Veo la luz y la toco
y ella que de mi no sabe nada
se marcha entre los dedos
y avanza llenando la tierra
de claridad meridiana.
Olfateo la flor
y su perfume
se escapa
hacia otros lugares
sin miedo
a salir de casa
para ser
en un torrente de luz
olor a nada.
Cojo cualquier cosa
y en mis manos
la cosa toma nombre
y se llama
martillo, tenazas, tierra, pan,
llave, plato, vaso, camisa, sábana.
Todo a la luz del día
me viene
hasta este lugar de mi casa
donde acostumbro a construir lineas con palabras
de las que tomo
cuando me viene en gana
la esencia que reposa
en un diccionario ESPASA.
Veo la oscuridad como avanza
y me giro
hacia esa España
de tormentas y borrascas
que como si los tiempos no pasarán
me recuerda un siglo de tinieblas
de incultura y falta
de libertades como carros cargados de paja
y de ausencia de esperanzas
en hombres que vienen y se van,
que marchan,
por caminos con barro sacado de un charca.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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