Con este titular y sin leer nada más uno ya se puede ir haciendo buena cuenta del futuro que nos espera. Todo es cuestión de credibilidad. En este sentido nacen las preguntas. ¿Cómo se puede creer a un presidente de gobierno y a una cohorte de amigachos y amigachas que durante los últimos 4 años se dedicaron a pregonar los males de España? ¿Cómo se puede creer a un presidente de gobierno que con tal de gobernar hace lo contrario de lo que decía durante su campaña electoral? ¿Cómo se puede creer a un presidente del gobierno que antepone los intereses electorales a los de España y retrasa los presupuestos generales hasta después de las elecciones en Andalucia? ¿Cómo se puede creer a alguien que sabiendo el estado en el que se encontraban las Comunidades Autonómicas gobernadas por políticos afines al partido en el gobierno no hizo nada, estando él en la oposición, por hacer políticas diferentes? ¿Cómo se puede creer a quien declara una amnistía general a las grandes rentes? ¿Cómo se puede creer a quien hace lo contrario de lo que dijo en su día? ¿Cómo se puede creer a quien para quedarse con la casa casi declara la finca en ruinas?
Los males de España no se pueden solucionar dando leña al mono, gobierno de turno, y esto se ha hecho durante muchos años. Los males de España no se pueden solucionar vendiéndose a cambio de sellar compromisos con los gobiernos autonómicos de diferente signo político al partido en el gobierno. Los males de España no se pueden solucionar declarando amnistías a los defraudadores. Los males de España no se pueden solucionar con el sistema autonómico actual, vayamos si hace falta al Estado Federal.
Los males de España pasan por el simple hecho que debemos dinero a otros países y estos no se fían y a cambio piden sacrificios. Los males de España tienen que ver con ese sol tan nuestro que cada vez luce menos. Los males de España pasan por hacer las cosas bien y exigir a todos los españoles y españolas de una forma clara y determinante, no mediante parcheos. Los males de España son consecuencias de esas malas políticas de todos los partidos políticos y por la creencia generalizada de que todo vale en política. Los males de España se agudizan cuando hay campañas electorales y los compromisos que asumen los partidos políticos están por encima de la realidad económica que atraviesa este País.
Los males de España se pregonan a los cuatro vientos y nos son devueltos en forma de tormentas. Malos tiempos nos esperan y mientras tanto seguimos gastando energías a la espera de un milagro.
Señor Rajoy entienda de una vez que en Europa aunque mayoritariamente gobierna la derecha cada uno mira para su bolsillo y a usted lo ven como el pariente lejano venido a menos que sale de la niebla para pedir. Señor Rajoy entienda que es aquí en España donde hay que hacer el trabajo y que vale más un español por muchas diferencias que se tengan que un tío político europeo.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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