Juan Ramón Jiménez
(1881-1959)
Juan Ramón Jiménez, poeta,
subió tan alto
en la esfera
que allí en Moguer
donde el vino a nacer
de por vida se recuerda
a quien creo escuela.
Musicalidad, lirismo, modernismo
todo en sus versos entra
poco a poco
y siempre como quien espera
hacer de la palabra rima
y de la silaba
una silueta
para clavar en la pared,
para poner en una cabecera,
para decir el mundo entero
que lo suyo es la belleza
comulgando con el universo
y con aquella mujer de acero
que le acompañaba de cerca.
Platero, si el asno supiera
que lo suyo con el poeta
fue de tal categoría y certeza
que el uno sin el otro
no hubieran sido otra cosa que animal y poeta
en vez de fantasía y dulce belleza.
Platero, uno,
y el otro poeta
de alta escuela
con musicalidad en el habla
con palabras tiernas
y con pena,
tanta pena
que de Moguer a Puerto Rico
se podría hacer una estela
con sus cartas llenas de nostalgia
en las que soñaba con volver a ver a su tierra.
Sensible y visionario
quedan,
como si alguien quisiera
resucitar al poeta,
cuentos que no leyendas
de un ser humano tan sensible
como a veces hiriente su lengua.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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