Yo he vivido en una burbuja
que flotaba en el espacio,
la felicidad parecía eterna
y un día llegó el desengaño.
El butanero ya no subía las botellas
al rellano de un quinto piso con miras
a una catedral de estilo románico
por culpa de una hernia discal
que le traía amargado
y el carnicero encolerizado
por las pocas ventas en un final de año
cortaba la carne
con grandes hachazos
dados sobre un tronco de madera
que había heredado
de un pariente indiano.
Todo en la ciudad
desde el amigo que me saludaba
dando palmadas que me producían espasmos
hasta el carpintero que se tomaba el café
meneandolo con un lapicero
del grosor de un dedo de la mano
ha cambiado
es por ello que me siento extraño
en este mundo
en el cual yo creía ser
un buen ciudadano
y ahora me doy cuenta
que me he convertido en un pelele
al que le cuesta hasta dormir
por miedo
a que alguien le robe los años.
Todo en mi vida
se ha ido fulminando
desde el traje con el que me casé
que me viene estrecho
y eso debe ser cuestión de los años
hasta las arrugas que me afloran
debajo de los párpados,
hasta esas gafas que llevo
que me dan apariencia de tener más años
que los que figuran
en un carnet de identidad caducado
que guardo como oro en polvo
por eso de que en la fotografía estoy muy arreglado.
Todo como se puede ver
en mi vida ha cambiado
antes creía en la gente
y ahora creo en lo que toco y palpo
y no es por culpa mía
el sentir esta especie de arrebatos
que me llevan por caminos no deseados.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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