Me muevo cada viernes
de los años que salen y entran
entre la melancolía y la tristeza
más cautiva y extrema
pues me encuentro como recluta
a punto de jurar bandera
con los nervios a flor de piel
y a la espera
de más recortes y más desvergüenza
de un gobierno que solo vela
por los intereses de la oligarquía financiera.
Viernes de penitencia y Semana Santa
en una España de botijo y pandereta
la pasión del Señor se hace eterna
y nos llega
en forma de comunicados de prensa
que anuncian ¡Vaya tela!
que el gasto público en desempleo se despeña
y como solución este Gobierno se encomienda
a un Santo de piedra
que preside el Consejo de Ministros
con cara de pocos amigos y de mucha leña.
San Rajoy "El recortador"
a la vuelta del camino nos espera
con unas tijeras de podar
tan grandes como El Miguelete de Valencia
y tan afiladas como las uñas de un ave carroñera.
A todo esto buena cena
la del Consejo de Gobierno del BCE
salmón y pularda rellena de setas
mousse de limón, torrijas y vino de Ribera
de un Duero con buenas tierras
y ya que en Cataluña, la nueva y la vieja,
estaba esta comitiva tan fiestera
la espléndida cena se acompañó
con vino blanco de viñas con solera
de una Cataluña al borde de la quiebra
o del bono basura, S&P, cada uno que lo llame como quiera.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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