basura recicladas.

Una India de tonos oscuros
con ruidos a tambores
y a rugidos de tigre de bengala
surge en  mi mente
mientras la tarde avanza
entre  imágenes borrosas
de aguas negras  y contaminadas,
mugidos de  vacas sagradas,
palabras de niños y mendigos
que extienden desesperadamente
sus  brazos descarnados
suplicando unas  monedas en una plaza,
y  frescos jardines de palacios
con pistas de tenis, campos de golf y Críquet
donde unos pobres parias
limpian de heces las cloacas.


José Vte Navarro Rubio

POESIA: ÑAQUE, ÑAQUE

Ser blanco en España
y negro en Honduras
que más importa saber
de la blancura, la negrura
y la textura
si Dios nos hizo
a todos iguales al nacer.

Bailar al ritmo de las guitarras,
panderetas,
timbales, dulzainas
o tambores
que más nos importa el instrumento
si todos tocamos al mismo son.

Ser hijo de la tierra
y esta que no sea tuya.

Mayombe y brujería
desde la alta sierra
hasta la baja llanura
y desde los lugares de intenso frío
a los de máximo calor,
el pobre vive en todas partes
como puede, sabe y entiende
y sin duda con mucho dolor.

Ser en "La Plaza",
en "La Carrera",
o en "La Solanilla"
donde el sol a plomo caía,
Ñeque o zompo,
que a pedir trabajo acudía
a la hora que el látigo la piel abría,
y luego vendrían, como no,
consuelos
y para ello daba la vida
quita penas en forma de alcohol
y más alcohol que se bebía
al son de las guitarras
panderetas,
timbales, dulzainas,
o tambores
mientras vigilaba el ojo avizor.


José Vte Navarro Rubio

POESÍA: ENTRE CALORES Y SOLES

Trabajaba, trabajaba,
y más duro trabajaba,
mientras sentado esperaba
que le traieran agua
del pozo "Las Pitas" recién sacada.

Trabajaba, trabajaba,
desde buena  mañana
entre calores y soles
que a la camisa se agarraban
allí en "El Rubial"
entre surcos y más surcos
que  no se acababan.

Trabajaba, trabajaba
y aunque cansado estaba
trabajaba,
ya la alacena vacía
y la hambruna cercana
se oían voces pidiendo
pan, pan, pan y más pan
para poder ser
cantadores de coplas
y amigos de unas viejas guitarras.

Trabajaba, mi abuelo, trabajaba,
no le daba pena y por eso trabajaba
mientras allí en Madrid
un señorito se gastaba
entre coplas, cantares, vinos y jarana
lo que "La Moraleja" y sus tierras le daba.

Canta el blanco, negro, amarillo,
todos ellos cantan,
cantan en Pinarejo,
¡cantar al alba!
que vuestro amo
de colores no sabe nada
¡Ay Dios mio de aquella
y esta España
y de aquellos y estos amos,
tan amos,
que solo su dinero aman!

José Vte Navarro Rubio

PINAREJO: POR SER DEL CASTILLO SU ALDEA

Áspero hierro de otros días
suenan ecos de batallas
en estas tierras  estériles
a las que los hombres se agarran
como si fuera el cuerpo de una guitarra.

Por ser del castillo su aldea
cuanta palabra mal gastada,
cuanta tinta derramada
y cuantos  muertos a la espalda
por ser más que yugo
afilada espada
en la tierra de los Manueles
entre surcos que se regaban
con la sangre inocente de los pobres parias.

¡Ay de Jorge Manrique
quien te mandara
venir a morir tan lejos de casa
en aquellos días
de tan duras batallas
con tal de servir a un Rey
que desde lejos ordenaba
saquear castillos, violar
y tomar por la fuerza  las casas!

Podría la historia  recordar
en ello debe estar la gracia
lo que fue de estas tierras
y de los hombres y mujeres
que en ellas trabajaban
ahora que sólo queda
ya pasadas las páginas
recuerdos y más recuerdos
de aquellos que mandaban.

Arde la tarde sola
en días de ásperas lágrimas
mientras las paredes del camposanto resplandecen
como si estuvieran desesperadas
y entre latigazos
que en el cielo restañan
se oyen cantares de serafines
allá donde la vista a ver no alcanza.

¡Allí, sólo allí!
Por fin sé que allí no hay  nada

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: ALLÁ LEJOS ENTRE MONTES

Allá lejos entre montes,
montes y más montes
Pinarejo  no se acaba
y ves entre luces difusas
un alto edificio
que te sirve para decir
ya estoy en casa.

Pinarejo más Pinarejo
que te pasa
¡Ay Pinarejo
que por mi alma andas
y asomas a mi memoria
cuando llega la mañana!

Allá lejos entre montes
cerca de donde
tu término se acaba
Pinarejo más Pinarejo
cuanta dura batalla
por ser pueblo entre los pueblos
en esta querida Mancha.

Pinarejo más Pinarejo
tu nombre me reclama
y como si fueran dos cruces
clavadas en el pecho
allá en el monte
entre silencios que no hablan
la tarde pidiendo amor
tu nombre me reclama.

José Vte. Navarro Rubio

viernes, 22 de julio de 2011

POESÍA: A UN POZO DE LA PLAZA

A un pozo de una plaza
y sus mil aventuras
en aquellos días lejanos
de un Pinarejo
que cada día renacía
al son que marcaba
una vieja melodía
de nombre esperanza
que se oía
a través de las ventanas
a esas horas de la tarde
 ya caída
en que los labradores regresaban
a las casas
cuando las mujeres se disponían a rezar
las Letanías Lauretanas :
"Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,
Arca de la Alianza"

A un pozo de una  plaza
del cual sé
que en su fondo había agua
de la cual los animales bebían
en aquellos días de labranzas
estériles y largos
en que restañaban las riendas
sobre los muslos de las bestias de  carga.

A un pozo y otras historias,
historías las hay y las había
en este Pinarejo
que tiene en La Mancha
nadie de ello lo duda
su lejana cuna y
por siempre sepultura preparada.

José Vte Navarro Rubio

POESÍA: SON RECUERDOS

Y llegué,
de la mano cogido
de silencios
y más silencios,
a recorrer
esas vastas tierras
y esos polvorientos caminos
y llegué,
en el momento oportuno,
cuando los campos
ebrios de agua
pedían como único alimento
gotas de roció,
y cuando
desde las copas altas de los árboles
bajaban hasta la tierra
los trinos
de esas pequeñas avecillas
de Pinarejo
sus mejores músicos y vecinos.

Y paseé
entre verdes olivares
zarzas, cardos y campos de trigo
y a la espera
y bajo la sombra de un olmo
de grafiosis por la enfermedad herido
pensé
que triste es el destino
de estos hombres y mujeres
de mi pueblo, Pinarejo, querido,
que viven a la espera,
siempre espera,
de  ver los campos de verdes brotes tupidos.

Y vi a lo lejos el pueblo
y me encaminé
en pos de un descanso merecido
y ya a las puertas de Pinarejo
respiré tranquilo
mientras una radio anunciaba
desde el fondo de un patio
por el sol comido
la muerte del Generalísimo.

José Vte Navarro Rubio

¡Bienvenido, Míster Marshall! (Bienvenido, Mr. Marshall)

Villar del Río es un pueblo pequeño, tranquilo, pobre y olvidado, en el que nunca pasa nada que se salga de la rutina. Sólo la llegada de la cantante folclórica Carmen Vargas y de Manolo, su apoderado y representante, ha supuesto una novedad en la aburrida vida del pueblo. Sin embargo, ese mismo día se presenta de pronto un delegado gubernativo que anuncia que, de un momento a otro, va a llegar una comisión del Plan Marshall (proyecto económico americano para la reconstrucción de Europa). El alcalde del pueblo, un hombre bonachón, decide entonces que toda la población se disfrace al más puro estilo andaluz para causar buena impresión a los visitantes que vienen a repartir dinero. (FILMAFFINITY)

Este es el resumen de una película que marcó una época en la que España quería salir de  un subdesarrollo que la atenazaba gracias a la inversiones americanas: aperturismo. La escena del alcalde en el balcón y de la cohorte de americanos subidos en esplendidos coches pasando de largo por el pueblo marco época.

Pinarejo por aquellos días venía a ser un Villar del Río más que se sumaba a esa ingente de pequeños pueblecitos rurales repartidos por la geografía española en que sus habitantes vivían de lo poco que daban las cosechas y de lo mucho que daba el hambre. El hambre siempre ha sido un buen consejero y cuando no ha matado ha servido para agilizar la mente. Las grandes revoluciones ocurridas en la historia vinieron casi siempre condicionadas por un hecho: descontento provocado por la hambruna.

Por Pinarejo no pasó Mr Marshall pero pasaban otros que miraban al pueblo con despecho y una cierta soberbia sin saber ni darse cuenta de los valores que se encerraban tras las primeras paredes del pueblo.

Pinarejo al igual que otros pueblos de su contexto está necesitado de ayudas, pero para que estas vengan hace falta que los políticos del momento se apeen de sus coches y visiten los pueblos viendo cuales son sus necesidades.

¿Que será que todos quieren mandar y luego a las primeras de cambio todo se convierte en excusas y más excusas? Cuando vienen las elecciones los que quieren ganar desde la oposición se enmascaran en un mensaje: ganar para cambiar y luego después cuando han ganado el mensaje se convierte en "amarrarse los machos" porque el asunto estaba peor de lo que yo esperaba ¿a quién quieren engañar? o lo que es mejor ¿quién se quiere  dejar engañar?

El asunto es más fácil de lo que parece, si uno compra una caballería y con ella no puede labrar porque le han engañado, se calla deja la caballería en la cuadra  y se compra otra, pero no va por ahí a diestro y siniestro diciendo que le han engañado, porque la gente dirá "amigo/a haber sido más listo".
.
José Vte. Navarro Rubio

jueves, 21 de julio de 2011

POESÍA: POR ESO ESCRIBO

Atónico contemplo.
¿Que has dicho?
¡Que atónico contemplo!
Bien dicho,
la paz en forma de silencios
aquí sentado en un banco
a la espera, sosegada,
de esos otros momentos
para los que sólo pido
tiempo, tiempo y tiempo,
por eso escribo
a la espera de que estos versos
sean bien  recibidos. Pido,
ya Pinarejo convertido
en negra noche que atenaza los sentidos
la paz, el trabajo y la palabra,
para mis amigas y amigos
por el desempleo fatálmente heridos.

Por eso he dicho
viva el hombre y la mujer
"bien nacidos"¿ lo has entendido?
que de la espera solo quedan
penas que inundan el alma
y anegan de temores los sentidos
mientras el hombre busca
como si fuera aguja en un pajar
el momento preciso
para dar por cumplido su compromiso.

José Vte. Navarro Rubio

miércoles, 20 de julio de 2011

POESÍA: VIENEN Y SE VAN

Vienen y se  van
y son
en estos momentos
cercanos a las 12 de la noche
silencios  y más silencios
los que me azotan
como si fueran un viento extremo
o poniente maligno
que entra por las ventanas
y me impide el dormir.

Son horas de salir a la calle
y mirar al cielo
en busca, siempre a la busqueda
de esas estrellas entrañables
que todas las noches se acercan
 hasta la era  grande de Pinarejo
para extasiarnos con su belleza.

Y es el momento oportuno
en que ya asido
a las páginas interminables de un libro
leo:
"no, esa España tuya o mía "
y me entra un cierto recelo
por no terminar de entender
que de malo  hay
en que esa España arco iris
que nos ha visto crecer
sea de todos por igual
de la misma forma que lo es
la leche que nos dieron al nacer.

Y vuelvo a las eras y al molino,
al Calvario y a la carretera,
a la esquina del Molinillo y a la Solanilla
y me dejo caer
por esa calle que lleva hasta la iglesia
y es allí
donde termino por entender
que finaliza el camino
que comienza con el nacer
y termina con el morir
que no es cualquier tontería.

Jose Vte Navarro Rubio

PINAREJO: MAGIA DE OTROS DÍAS

Magia de otros tiempos,
o quizás brujería,
los recuerdos nos llevan
sin prisas
por esos lugares de Pinarejo
que saltan a la vista.

De un pozo, "La Veguilla", que era de todos
el de agua más clara y limpia
a una  alameda llena de vida
y de unos caminos polvorientos
a unos campos donde las simientes germinan.

Amanece en Pinarejo
a esa hora precisa
en que vacío de sol el orbe
se oye el andar sin prisas
de algún hermano o hermana
que hacia La Plaza se encamina.

Y llega la mañana
a la sombra de  los árboles provistos
de tupida cabellera
y como si fuera una estampa
 ya otra vez vivida
la siesta nos acerca
hacia lugares con verdes praderas
y hacia riberas de ríos
donde se oye el cantar del agua
al besar la tierra humeda
que le sirve de frontera precisa.

Ya en el Charcón se respira
de ese aire fresco, muy fresco,
 lleno de melancolía,
 como un iceberg a la deriva,
y entre esencias de lavanda y espliego
y un calor que de pleno nos atiza
viene la cuesta de  Santa  Ana
y más allá los adelantados corrales,
algunos devastados y otros en ruínas,
y en ellos los habitáculos, cuadras,
donde un día
se cobijaron las caballerías.

Más de otros  tiempos, magia,
¡Santa Águeda bendita!
oigo plegarias en la iglesia,
a unas horas imprecisas
al  mismo tiempo que las palomas,
esas aves por todos queridas,
se asoman fuera del nido y nos avisan
de que la iglesia está vacía.


José Vte. Navarro Rubio

martes, 19 de julio de 2011

POESIA: ESTE MI PINAREJO, QUE DOLOR

Como si fuera,
como si fuera si señor,
un lamento profundo del alma
siento yo,
penas y más penas,
penas si señor,
que me llevan
con mucho dolor
por esos caminos,
caminos si señor,
de este mi Pinarejo,
que se alza,
allí donde un día quiso Dios.

No se el cómo, ni el cuando,
ni el por qué,
un día Pinarejo apareció
y como si fuera
una estrella en el cielo
nos alumbra,
nos da luz digo yo,
para seguir viviendo
al mismo son
que las horas de un viejo reloj.

Tiempo al tiempo
digo yo,
y más que tiempo paciencia,
amigo por qué no,
para ver caer los  años
como si fueran hojas secas
de un almendro en su día en flor
y ya llegado el verano
en su máximo esplendor
ser en esa plaza
de Pinarejo su corazón
como la torta de un verde girasol
que se levanta por las mañanas
buscando con ahinco el dorado sol.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: Y LLEGO LA NOCHE



Entre silencios eternos
duerme Pinarejo
a la espera,
siempre espera,
de que el negror de la noche
en forma de pesadas nubes
se convierta en luz
que llene los espacios de alegría y vida.

José Vte Navarro Rubio

POESIA: A UNA FUENTE DE AGUA CRISTALINA



LLega en Pinarejo la noche
y nos lleva
como en otros días
hacia lejanos horizontes
enmedio de una plaza
y de unos silencios tremendos
que chocan con ese agua cristalina
que asciende hacia el cielo
a la busqueda,siempre busqueda,
de su purificación definitiva.

José Vte. Navrro Rubio

POESIÁ: PAREDONES DE PINAREJO



Camino que nos lleva
hacia otras llanuras
entre campos de poblados trigos
y horizontes lejanos
entre los que despunta
como si fuera el faro de Alejandría
los paredones de Pinarejo
como queriendo decir
yo soy para tí caminante
que desde lejos me miras
el soplo de aire que te da la vida.

José Vte. Navarro Rubio

POESIA: EL CALVARIO DE PINAREJO



Son tres cruces las que nos indican
que estamos en Pinarejo,
tres cruces que recuerdo de toda la vida.
Cruces con las que sueño,
por eso puedo decir
que de calvarios y cruces
están hechas  nuestras vidas.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: YA NO MUELE EL MOLINO




Por moler ya no muele el molino
aunque todavía le queda vida
y una imponente figura
que desde lo lejos se divisa
y nos sirve para decir
llenos de una gran emoción
ya estamos en Pinarejo
paraíso de paz y eterna alegría.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: NEGROR SOBRE LA PLAZA


    

De la plaza su fuente
y de su fuente la alegría
de ver ese chorro eterno de agua
subir y caer con tal armonía
que hasta el negror del día
le tiene envidia.


José Vte. Navarro Rubio

domingo, 17 de julio de 2011

POESIA: PINAREJO CON OLOR A PINO

Pinos de las tierras de Pinarejo,
pinos y más pinos,
de la Hoz sus hijos
y de la historia testigos
de aquellos azarosos avatares
de los pobres  campesinos
arando la tierra de sol a sol
y recolectando de luna a luna
y de los verdes pinos
sus piñas
y de los rectos troncos
su olorosa resina
y de las verdes ramas
su aroma  a vida
y de estos y aquellos pinos nos queda
como si fuera llanto,
tal vez mugido,
o ligera música de pasodoble
en un olvidado casino,
leyendas y más leyendas
que nos hablan de aquellos otros días
de un pueblo surgido
a la vera de un pozo y de un montecillo
lleno de hayares, pinares, montes y olivos.

Pinarejo con olor a pino
a retama y tomillo,
¡Pinarejo , Pinarejo!
¿Dime Pinarejo querido
que ha sido de  tus altos pinos,
centenarias encinas,
barbechos junto a los caminos
y poblados campos
de cebada, centeno, avena y  trigo?

José Vte. Navarro Rubio

POESIA: PINAREJO QUE A MIS OJOS VIENES

Pinarejo
que a mis ojos vienes,
Pinarejo
que de mis ojos te vas,
te presiento cerca,
te quiero tocar,
a la vez
que recuerdos eternos
no me dejan de rondar.

De los días
de largos silencios,
y de las noches
de largas esperas,
a la luz de un candil
con olores
a quemada mecha,
sube ,
asciende, sin parar,
hasta ese lugar llamado era,
el crujir de los troncos de leña
al arder sin misericordia
en la recóndita chimenea,
y el balar de las ovejas
siempre a la espera
del dulce sueño en las parideras.

¡Pinarejo, Pinarejo!,
¿que nos queda
de aquellos días y noches
de bailes y toros para las fiestas,
carnavales y disfraces para la Cuaresma,
mayos para las  noches de luna llena
y días de siega y parva
cuando el sol más aprieta?


José Vte. Navarro Rubio

PINAREJO PATRIA DE EMIGRANTES

Resignación; trabajo y dejar la hiel sobre el surco eran algunas de las recetas que los pinarejeros y pinarejeras sabían trasmitir de forma puntual a sus hijos e hijas. En ello, en el trabajo y en cumplir en el noble arte de doblar la espalda iba la vida y válgame  Dios que las enseñanzas eran bien memorizadas y trasmitidas de padres a hijos, en aquellos momentos en que en las casas hacían falta brazos, con tal de llevar un poco de comida y paremos de contar y de pensar, por ahora, en algo más que no fueran estas elementales cuestiones.

Y digo yo ¿que nos queda de aquellos momentos? Nada o muy poco y todo esto, amigos y amigas porque el mundo ha  cambiado de forma notable y las personas también. Pinarejo no podía vivir de espaldas a esta realidad y por ello sus hijos y hijas o bien salieron del pueblo para hacer fortuna o bien se quedaron en el pueblo a la espera de que algo cambiara. Hablamos de los años 1960, década de los años 60 del siglo XX, en que Pinarejo comenzó a despoblarse debido principalmente a que no había expectativas de futuro, a que el hambre llegaba a las casas  y a que ciertos rumores avisaban de que el futuro, en forma de trabajo, se encontraba a unos cientos de kilómetros. Con las enseñanzas bien aprendidas los pinarejeros y pinarejeras salían del pueblo con la única esperanza de trabajar  y trabajar. Es decir con el sano propósito de hacer aquello para lo que habían sido educados y con la notable intención de dar mejor  futuro a sus hijos. En este decidido empeño muchos lograron su propósito  y  otros se quedaron a medio camino, aunque la verdad sea dicha por ganas de trabajar nunca quedó. La colonia de pinarejeros y pinarejeras en la provincia de Valencia se estableció principalmente en Torrente y alrededor de la ciudad de Valencia. En aquellos días Valencia, ciudad, estaba circundada por barrios emergentes en los que se acomodaba una clase trabajadora procedente de diferentes provincias. Mayoritariamente la emigración  venía de Castilla La Mancha, Extremadura  y Aragón: Teruel. Allí en aquellos lugares convivíamos, unos y otros, sin necesidad de  medidas compensatorias y sin necesidad de auxilio social. Fueron momentos duros de trabajo y más trabajo en que los emigrantes, todos sin excepción, se tenían que acomodar a unos moldes culturales y sociales muy diferentes a los que hasta entonces habían prevalecido en sus vidas. 

Valencia, al igual que Alicante, Baleares, Madrid y Barcelona, supieron desempeñar bien su papel de anfitriones y unos y otros, los emigrantes, mis emigrantes, se fueron poco a poco acomodando a esta nueva forma de vivir y ayudaron con su esfuerzo a regenerar el tejido industrial de lo que luego llamaríamos la España desarrollada.

¡Que tiempos aquellos! No es que los recuerde con amargura, pues yo por aquellos días era un niño y se de lo que sé primero porque lo viví y después porque lo leí y me lo guarde para mis adentros.  

Como iba diciendo la colonia de pinarejeros/ as fue muy extensa en la Comunidad Valenciana. Yo los contaría por cientos. Ahora me pregunto ¿que queda de aquello?, ¿Sabrán los descendientes de aquellos santos varones y hembras que en los confines de La Mancha  hay un pueblo que se llama  Pinarejo que tuvo que ver algo con la vida de sus antepasados?

Creo que deberíamos crear un registro para comunicarnos de pinarejeros y pinarejeras, en el exterior, con tal de que pudiéramos continuar ofreciendo un cierto sosiego a esas almas que dejaron esta vida y quizas por allí, por los cielos astrales, se estén preguntando: ¿Que hay de nuestro pueblo, hijo?     

José Vte Navarro Rubio                                
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