El radio mata
y lo digo de forma clara,
es un taimado enemigo
que silenciosamente y sin descubrir su juego
se apodera del cuerpo de sus enemigos.
Pobres mujeres las de aquellos días que usaban crema crema alpha-Radium y Tho-Radium
para quitarse las arrugas
y bayetas radium que dejaban los cacharros tan limpios.
Pobres mujeres y niños que llevados por un eufemismo que puso de moda ciertos elementos radiactivos
hicieron de cobayos en un siglo de bombas atómicas sometiendo a una parte del mundo,
y de plantas nucleares que amenazando la paz de los pueblos y la tranquilidad de los individuos
se construían para dar más luz a un siglo de sombras, que nos ha dejado otro comienzo de siglo muy movido
la humanidad realiza avances científicos
y le cuesta llegar a descubrir algunos de sus efectos permisivos
y para cuando quiere detectarlos
se encuentran con que el tiempo
,cruel enemigo, juega en contra y para esos momentos ya todo esta perdido.
Tónicos capilares,
champú con efectos paliativos,
Estropajos radiactivos.
Pomadas con efectos regenerativos.
Lanas O-Radium que dejaban el cuerpo de los niños muy calentitos
Carbonato de plomo para blanquear el cutis curtido por el sol y frío. Dicen que Goya pintaba la Duquesa de Alba con este producto tan refinado y limpio.
Sales de radio para recuperar el apetito, quitar el insomnio.
Ensayos atómicos con su hongo radiactivo incluido.
Todo se vendía a buen precio en los mercados y tiendas sin prever su peligro.
Pensaba el mundo que todo estaba controlado
y que los asesinos son pueden ser esos que tienen nombres y apellidos,
ingenuos los habitantes de aquel tiempo de la historia no muy lejano
se creían que los contenidos de un simple frasco no ofrecían peligro, al menos así se vendía el producto.
Se pregunta Rosa Montero si somos más sabios y están ahora alejados los peligros
y como reflexión nos dice que eso mismo pensaba todo el mundo,
mientras los bebes fulguraban en la oscuridad dentro de sus ropitas asesinas
y digo yo que bien calentitos.
Cuidado con los experimentos y sepan que tanta materia gris metida en nuestros cerebros
sometidos al imperio de los medios de comunicación producen ceguera, lisian las neuronas
y quitan el apetito y más cuando lees que lo de BANKIA es solo el aperitivo.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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