lunes, 19 de marzo de 2012

POESIA: VIVEN LOS PESCADORES UNA VIDA ETERNA

Tragedia de un mar
crudo y duro
que en el renacer de todos sus días
a lo largo de su vida
viene a descansar
sobre las arenas blancas
de las playas
domesticadas por el ser humano.

Nace a la vida el mar
en lo más profundo
de una cavidad oscura
convertida en seno materno
y nos lanza
su vomitera constante
de nuevas inquietudes
convirtiéndose en padre cuidadoso
y madre celosa
que intenta proteger a sus hijos
no dejando
que la noche enfríe sus corazones
ni que el día
se convierta para ellos
en negra sepultura.

En presencia de nuestra vista y olfato
despierta el mar
y nos trae
en su búsqueda constante
de nuevos amaneceres
el canto de las sirenas
y la voz agonizante de sus protegidos
los peces
al caer víctima de su inocencia
en las redes
que los barcos tienden
como si fueran negras mortajas
sobre las aguas del Mar Mediterraneo.

Y llegan en esos días
de soles apagados
y noches de borrascas
los rumores crecientes del mar
clamando justicia
por la muerte de sus hijos
y seres queridos
antes de caer estos rendidos
sobre la superficie de las barcas
y la contestación a ráfagas
de las luces divinas de los faros
construyendo sendas
sobre la superficie de las aguas.

Viven los pescadores
una vida eterna
más allá de esas tumbas excavadas
en las aguas profundas
mientras caen los silencios
y las mujeres, padres e hijos
sueñan
con poderlos volver a ver llegar
a puerto seguro
aun a sabiendas de que la muerte acecha
en las noches y días
de profundas tormentas.

Eternas las mañanas y las tardes,
y sin juegos de cartas,
las frías losas y mortajas
que son las aguas
protegen los cuerpos
de todos aquellos marineros
que un día murieron
allí donde el mar se convierte en sima.

Autor. José Vte Navarro Rubio

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