A la Alcoy de las sierras floridas
le nace un poeta
que nunca duda
entre ser fiel servidor a la república
o venderse como una fruta
en un mercado de pueblo o ciudad
o en un ágora pública.
Comprometido el poeta
con la causa perdida
emigra
y se va lejos
aunque su alma se queda
junto a la tierra que le dio la luz y la vida.
Poeta de orígenes modernista
evoluciona en su vida
y la vanguardia entra en sus entrañas y da realce a su rima
que ya estirada y dormida se convierte
en soneto gongorino
hasta que encuentra en la antiguedad greco-latina
esos mitos y compañía
que hacen de él un poeta
culto e intimista.
Conocí a Juan Gil-Albert
en aquellos días
en que ya en nuestras tierras
paseaba chaqueta,
corbata y gabardina
corbata y gabardina
por esos jardines de un Consell Valencia de Cultura
donde el venía a ser oráculo invocado
por quienes le pedían ayuda.
La muerte, el silencio, las espectativas
toda da cuerpo,
todo se olvida,
menos la obra cierta y segura
de quien relamiéndose de su sabiduría
con aires de sencillez absoluta
inculcaba todo aquello
que su ser había acumulado en vida.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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