POESÍA: POR LA SENDA DEL POCILLO O CAMINO DEL PALEDUZAR

Por una senda la del Pocillo, o la del Charcón, igual me da, suben los labradores cansados, camino de casa van, con sus andares cansinos de tanto arrastrar las albarcas por el suelo y sangrar sus tobillos heridos por las hojas espinosas del cardo o por las ramas de los olivos que al podar son como agujas de repuntar sacos y en Pinarejo ya se llame Toribio, José Antonio, Hilario, Florentino, o Nicolás todos vienen del campo a esos horas en que la luz del cielo se comienza a arrastrar y las primeras luces de las calles, bombillas que se mueven sobre un poste de metal, comienzan a alumbrar como si Joaquín, el Lucero, supiera que hay que darle al pueblo un tono de navidad.   Cascando y entre golpes de palabras tan secas como las gargantas o más que la tierra del camino por la que se acercan ya se ve el pueblo a lo lejos y detrás los campos: Espinillo, Paleduzar, el cerro Morueco y paro de contar, todos secos. todos vacíos de vida y todos a punto de arar como quién hace la cama y espera que alguien se venga a acostar.   Del momento perdido, escondido, robado y vuelto a recuperar recuerdo una puerta que se abre de la cuadra al corral y el aliento de una caballería a la cuadra pasar para ser arreglado el pesebre y para que la vida en ese momento  me viniera a enseñar que hombres y animales han hecho de este mundo lo que es en la actualidad.   Autor: José Vte. Navarro Rubio