POESÍA: EN PINAREJO YO FUI NIÑO

Mis años de niño quedaron clavados
como si fueran clavos
en la pared de un patio
enjalbegado de blanco y tan diminuto
que ahora cuando me asomo
a través de la pared
que da a la calle me asusto.
Calle de mis recuerdos
iba desde las Eras hasta allí mismo
donde una cruz hacia de divisoria
y marcaba otros caminos.
Por ella bajaba camino de la escuela
y por ella subía
con muchas fantasías en mi cabeza y pocos libros.
Callejón sin salida aquel
en que Celedonio se rascaba la cabeza
como queriendo decir
¿Quién fuera como estos un niño?
Y allí en aquella calle
por donde la dula llegaba
y se iba llenando el suelo de cagarrutas
y olores a lana y raíces de olivo
corríamos nosotros, los niños, tras un rulo
arrancado a la barriga de un tonel de vino.
Mi primera espada fue de madera
y la última de plástico de color amarillo
y subido a una tinaja y en la cabeza un embudo
me creía como “El Capitán Trueno”,
defensor de los pobres y de los cautivos.
¿Cuantos clavos de aquella pared
que ahora veo a través de un muro
son parte de mis recuerdos.
Tres. Cuatro. Cinco, o tal vez ninguno?
Ya la calle
no es la misma.
Ya en la calle
faltan muchos de aquellos vecinos.
Ya las eras
son campos de hierbas segadas por el frío.
Ya la cruz
que recuerdo de piedra se esfuma por un laberinto.
Ya la dula
no pasa.
Ni los cascabeles
cantan vengo del Espinillo.
Ya la escuela es un mojón de piedras
y su maestra una cita en un obelisco.

Ya, yo, quizás soy como aquel trino
de un gorrión muerto de sed y de frío
que bebía agua del encaño
en el cual la generación de un pasado siglo
alguna vez se arrodillo
para verse la cara en un bote de melocotón
con el cual, en mi caso, mi madre saciaba mi sed
y apagaba mi hambre de ver nuevos mundos
Ya, yo, tú, él, nosotros y vosotros amigos y amigas
necesitamos de un carro que tire de nuestros recuerdos
para ser llevados a la era del Molino.

Autor: José Vte. Navarro Rubio