¡Oh en la noche como se oye el silencio al cerrase la boca y venir hasta mi el rumor de los aires
contaminados de palabras!. ¡Oh en la noche
que éxtasis el sentir el respira de la mañana al llamar a mi ventana para decirme, levántate ya!
¡Oh la noche tan negra y tan llena de penas y de sentimientos tan dulces como el néctar de una ampolla de azúcar combinado con café!
¡Oh la noche que me viene a decir ya esta bien de tanto aguantar y de ser esclavo de eso que se llama vivir atado a un mundo que anda más descarriado que los hijos de Adán y Eva!. ¡Oh la noche
la mía y la tuya y la de todos los demás por ser tan arrogantes y estar tan desposeídos de sinceridad!
¡Oh la noche y todas las noches de nuestra vida esperando que se acaben cuando el sueño no llega
y oyes el silbido del viento venir a caer sobre tu cama llevando entre sus brazos las penas de todos aquellos mortales que no tienen nada que llevarse a la boca!
¡Oh la noche por ser tu sola la que inspiras este texto, atípico y demoledor¡
¡Oh tú
noche sin cielo,
sin llantos,
sin murmullos,
sin horas,
sin remedios
con que apaciguar
mi creciente necesidad
de saber cada vez más!
Con el ¡oh! a cuestas me voy
para nunca más exclamar
¡oh que desdicha
el nacer y morir
para contemplar esto!
Autor: José Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario