domingo, 18 de noviembre de 2012

SOBRE UNA LEYENDA DEL CASTILLO DE GARCIMUÑOZ Y SOR ISABEL DE VILLENA

DESVIOS TENTADORES EN LA A3 (artículo de Emilio Garrido)

KM. 170: LAS LEYENDAS
¿Quién fue esta Isabel de Villena que da nombre a instituciones feministas? La respuesta no se encuentra en Alarcón, sino en Castillo de Garcimuñoz, a pocos kilómetros, en el páramo conquense, tierras de nobles beltranejos, rebeldes a la Corona. Sobre una loma, un mazacote de piedra se enseñorea de los trigales con sus cuatro torreones de piedra a medio derruir. Regios sillares al aire, rudos contrafuertes, mucha batalla. Allí, uno de los Pachecos de la casa de Villena quiso casar a la más delicada de sus hijas con un viejo. Isabel se negó porque amaba a un simple paje. El marqués encerró a su hija por díscola en el frío Garcimuñoz. El amante tuvo que huir a Flandes so pena de ser encerrado de por vida. Siete años esperó la doncella. Al séptimo, cuando ya don Enrique volvía de la guerra, rico y señor, a por su dueña, en vez de esponsales encontró un funeral. Desesperado, quiso verla por última vez. Tres personas le abrieron el sepulcro. A las tres premió con generosidad. Allí permaneció toda la noche.

El pueblo de Castillo de Garcimuñoz se extiende en una suave pendiente por dos calles que guardan algunos distintivos en las fachadas de sus casas. Uno pertenece a la casa-palacio en la que el infante don Juan Manuel escribió la mayor parte de sus textos. Otra de las leyendas habla de la muerte de Jorge Manrique a pie de los torreones. Me la cuenta un viejo en la tasca. Nunca se supo muy bien quién lo mató, pero lo cierto es que los Reyes Católicos mandaron ahorcar a seis prisioneros del enemigo en represalia y el marqués de Villena se vengó ordenando la ejecución de otros seis del bando rival. Le tocó en suertes a un escudero vecino de Villanueva de la Jara llamado Talaya. Como estaba casado y con hijos, su hermano menor, que estaba soltero, se hizo pasar por él y acabó subiendo al cadalso en su lugar. "Y así murió este mancebo / por dalle vida a su hermano, / el cual de gran hermandad / notable ejemplo ha dejado".

Caminamos la historia sobre un fermento de sangre inútil. Por las laderas de Garcimuñoz crecen las lavandas y espliegos con un aroma de otra época. La reconstrucción del castillo va para largo. Ignoro qué alcalde pudo permitir la instalación de una central hidroeléctrica junto a los muros.

José Vte. Navarro Rubio

No me cuadra la historia
de Isabel de Villena
o Elionor Manuel, como se quiera,
pues la "Sor" murió en Valencia
más la leyenda me intriga
por incidir
en el hecho de que en el Castillo
se vino a producir
ese fatal desenlace
entre una dama
que amaba a un doncel
y un padre que queria para su hija
otro tipo de hombre
con más propiedades y poder.

Como quiera que había
conventos de agustinas
pensemos que Isabel estuvo en él
y que para cuando su amor
prohibido volvió
ella ya era en Valencia
y que de esta forma
la muerta que el vió y veló
no fue a Isabel
sino a otra mujer
en la que el creyó reconocer
a su antiguo amor.

Ya numerosas las desgracias
que al Castillo
le vinieron a suceder
está leyenda de Isabel
por no ser
no lo fue
aunque algunos se empeñen
en ver
intrigas y dolor
donde solo se dió
rezos y oración
de un enamorado
que de la guerra volvió
para recuperar a su querido amor.

Autor de la poesía: José Vte. Navarro Rubio

Sor Isabel De Villena (1430-1490), religiosa clarisa, autora de varios tratados de espiritualidad.
Nació hacia 1430, en Valencia. Se llamaba Leonor Manuel de Villena, hija natural de Enrique de Villena y Vega, nieto del rey Enrique II de Castilla. No se sabe nada sobre la madre de Sor Isabel, aunque la mayoría de autores dice que fue valenciana. Huérfana a los cuatro años, fue educada por la reina María de Castilla, esposa del rey Alfonso V el Magnánimo, en su palacio de Valencia.El 28 de febrero de 1445 ingresó en el monasterio de la Santísima Trinidad, de religiosas franciscanas clarisas, que había sido fundado por la misma Reina un año antes.Desde el primer momento se esforzó por poner en práctica las virtudes cristianas y se dedicó de modo especial al estudio de la Sagrada Escritura.El 26 de marzo de 1463 fue elegida abadesa del monasterio, cargo que desempeñó hasta su muerte.
Isabel de Villena fue protagonista del ambiente cultural del Siglo de Oro valenciano.
El panorama cultural de Valencia en aquellos tiempos aparece particularmente animado y complejo. La introducción de la imprenta (1473) y las relaciones con Italia, entre otras causas, determinaron el surgimiento del Renacimiento local, que incluye paradigmáticamente las corrientes ideológicas y científicas más representativas de la época. La abadesa del monasterio de la Santísima Trinidad, desde su clausura, no estuvo ausente del movimiento literario que hubo en su época, y reunió en su convento una buena biblioteca.Escribió la Vita Christi, obra que desarrolla los misterios de Cristo, desde la Concepción Inmaculada de su Madre hasta la Ascensión del Señor. Escrita en valenciano, con estilo elegante, con cláusulas doctas y con gran expresividad de lenguaje. Adquiere especial significación la simpatía con que trata a las mujeres del Evangelio, sobre todo a María Magdalena, y el protagonismo que les concede. Dedicó la obra a la reina Isabel la Católica, que deseaba con interés leerla. Se imprimió por vez primera el 22 de agosto de 1497, por orden de sor Aldonza Monsoriu, sucesora de Isabel de Villena como abadesa de su monasterio.Escribió también unos sermones y la obra mística Speculum animae, que no han llegado a la actualidad.A instancias suyas Jaime Pérez, obispo auxiliar de Valencia, escribió un comentario al Magníficat en 1485, que se lo dedicó.
Falleció piadosamente el 2 de julio de 1490.
Publicado por GrupoCreaMas en 09:26

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