viernes, 5 de agosto de 2011

POESIA: CULLERA Y WALL STREET

Huyen las olas
de ese constante vaivén
al que se ven sometidas constantemente
y vienen a morir dulcemente
en décimas de segundo
a la orilla del mar
que las acoge apaciblemente,
mientras las primeras cadenas del país anuncian
una gran crisis por culpa de la deuda europea.

Insensibles a la desaceleración mundial
rompen las olas sus estructuras y átomos
y se convierten en blanca espuma
que termina por desaparecer
bajo la superficie de la arena
y de las rocas tremendamente pulidas por el sol.

El agravante de la crisis de la deuda soberana
no tiene nada que ver
con ese ritual de muerte y resurrección
que día a día ocurre en nuestras playas
desde los orígenes de la vida en la tierra.

Sin tener en cuenta el valor del ibex
ni los datos de la bolsa
comandados por el Wall Street
van llegando a las playas las rompientes olas
junto con  miles de turistas
que despojados de sus ropas
se dedican a esperar
a que el sol llegue junto con las blancas gaviotas
trayendo en su pico
una rama de olivo que indique
que ya pueden jugar de nuevo a la bolsa.

Poca importa la situación de Somalia
con sus hambrunas y muertes por inanición,
ni la suerte de los ocupantes del barco libio
frente a las costas italianas.

Todo en la playa pasa desapercibido
pues el mar en los días de sol
trasmite tranquilidad y sosiego

¡Vaya paradoja y cruel broma!

José Vte Navarro Rubio

martes, 2 de agosto de 2011

POESIA: NEGRO SOBRE BLANCO

Negro sobre blanco
se esterilizan las figuras
y cae 
la tristeza de los pobres,
que es la noche
en forma de nieve blanca
y pura,
sobre hombres
desprovistos de futuro
que llevados
por los vientos cálidos del desierto
llegan hasta paraísos artificiales
para convertirse,
al igual que las gaviotas
que cruzan los océanos,
de aguas turbias y tristes,
a la búsqueda de tierra firme
y segura,
en imágenes inacabadas
de un momento llamado “silencio”

Llama el hombre a la puerta
y ésta se le abre
y detrás de ella aparece
como si fuera una cruel pesadilla
una realidad diferente
a como le había sido contada y soñada
pero el hombre no huye
y se agarra con todas sus fuerzas a la vida.

Son las manos de dedos esterilizados
las que se asen con todas sus fuerzas
a esa pasarela que es la salvación
y a ese puente de esperanza
que lleva de una orilla a otra orilla.

José Vte Navarro Rubio

POESÍA: DE UN ESCRITO

Tuvo que ser para el otoño o quizás invierno
ya las golondrinas volaban
en pos de otros destinos menos fríos,
cuando abriendo un cajón
me encontré con un escrito.

Fue para un otoño
cuando vi un escrito que decía
año 1937, Pinarejo,
y enseguida me vino a la imagen
todas aquellas cosas
que tantas veces había oído hablar
y que tenían que ver con la guerra incivil.

Me llené de melancolía
y pensé para mi mismo
que tenía que hacer
si leer o dar carpetazo al asunto.

Leí el escrito, lo leí,
y le dí la vuelta al papel, amarillo,
para comprobar
que ya todo estaba dicho.

Podría comentar su contenido
pero no será así,
seguro que no, y punto.

El escrito
tiene que tiene ver con Pinarejo
y aquel año de 1937
y con una quinta llamada del biberón.

Descansa, tal como había dicho, en un  cajón
a la espera de que mejores vientos
le den otro destino.

José Vte. Navarro Rubio

POEMA: QUIZÁS, ....QUIZÁS

Ancestrales astros me guían
a través de esos paisajes ásperos
como un menbrillo de pulpa amarillenta
y me llevan hasta állí
donde tu y yo sabemos
que tenemos un lugar reservado
por ser mortales como cualquier hijo de vecino.

Amé la vida y la amo
bajo el signo astral de capricornio
y no se si tenaz o burro
me mantengo en mis trece y recapitulo
ante la fuerza de la razón
pues se que no hay otro camino
para el progreso que no sea el que pasa
a través del filtro del razonamiento empírico.

Busco la esencia de la palabra no se si la quinta o la primera
al igual que aquel otro poeta de Pinarejo
de apellidos Valero Solana
y cuando encuentro el menor resquicio
apelo a mis sentimientos
y exploto la palabra hasta los límites de lo imposible.

¿Quizás  si Cuenca hubiera sido madre de todos sus hijos?
¿Quizás si Pinarejo tuviera en La Mancha otro destino?
¿Quizás? ¿Quizás?
Son tantos los quizás
y tampocos "los posibles", que duermo tranquilo
y vigilo desde ese alto peñasco
que se abre a la sierra desde los siglos de los siglos.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: VENUS DIOSA DEL AMOR

Vinistes a vivir a estas tierras
oh Venus diosa del amor y de la belleza
desnuda y cabalgando sobre una veloz centella
que te sacó de entre las olas del mar
donde dudabas entre ser
animal de sangre fría o eterna coplista
capaz de hacer inmortal a los enamorados.

¡Oh amiga de los cielos limpios!,
allí donde la meseta es cada vez más pinar viejo
y los manzanos maduran en las pequeñas huertas
junto a caudales escasos de agua
y de norias
que en su día fueron movidas por jumentos dóciles
y cotidianos en nuestra peculiar forma de vida.

Te veo surgir
en mitad de los trigos
y me percato
de que ese contornearse ágil
y mirar continuo
de los girasoles
es por tu presencia
que los inquieta
cada vez que te asomas
pare recoger la ropa
que tiende encima de los juncos
junto a las efímeras aguas
de las cuales un día salistes
tan espumosa como una botella de cava.

¡Oh  si Pinarejo fuera el Peloponeso,
o quizás Paphos,
o como el girasol o el trigo
o quizás como las hijas de Temis!
que cubrían tu cuerpo, diosa  Venus,
de delicados ropajes con tal de que Vulcano
no tuviera celos.

¡Oh si Romulo fuera de Pinarejo su hijo!
que Roma más pinarejera hubiera sido,
aquella bella ciudad de innumerables colinas,
madre de un imperio y de tantos hijos
que alguno de ellos se pasearon
por el camino Murciano
a la búsqueda de esa manzana de oro
con la cual París consiguió de Helena un amor
que a la postre fue tan desdichado,
como esos fragmentos de historia
que yacen en algunas estanterías
y hablan de aquellos tiempos antiguos
en que estandartes, lanzas, espadas y mazos
azotaban estas tierras,
del triángulo Manriqueño, sin piedad alguna
para con sus desconsolados habitadores
y siervos de la gleba.

He dicho.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: SE NOS FUE LA PRIMAVERA

No renuncio a esa estimada primavera
de penetrantes colores
y campos sembrados de vida. Ni sé  por qué motivo
en este verano tan esperando
mi memoria da la vuelta y mira hacia atrás
en una búsqueda mecánica
de esos días no lejanos en que surguía vida
allí donde antes había grietas en la tierra y hostiles páramos.

Me llegan por instantes
esos trinos acompasados
que como si fueran orquesta divina
se sube todas las mañanas al escenario
para interpretar su gran obra
de nombre que bonita es la vida
y en los entreactos de tan perfecta sintonía
tomo tiempo para respirar
y disfrutar de esos rayos de sol tan reconstituyentes
que si se pudieran vender bien enlatados
costarían de precio una  verdadera fortuna.

Desde el alto y despeinado cielo
planetas, astros y estrellas
miran hacia el planeto tierra con envidia.
No es para tanto se le oye decir a una estrella,
mientras la luna cada vez más cascabelera bosteza
y se entretiene jugando con un rebaño de luceros.

¿Que será que en estos días ya tan lejanos la primavera
todavía nos  llega con rumores a fiesta?

POESÍA: AQUELLO ERAN ROGATIVAS

No se por qué cielo, firmamento, sol, estrellas y luna
yacíais guardados en un viejo baúl
que sólo se abría en esos días
en que necesitados de ropa
para ir a la feria de Honrubia
había que buscar las mejores prendas
antes de subir al carro que nos llevaría
camino de aquella feria tan antigua
y con tanto renombre en la zona

Es así que en esos días el cielo se cubría de estrellas
como en esas noches en que se dormía
después de unas agotadoras jornadas de siega
a la par del carro y del camino, en cualquier barbecho,
allí donde la mano de la mujer hiciera la cama,
allí donde los miedos no fueran tan grandes
ni la noche tan triste y oscura.

Hoy he mirado dentro de ese baúl
y solo había unas bolas de naftalina
y un titular de un diario que decía
en Pinarejo y el castillo
un gran pedrisco arruinó las cosechas
habrá rogativas.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: A UN CUADRO DE PINAREJO

 Ese cuadro de Pinarejo
que delante de mí me mira
parece estar hecho a esas horas
en que la tarde ya caída
comienza a dejar su reinado
en las  manos siniestras de la noche.

Se refleja el aspa del molino
sobre la superficie blanca de la pared
que desde siempre le da abrigo
y como si existiera otra geometría
se dobla sobre la puerta
y cual arco de triunfo romano
a la espera, vigila
que desde más allá del negror
de esa puerta que en el molino se adivina
salga al molinero en jarras a decir
más trigo campos de Pinarejo
que de harina vive el hombre
y ésta en mi molino se muele
ya sea de noche o de día.

Mientras tanto y a lo lejos
Pinarejo espera
cual estimada poesía
que llegue la primavera
y el seco campo se cubra
de tiernas florecillas
y de aguas vivas
que a base de correr trasmitan vida.

Era que no es era ¿que es?
Una era larga, sin fin,
cubre el trayecto que hay
desde el molino a las primeras casas de Pinarejo
y en ella un camino
donde las bolas de bolear se convertían
en perfectos proyectiles de artillería
en aquellos días en que los mozos del pueblo salían
a realizar desafíos
que luego más tarde en la barra del bar se convertían
en inocente comidilla.


José Vte Navarro Rubio

POESIA: United States el mundo espera algo positivo

United States, la añorada
por un mundo que quiere vivir a vuestra moda
y para ello se levanta cada mañana expectante
a la espera de que las pantallas de la televisión
den una buena noticia.

Que no baje la bolsa,
que las palomitas de maíz no estén rancias,
que en San Francisco no se abra la falla,
que la bolsa de valores positivos,
que en Nueva York el último rascacielos,
el más alto, cene con las estrellas,
que Antonio Banderas haga de duro en alguna película.

No se, que pensais, tantas historias
como la de aquella guerra de unificación que sirvió
para que los negros y blancos fueran más libres
y otros, Ku Klux Klan (KKK),
se vistieran con sayones y capuchas
y prendieran fuego a cruces,
y matarán
despiadadamente durante un par de siglos.

O la de aquel acorazado Maine que se hundió,
lo hundieron,
en la bahía de La Habana
y nos costó salir a la ligera de Cuba
con el rabo entre las piernas
y sin hacer los deberes.

O la de estos otros republicanos y demócratas
que no sabemos a lo que juegan
pero si a lo que no juegan
que es a darse las manos y a dejarse de tonterías
antes de que el el Tea Party les pegue un patadón en el culo.

Menos mal que Barack Obama
está ahí para poner a cada uno en su sitio.

José Vte Navarro Rubio

lunes, 1 de agosto de 2011

POESÍA: AY DEL DÍA

Ay del día
en que ausentes los recuerdos seamos
cual monigote de circo o espantapájaros
carne, pelo y huesos en una caja colocados.

Quedará todo tal y como lo dejamos.
Los recuerdos dando vueltas por las habitaciones,
los árboles del patio masticando los calores y esperando
que la lluvia moje su cuerpo ensortijado,
la cámara al aire respirando,
los campos de olivos  huerfanos y desamparados,
la cosecha en el campo madurando,
la plaza con su verbena de carros,
las eras observando que no se les caiga el cielo encima,
los últimos besos en una mejilla flotando,
y mientras tanto en el campo santo una fosa esperando.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: A UNA CAJA DE ALPARGATAS

De pequeño subía yo
por aquellas calles empinadas
de La Divina Pastora y Tesillo
y jugaba arrastrando un pequeño carro
hecho con una caja de alpargatas
que mi madre había truecado
por una docena larga de huevos
en aquel ultramarinos que Adelaido tenía
en una esquina de la Plaza de Pinarejo.

Un pequeño cordel de hilo de pita
y mucha fe y ganas
era lo que hacia falta a mis cinco años
para creerse que la caja era un carro
y yo el carretero que la arrastraba.

Yo podría jurar desde esta distancia
que en el juego ponía empeño y muchas   ganas.

Y de ese día recuerdo
que llegué hasta la explanada de una gran casa,
iglesia luego me dirían,
donde mujeres vestidas de riguroso negro
y velo sobre la cabeza y cara
en ella santiguándose entraban,
y me fui yo detrás de ellas,
y me quedé quieto,
y a lo sumo miraba
como un señor alzaba los brazos al cielo
y decía, baja a Dios de las nubes,
y me salí asustado por la misma puerta de entrada.

Calle Tercia hacia abajo mi carro arrastraba
mientras le daba vueltas  a la cabeza
y a aquellas enigmáticas palabras
que venían a decir algo así como "baja a Dios de las nubes".

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: ESOS LADRONES DE ESTRELLAS

Aunque la juventud no lo recuerda
le llamaron posguerra
a aquella parte de la historia
en la que todos los que en ella nacieron
parecíamos paridos por una misma madre,
pues comíamos y bebíamos de los mismos alimentos
que figuraban anotados en las cartillas de racionamiento
y nos vestíamos de la misma forma
como si en Pinarejo solo hubiera habido una modista, un sastre
y una oveja que diera la única lana.

Leer jóvenes del siglo XXI
en los libros de la historia
e impregnaros de aquel pasado.
Aprender para que la historia no se repita,
y sabed que del amor al odio se pasa en un segundo
y que no hay puerta que se resista
cuando ha sido señalada por el dedo índice
de aquellos que habían sido tus amigos
por cuestiones políticas te pasan a considerar enemigo.

Yo era en aquellos días un niño
de mirada inocente e ignorante de todo
y por ello feliz con el destino que ante mis ojos pasaba
cuando a esa parte de la historia de España
la bautizaron con el nombre de posguerra,
y de ella se dijo
que una voraz alimaña de instinto asesino
entraba por la noche en las casas
y se llevaba las ilusiones que se cocían
en lo más profundo de las almas.

Eran ladrones de estrellas
los que hacían que las noches fueran más oscuras
así muertas las ilusiones
volvían los campesinos a las casas dóciles y sumisos
y con la mirada puesta en ser
con el nacimiento de los nuevos días
pobres labradores, buenos padres y mejores hijos.

José Vte. Navarro Rubio

POESIA: TE TUVE PINAREJO

Te tuve Pinarejo
de continua presencia
cuando aun era niño,
seis primaveras colgaban
de mis orejas,
y se refrescaban las calles empedradas
con agua que las mujeres con especial gracia
sacaban con la mano de un cubo.

Y vi pasar los días uno a uno
a la puerta de mi casa
jugando con otros niños
mientras las mujeres arañaban el suelo
y le sacaban brillo
con escobas desdentadas de ciazillo
que´luego vería colgadas de un clavo
en la pared de la cueva de mi casa.

Y llegó mi partida
cuando ya los geranios entristecidos
emergían desnudos y lacios
dentro de un bote de tomate corroído
que el viento columpiaba
en un pequeño jardín que había
en un un patio de paredes totalmente blancas
como la patena,
y cuando la cerradura de la puerta de mi casa
a una vuelta de llave hizo un ruido seco
como si el mundo se acabara.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: OLOR A ROSAS

Solo es posible lo que toco,
lo que descubro con mis sentidos,
como ese olor a rosas
de aquella alameda que crecía junto al camino.

Que difícil es abolir los recuerdos,
más difícil lo fue la pena de muerte
y se ha conseguido,
es por ello que me siento reo,
condenado a cada perpetua
y aunque solo la eternidad nos trasmite
respeto y miedos reprimidos
yo creo ver,
en medio de esos campos abiertos,
manantiales de esperanzas
que como si fueran ríos de aguas crecidas
se desbordan y traen vida con sus fértiles limos.

POESIA: ESOS PERDIDOS ATRIBUTOS

No reniegues de tu pueblo
por no ser sus campos
floridos vergeles de frutos exquisitos
ni porque su paisaje sea tan árido
que hasta la vista se ciega
cuando se mira hacia el horizonte infinito.

Puede ser que las cosas no sean
como tu te las imaginas.
y que la felicidad sea algo más sencillo.

Si tirásemos de ese hilo de la historia
y viéramos la vida de nuestros antepasados
hace ya de esto muchos siglos,
quizás aprendiéramos
que todo está fuera de sitio
y que al otro lado de este mundo,
llamado sociedad de consumo,
hay otro mundo más sencillo.

Sólo cabría preguntarnos
¿A que queremos renunciar
con tal de encontrar esos perdidos atributos?

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: A UN CUERVO NEGRO

A veces me pregunto
como será el alma de los asesinos,
de esos seres extraños
que acaban con las ilusiones,
de esos fanáticos sin escrúpulos
que se creen superiores y divinos.

De esos otros hombres que viven metidos
en sus jaulas de oro
y cuando sacan el pico
es para comerse el pan de los pobres de medio mundo.

Puede ser que hayan muchas almas
entre ellas
la de los pobres de espíritu
y la de los ricos de cuna,
la de los desagradecidos,
la de los tunantes y asesinos.

Unas que duermen en colchones de paja
y las otras que velan
como si fueran cuervos desaprensivos
dispuestos a lanzarse
y amargar la vida en un segundo.

Tener cuidado
pudiera ser que ese pájaro negro
tenga construído su nido
en vuestra almas amigos
y por eso sea que necesiteis para poder dormir
de la ayuda de somniferos.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: NEGRO EL HUMO

Bulle el pueblo,
después de los veranos caídos,
y surge como si fuera
una extraña melodía
el sonido de una acordeón
tocando viejas canciones
de aquellas de toda la vida
que alegran el corazón.

Son ecos lejanos los que me llevan
a la búsqueda de esa melodía
que decae, suena y chilla
como en los días de matazón
cuando el matarife cumplía
con su oficio triste de asesino a sueldo.


Negro el humo
por la chimenea sale
camino de esos cielos
después de calentar la casa.

Y huele el pueblo
a olivo, pino y carrasca,
son olores que por la noche le vienen
y con el relente se marchan.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: QUE SABEMOS DE LA HISTORIA

Que sabemos de la historia
¿que sabemos?

No busques en los libros
que no encontrarás
la vida de tus padres ni de tus abuelos
pues la historia del mundo se escribe
por aquellos que ostentan el poder.

Busco y no encuentro
otro homenaje más honroso
que poder decir,
de las mujeres y hombres de mi pueblo,
que lo que somos como personas
es por ellos,
por eso me esfuerzo,
en rescatar día a día
los tenues y eternos lamentos
que creo oír
cada vez que al campo santo me acerco.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: SER, SER, SER

Venir e ir
siempre a la búsqueda
de esas estrellas trasnochadoras
que se encienden y apagan
en función de nuestros deseos.

Ser en la noche oscura
claro astro
con olores a paja quemada
y a lunas perdidas durmiendo
en tu regazo.

Ser en la playa agua
y en la arena piel estirada,
ser luz y día
y en la noche
estrella apagada,
ser en la era trilla
y en el molino harina blanca.

José Vte. Navarro Rubio

POESIA: CINCO SON CINCO

Y era la palabra en aquellos días
ley que se cumplía entre los hombres.
La palabra era honra que se perdía
cuando esta no se cumplía.

Donde el hombre vive
deja recuerdos.

Toscas piedras en el camino me guían
hasta otros momentos.

De tristezas se llena mi alma
pues vive encerrada,
tiene  miedo al silbido del viento
y a las voces apagadas
de los lamentos.


Velero en una playa
donde los niños juegan
construyendo castillos de arena.

Velero remontando los mares
tras romper con su quilla
el corazón salvaje de esas aguas
que vienen a descansar allí
donde los rebaños de seres humanos
se broncean bajo el sol inmenso
de este Mar Mediterraneo,
paciente y agradecido
desde que los  fenicios, buenos eran ellos,
llegaron cargados con baratijas y fíbulas
con las que adornar los vestidos, cuellos y pechos
de aquellos íberos tan fieros pero ignorantes.

José Vte. Navarro Rubio

POESIA: LA TOMA DEL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ

Soy yo quien en sueños
todas las noches entra en ese castillo
y recorre todas sus estancias y almenas
y lugares mas recónditos
donde duermen los fantasmas.

Y creo oír,
en esas noches de asaltos,
lamentos y quejidos en las mazmorras
donde juzgaban sus penas
hombres asidos a grilletes y cadenas.

Me acuso. De ser perturbador
de esas piedras eternas
a quienes el sol y el frío
se las vienen comiendo a fuertes dentadas
desde hace ya mucho tiempo de esto.

Desearía haber nacido
allí donde las altas torres del castillo de Garcimuñoz
se alzan al cielo,
donde el alquimista lanzaba conjuros: pata de cabra,
y preparaba  pócimas y boticas
con que curar a las huestes
después de tan duras batallas
contra una reina tan santa, Dña Isabel,
y un rey tan moderno, D. Fernando,
¿Que no se a que jugaban?

En verdad  mi pecado
es solo soñar y soñar
y creerme  caballero
de una cohorte de amigos
que en el castillo jugaban
al escondite
en aquel pequeño cementerio
donde construían su nido
los simpáticos aguiluchos cernudo.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: VIVIR O MORIR

Nadie contemplará ni aun queriendo
su entierro
ni nadie vivirá más de lo debido
por mucho que se encomiende al Dios bueno.

Dejame que en esas soledades
que trasmiten los campos huerfanos
me acerque hasta ti
encaño de agua durmiente
para mojarme si pudiera ser
con esas gotas de roció,
lágrimas de ángeles ,
que vienen a caer
a la hora que los gorriones duermen
y las perdices cantan sin venir a cuento.

Dejame que me  mezcle
de esos olores que la Montesina lanza,
pues yo quiero
vivir o morir
igual que las palomas
que se lanzan al espacio incierto
sin saber nada de la teoría de los vientos

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: A UNA ACORDEÓN LOCA

Seguro que es la hora
pues ya los árboles desprovistos de hojas
y el suelo convertido en florido tapiz
llegan los lamentos
en esos otoños de nuestras vidas
imposibles de predecir
porque el reloj que marcaba las horas
se ha comido un siglo de nuestras vidas

Y es música de acordeón la que me despierta
y me alegra
pensando en aquellos otros días
en que las guitarras lanzaban al viento
letras musicales como si estuvieran totalmente locas,
como si las últimas olas de un océano hambriento de pasadobles
se hubiera introducido dentro de ellas
y unos perezosos caballitos de mar
se columpiaran en sus tensas cuerdas.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: CON VIENTO FRESCO

Buscas y no la encuentras
abres la ventana
y ves que no está,
remueves los muebles y las cortinas
y miras por debajo de la cama
y continua sin aparecer.

De pronto piensas
que se ha escondido
y continuas buscando
y la llamas con monosílabos
y erre que erre
no aparece y es en ese momento
cuando dudas
y por ello se te ocurre mirar al cielo
y entonces comprendes
que ya las estrellas encendidas
la luz del día se marchó
con viento fresco a otro lugar.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: DE UNA GUERRA Y UNAS CUNETAS TAN SAGRADAS

De otros tiempos y de una guerra
y de unos silencios tan grandes
que se trasmitían de generación en generación
como si no existiera otro mundo
ni otras políticas que no fueran
las que el Gran Dictador imponía a las bravas
con fuerte voz de mando y bayoneta calada.

Ni de pino ni de haya
la caja fue en aquella cuneta lejana
tierra húmeda sobre la que crecería la grama.

Son muertos ¡Dios mío muertos y más muertos!
los que voy buscando
en esas cunetas de crecidas hierbas
donde dicen que descansan mezclados en fosas comunes,
y de comunes nada
más bien extrañas y frías y por algunos olvidadas.

¿Que fue de aquellos cuerpos
caídos en cerradas noches,
igual daba para Navidades que para la Semana Santa,
si las balas no tienen sentimientos
ni los asesinos almas?

De aquellos días tan inciviles
quedan cuerpos enterrados
allí donde florece la hierba,
bajo el asfalto caliente de las carreteras,
en las riberas de los ríos,
en las simas de las montañas,
en los parques con olivos
donde juegan los niños a la gallinita ciega
y en los cementerios civiles de toda España.

Son restos de  cuerpos, osarios, que esperan
abrazados a un destino no deseado,
reencontrarse en el tiempo con sus familias
para poder ser enterrados en honrosas sepulturas.

Tierras de España desde Cadiz a la Coruña
sirven de olvidadas sepulturas
a hombres y mujeres que murieron
por defender la II República, casi nada.

Hoy todavía mientras una España llora
la otra que se dice centrada bosteza y clama.


José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: A UN PUEBLO PINARJO

A un pueblo, Pinarejo.
Somos los dos del tiempo
hijos del destino
uno vivo y el otro muerto.

Será que en esa espera
de dos almas gemelas
una de piedra y la otra de vil materia
pueda más la armonía que trasmite
tu prolongada calina
que mis cansinos desvelos.

La eternidad en forma de negro velo
llega cada noche con sus silencios,
con el tiempo y ya casi sin horas
desde esta lejanía transformada
sólo en asfalto y en kilómetro cero,
veo como con solo encender la luz,
en mitad de la noche, se van mis miedos.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: UN PUEBLO ASÍ PARA VIVIR

Un pueblo así para vivir
tranquilamente como Pinarejo
y poder disfrutar
en estos días ya de retirada
de la paz que trasmite
ese paisaje cotidiano
que me vio nacer
y me lanzó al mundo.

Un pueblo que es
como una sonrisa abierta
tanto en épocas de duros trabajos
como de fiesta.

¡Como Pinarejo duele en la lejanía
la ausencia
y como estas
se hacen más grandes
conforme el tiempo pasa y aprieta!

Pinarejo de tanto correr
tras de esos vientos
no confundiré más mis sentimientos
hombre soy y a la postre muerto.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: POR SER OLIVO

Por ser olivo,
y no chopo en la alameda,
sobre tierras pedregosas
duerme en sus ramas la luna
en las noches ciegas.

Otea la lechuza
al sentirse traicionada
y desde un mojón de piedras
echa las cartas y alardea
de ser adivina y pregonera
de rayos y centellas.

Y entre cantares y cantares,
coplillas
y alguna que otra copa de anís de Las Cadenas
tras la tenue luz
de una ventana que  da a una taberna
siluetas de hombres se adivinan
mientras hablan de sus cosechas.

José Vte Navarro Rubio

POESIA: UN DÍA ME ENCONTRÉ

Estoy a favor de los pueblos
y de la incultura de esos hombres y mujeres
que hablan con el corazón en la mano.

Estoy a favor del futuro
y del pasado imperfecto,
en que cada pueblo vivía
tal y como le venían los vientos.

Un día de esos de tristes recuerdos
me encontré con unos amigos.
Cuanto tiempo.
la facultad les había hecho más cultos y recios.

Otro día me encontré con otros amigos.
Cuanto tiempo.
La vida les había hecho más ricos y más tercos.

Será por días que una  mañana me encontré
 con un viejo amigo. Cuanto tiempo.
La vida le había dado poco pero el necesitaba menos.
no amaba el dinero. Ni sabía nada de Napoleón III
y hablaba de sus cosas con tanto anhelo
que me lleve un grato recuerdo.

Un día me encontré con mi cara pegada en un espejo
y me pregunté ¿Y tú que has hecho?.

José Vte Navarro Rubio

POESÍA: ÁRBOLES DE PINAREJO

Hay vida en el árbol
en las largas noches,
agotadoras tardes,
y calurosas mañanas,
desde las profundas raíces
que yacen escondidas en el subsuelo
hasta las altas ramas que tocan el cielo.

Dale al árbol tiempo
y verás sus ramas florecer
y llegado el momento
sus hojas descender
desde las alturas al suelo
para allí ser ligero tapiz
en manos del viento.

Sabe el árbol de historias
que se oyen cuando menguan los calores.
Bajo sus ramas escucho
historias que contaban mis abuelos.

Dejad  al árbol que crezca,
dejarlo solo con sus historias y cuentos
que saben ellos de Pinarejo
más de lo que nosotros nos creemos.

José Vte. Navarro Rubio

POESÍA: In crescendo (CIAZILLO)

        
No habla el poyo
por no tener alma
y por ser piedra dura
bien tratada.

Forjaba Martín
con tal maestría el hierro en la fragua
que Vulcano, herrero cojo,
 acudía por las mañanas a la fragua
para hacer prácticas
con que aprender el oficio
y ser en el Olimpo herrador de caballos alados
y de unicornios bien astados.

Tomizas de esparto,
escobas amargas de ciazillo.
Todo artesanía.
Barrían las mujeres de Pinarejo
las puertas de las casas
de polvo, plumas y paja
que entre las piedras hacían la cama.

De blanco las paredes,
blancas las almas, blanca la cal
y blanco el traje de aquella novia
que camino de la iglesia
por la plaza andando pasa.

José Vte Navarro Rubio
                                        Escobas amargas (ciazillo):

El origen de las escobas amargas proviene de “palillos” (mantisalca salmantica) Se trata de una hierba bienal. El primer año forma una roseta de hojas profundamente dentadas y pelosas, el segundo año se espiga y forma un tallo que llega a alcanzar metro y medio  rosadas. Aquí es cuando la planta está óptima para su uso. La planta crece en ribazos, cunetas, lindes y terrenos removidos. Es común en toda la provincia de Albacete. Para fabricar las escobas debe recolectarse planta se hace mediante la siega. Con un haz de cinco plantas se hace la escoba, este haz se ata fuertemente por los troncos con una cuerda, dándole varias vueltas entrelazadas, tensando a la vez que se va enrollando el haz. Posteriormente se introduce un palo de formando la escoba. El uso que se le daba a estas escobas estaba destinado a barrer los corrales, era, tinadas y calles.

POESIA: QUE DÍAS AQUELLOS

Tu Pinarejo eres más fuerte
que aquellos recios hombres
con títulos nobiliarios y mesnadas
que por aquí pasaron para someterte
a fuego y a espada.

Muchas veces he pensado
que habría pasado
si como pueblo hubieras crecido
y tus calles y casas hubieran llegado
fuera de esos confines
en los que vives prisionera.

Y no lo se y es  cierto
que aunque crea en el progreso
me asaltan dudas ahora que veo
que las paredes encaladas de mi niñez
 son casi un recuerdo,
que los ventanuchos de madera
perecieron carcomidos por el paso de las lunas,
que los portalones de los corrales
son ahora de tosco hierro
lamido por el morro de un tractor,
que donde había una chimenea de tiro  recto y sobrio
aparece ahora un avión en forma de veleta
que mide la velocidad y dirección del viento.

No lo sé Pinarejo,
no lo sé,
pero yo hubiera detenido el tiempo
en aquellos días de mi niñez
en que aunque todo parecía tosco y viejo
reinaba alegría en las casas
y cuchicheos en el fondo de unas habitaciones
negras como la boca del infierno.

José Vte. Navarro Rubio

POESIA: ENTRE DIMES Y DIRETES

El invierno entraba en las casas
y de fríos e inquietudes éstas se llenaban
desde la subterránea cueva
hasta la más alta de las cámaras.

Bello sonido
la gota de agua sobre el suelo chocaba
y formaba un charco
en el corral de mi casa
en el cual de niño jugaba.

Como un leve rumor
se oían los truenos por el Charcón, Rubial, La Nava,
y ya para cuando la tormenta
sobre Pinarejo rayos descargaba
estaban las puertas  y ventanas de las casas
a cal y canto cerradas,
la gatera tapada y la chimenea de la casa
bien repleta de seca leña
que entre dimes y diretes ardía
a esas horas en que el agua descendía
por las canaletas
y llenaba a rebosar los aljibes de las casas.

José Vte. Navarro Rubio
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