Hoy no me llegan melodías suficientes
para en esta tarde casi de primavera
mover el teclado del ordenador
y escribir sobre algo que valga la pena
aunque las noticias se amontonan
y muchas de ellas
muestran con tintes amargos
la crueldad del ser humano
cuando necesita ejercer la violencia.
Son de esas tardes
sin sabor a nada más
que no se parezca
a un mes de diciembre
que está siempre a la espera
de la nochebuena y la nochevieja
con que terminar un año
y comenzar otro
que a la vuelta de la esquina nos muestra
menos derechos
en lo que se refiere a ese bienestar social
que cada vez más se nos aleja
camino de una cuesta del mes de enero
en que muchos se quedarán a cuatro velas
En esta tarde
en que los niños están a punto de salir de la escuela
mi perro me gime
pues quiere que abra una puerta
para ver cumplidos sus deseos
e ir allí donde se encuentra
una cómoda cama para echar una siesta.
Todo es tranquilidad
en apariencia
pues todo lo que anhelo
para mi y para los demás
paz, justicia, trabajo, salud y bienestar
se esfuma
como si fueran copos de nubes blancas
pasando por encima de mi cabeza.
Navidades felices, se suponen
al encuentro, si llega,
de tiempos mejores
en que saludar al año nuevo
con algo más
que un soplo de aire sobre una vela.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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