Que señores de la banca con poderes infinitos
y casi dueños del mundo
¿cómo estamos?
¿han hecho ya los deberes
y saben a quien joder la fiesta el domingo?
o quizás estén esperando
a que pasen las vacaciones
para volver a ser los mismos.
La banca de estos amigos
no es como la banca de mi abuelo
pues aquella era de carrasca
y servía para dormir un poquito
y esta si te descuidas
te deja sin blanca y durmiendo bajo el puente de un río.
Las Navidades despiertan sentimientos primitivos
y todos hasta el gobierno
se vuelven compasivos
aunque ha dicho el Papa
que eso del buey y el asno
en el Belén no esta bien visto.
Los señores banqueros
se divierten mucho
con la desgracia de los pobres
y a sabiendas de que su política de desahucios es un suicidio
no se bajan del pedestal
y continúan con su empeño de dar algún que otro susto.
Navidades blancas
sin una perra en el bolsillo
y con una cuenta corriente tan pelada
como una patata cociéndose en un hervido.
A las buenas y a las malas
usted que me oye estará conmigo
en que estas Navidades que entran
tendrán su cuesta antes de lo previsto.
Para todos amigos y enemigos
una buena despedida
de año saliente
y si me aprietan un poquito
de año entrante con crece pelo incluido.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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