jueves, 13 de septiembre de 2012

POESÍA: TOROS Y FIESTAS MAYORES 2012 EN PINAREJO

          I

¡Ay, de los toros!
A mi me gusta torear
toros de plástico
de esos que se ponen para adornar
los muebles de cualquier lugar
no los de la Plaza de Pinarejo
que me dan miedo y malestar
cuando topan con sus cuernos
y entran a la muleta
con tal brío y seriedad
que allí en el tendido
he oído yo a más de uno exclamar:
¡maestro cuidado que te va a matar!

Pinarejo vive los toros
con la misma sobriedad
que saca a su patrona a pasear
y entre vítores a Santa Águeda
y cuidado con el toro
que te va a pillar
se pasan las fiestas los pinarejeros
en un cantar.

Ya la plaza a reventar
el padre del torero
se acaba de santiguar
cuando el novillo sale a la plaza
y el novillero, buen zagal,
con temple y saber andar
se dirige al centro de la plaza a retar
a ese novillo bravo
que dentro de poco será
carne de caldereta
que en las calles se degustará
con una gran voracidad.

Entre vino y más vino
y algún que otro cantar
6 orejas y 2 rabos
la presidencia acaba de dar
a esos tres espadines,
espadas que en su día serán,
a poco que pongan empeño
y a Pinarejo vengan a demostrar
que el coraje y los dineros
se tiene para enseñar
y saber guardar
para cuando se dice
ahora es la oportunidad.

¡Ole por Pinarejo!
por todo el pueblo en general
por Paco Navarro
que tiene de preciosa la iglesia
que parece un jardín forestal
y por ese Ayuntamiento
que a pesar del empeño de la Cospedal
ahí está
haciendo la fiesta grande
y el pueblo un vergel
del que uno se puede enamorar
con solo pasear por sus calles
y ver lo bonito que todo está.

Ya los toros arrastrados
le toca a la vaquilla actuar
y allí salen los recortadores
a saltar
y a poco que fallen dejar
los c@jones colgando
de la cornamenta de ese animal
que a lo visto no sabe ni donde está.

Saltan los jóvenes
y la vaquilla
no para de brincar,
fijar la mirada en el suelo
y ya a punto de arrancar
ver como los mozos la citan
al centro de esa catedral
que es la Piñonera
con su caudal de pinarejeros y pinarejeras
de cualquier lugar
y esa banda de música
que desde las gradas se dispone a animar
unas fiestas de Pinarejo
que se va igual que vino
con tanta dignidad
que me quito el sombrero para recitar:

Padre nuestro
gracias por dar
días de sol
y si algo te quiero recordar
es que para el año que viene
tengamos toros
y no estaría mal
que un poco más de dinero
para todos en general
pues el País está tan mal
que nos va a tocar a todos
coger la brocha y enjalbegar
el Ministerio de Hacienda,
La Moncloa y si hace falta
el pozo de Las Pitas
y la carretera general
desde las Pedroñeras
hasta más allá de Ciudad Real.

                   II

Los toros de Pinarejo
se tienen que saber torear
pues tienen casta
y en caso de topar
el revolcón esta asegurado
y quizás algo más.

Aficionados como los de Pinarejo,
son todo el pueblo en general
y solo los he visto yo
en la Maestranza y paro de contar.

Todo el mundo en Pinarejo
entiende de toros hasta la saciedad
y como dice el refrán
con verle el rabillo al bicho
ya saben por donde se le debe entrar,
si por la izquierda o por la derecha,
si por debajo
o por detrás.

A todo esto que más da
por donde la cornada
tiene que llegar
si la afición es tan grande
que todo se cura
en un coser y cantar.

Toreros en Pinarejo
han salido en tal cantidad
que con ellos se podría hacer
una escultura monumental
que dijera en son paternal
las corridas en Pinarejo
duran desde el mediodía
hasta más allá de la eternidad.

¡Vivan los toreros!
ya sean de fino lance
o de traza irregular
con montera pegada a las cejas
y en el pecho
una cruz y un cardenal
con cuarenta puntos cosidos
como si fueran un costal
y dentro de él una cría de gatos
y una acordeón para cantar:

Si Manolete hubiera sido de Pinarejo
tendría en la iglesia un altar
para que la gente le pudiera rezar
y pasear por las eras
en esos días de fiestas guardar

         III

¿Ay, mi pueblo
donde está?
Mi pueblo está en la Mancha
y en su día
tuvo un pinar
de ello le viene el nombre
y si se quiere enterar
pase por allí y verá
una plaza de toros monumental
con chiqueros,
ruedo,
pasillo central,
gradas
y burladeros para tantear
que tal es el bicho
y como uno
se las puede ingeniar
para salir ileso
y poder contar
en la barra del bar
ya con tranquilidad
que el toro estaba vencido
y de no haber sido
porque al otro día
tenía que trabajar
hubiera salido a la plaza
para rematar
una de esas faenas
que se suelen recordar
por el ingenio derrochado
y la forma de matar
lanzando la mano y aguantando
hasta clavar el estoque
más allá del dedo pulgar.

              IV

Madre, decía el torero,
hoy te quiero dedicar
este toro en Pinarejo
a ti que te marchastes
de este mundo
sin verme triunfar.

Relicario y pañoleta
que barbaridad
la novia del torero
en la plaza no está
dicen que la han visto
en la iglesia de su pueblo rezar
con tanta devoción
que al sacristán
una lágrima se le vino a escapar
de tanto pesar que tenía
al ver a la novia llorar
con cara de paloma
y cintura de gavilán.

En Pinarejo un torero se la juega,
mientras su madre en el cielo está
y una novia que tiene reza y reza sin parar
ante la mirada atenta de un buen sacristán.

Dice el padre del torero
diestro en esto de contar
que el chico tiene talento
y que si lo contratan para torear
igual sale torero
y se acabó el mendigar
corridas de toros y plazas para lanzar
capotes al aire,
zapatazos hacia delante y hacia atrás,
y mano abierta para señalar
que la faena se acaba de finalizar.

            V
Vi al toro resoplar
y a un espectador gritar:
¡Ojo con el toro
que si salta se liará!

Era una tarde de toros, vaquillas
y vino con que regar
esa sed infernal
que entra cuando estás
a 30 grados y el sol pega de pleno
como si fuera el gordo de Navidad
y te fuera a tocar.

Corrida de toros en Pinarejo
todos en la plaza están
y al son de una comparsa
la que se va a montar
si los toros salen buenos
y esos amigos que vienen a torear
se acercan a los cuernos para comprobar
sobre su cuerpo el pitón del animal.

Temple se les ve
cuando salen a desfilar,
el oficio se verá
cuando estén delante del animal
y la finura la tendrán
si cogen el capote con maestría
y se dedican a torear
como si fueran Manolete o quizás
cualquiera de esos toreros
que de vez en cuando se dejan notar
allí donde van a torear.

Ya la cuerva baja,
ya el jamón se deja mascar,
ya el hambre desaparecido
me parece más pequeño el animal
allí abajo donde se le ve jugar
con una capa y un torero
que a lo seguro por lo que veo
que está preparado para entrar a matar
con un estoque que parece
la espada del Gran Capitán.

Tarde de toros
y el sol se va
y para el momento
de saltar la vaquilla
son las 8 de la tarde
y casi hora de cenar
por mucho que guste la fiesta
y que la gente diga
queremos más y más
toros y verbena
con que finalizar
estas fiestas 2012 de Pinarejo
que serán para recordar.

           V I
Plaza nueva de Pinarejo
en ella vi
a un animal tan grande
que me temí
viniera el bicho hacia mi.

Ya en el tendido
a gusto me sentí
pues el toro parecía más pequeño
y hasta presumí
de decirle al torero
que se tenía que abrir.

Tarde de toros en Pinarejo
yo viví
a la vera de la piscina
y así vi
a Matías por allí
y a tantos pinarejeros y pinarejeras
que creí sentir
que en vez de Pinarejo
estaba en el mismísimo París.

Toro que viene
y toro que va
a mí no me pillará
por mucho que la gente diga
que el buen torero se tiene que arrimar.

            VII
Santa Agueda y Santa Aguedilla
y medio pueblo detrás
mientras el otro medio se dedica
a celebrar las fiestas de Pinarejo
ya sea en la terraza de un bar
o en la Plaza de Toros para contemplar
una corrida de toros
de esas que se pueden dedicar
a cualquier nacido
de los muchos que hay por este lugar.

El amigo Juan Antonio me dice
ven a la plaza que disfrutarás
mientras mi hermano Jesús se dedica
a fotografiar
al primer bicho que se mueve en el lugar
y entre olés y más olés
y que guapa la Virgen está
en la plaza de toros a reventar
se hace un silencio de sepultura
ya la corrida a tiempo de comenzar.

Pinarejo y la Piñonera
y garrapiñas que hubiera para  endulzar
las tardes ya caídas en que los toros
acaban de finalizar
y dos paisanos uno de 80 años y otro de 100,
si no son más
se citan para dentro de 30 años en el mismo lugar
y me ponen a mi como testigo
de tan original acto de fraternidad
¡Cachondeos, pocos, vamos hermosos ya!

              VIII

Muere la tarde
y muere el toro
y muere algo con él
que se llama libertad
de correr
por las dehesas,
de sestear
y venir
a beber agua
a las orillas
de un manantial

Son silencios los que me llevan
en las corridas a pensar,
que crueles las banderillas
y mortal el estoque al entrar
queda la plaza de luto
y aunque se oye a la banda tocar
no se si la música es de alegría
por la faena que se acaba de realizar
o de réquiem por el noble toro
que arrastrado por las mulillas
abandona el ruedo
para no volver a la plaza nunca más.

Toro y tarde
que más da
si de luto
por uno u otro lado
se llenará.

       IX
Toros a mí
que yo me los como
con patatas
aceite, ajos
y un poco de perejil
para esos momentos del día
en que estos
ya habiendo venido a morir
se han convertido
en comida de caldero
y huelen a flores
del mes de abril.

Toro, toro, ven aquí,
que te toque con tiento
pues quiero sentir
lo mismo que los toreros
cuando se ponen delante
y dicen eh, eh, eh,¡toro!
y este soplando llega hasta allí
para si se puede herir.
             X

Torito bravo
dice el torero
y su padre nervioso ya
se pone a temblar
mientras el mozo de espadas
no para de aconsejar
que baje el capote
y de puntillas
se lance a matar,
sin dejar de mirar el hocico
y presto para saltar
si se diera el caso
de que al toro le diera
por cabecear
y lanzar la cornamenta
más allá
de ese espacio vital
que le sirve al torero
para respirar.

Torito bravo
en Pinarejo morirás
y en una sartén de hacer gachas
vendrás a acabar
para volver a nacer
en alguna era
allí donde tu amo
te venga a dejar
después de mirar al cielo
y respirar
como el que no ha hecho na de na.

Mi tío Agustín decía
los toros son para guisar
y el que los torea
es porque es mucho más animal
y le gusta del trabajo el cobrar
a la sombra de un peral.

               XI

Volví a la tarde
y me impregné
del olor a fiesta
y subí hasta el Tesillo
para con mis propios ojos ver
desde la alta calle
la llegada del anochecer.

Fiesta en Pinarejo
y tal vez
al igual que siempre
misa, procesión, toros
y si algo más quieres ver
aperitivos en los bares,
y verbena hasta el amanecer.

Ser en Pinarejo
otra vez,
como si el tiempo
se hubiera detenido
y nada tuvieras que hacer,
parte del paisaje
y también comprender
que los años avanzan
al compás de un reloj de pared
que señala las horas al revés.

De Pinarejo salí
y a Pinarejo volveré
porque Pinarejo forma parte de mi ser.

                 XII

No al toro que muere,
no al toro de matadero,
no al toro de papel,
no al toro lindo
que vino a caer
en una plaza redonda
sin venir a saber
que nació toro para ser
en una tarde con olores
a pasodobles y vino de Jerez
sombra perdida
en un próximo amanecer.

Toro de fuerte tez
veo en un atardecer
en un ruedo y matadero a la vez
y como si el mundo
no dejará de crecer
mueren los toros y nacen otros a la vez

               XIII

Toro que me viene
y toro que se me va,
toro que se llama España
y la Merkel va a matar
a estocazo limpio
en ese lugar del cuerpo del animal
donde la espada entra para hacer mal.

Ay de España que se me van
las ganas de lanzar al aire
plegarias y de llevar
luto por ese rescate
con el cual nos quieren nivelar
a una becerrada campestre
con poco más que un gañán
sacando los cabestros
a una plaza en la que todos tenemos que terminar
haciendo de mozos de mulas
y recogiendo las boñigas
para que la Ángela Merkel
no se venga a resbalar.

        XIV

Torero que a Pinarejo viene
torero que de Pinarejo se va
con dos orejas y el rabo
y porque el animal no tiene más.

Buenos toros
para una corrida muy igual
con jóvenes novilleros
que supieron a los astados despachar
arrimándose hasta tocar
esos cuernos puntiagudos
que pinchan más
que los cardos borriqueros
que hay camino del Paleduzar.
         
           XV

Toro de mazapán
miedo no me da
y cuando le hinco el diente
resbala hasta el paladar
un sabor que nada tiene que ver
con una maldita corná.

Toro de los días de mi juventud
negro como el betún
y con una cornamenta tan monumental
que me da hasta frío el recordar
como entre carros y galeras
en la plaza de Pinarejo la monumental
metía el animal su hocico
y me hacia temblar.

De chico los toros
los veía como algo normal
y ahora mano en el corazón
me parece todo esto una gran barbaridad.

Por Dios
amigos y amigas recordar
que los toros
en la dehesa pastan y no hacen mal
pues son tan felices
en compañía de la mana
que como dice el cantar
se enamoran de la luna
como si fueran más que un animal
un mortal de carne y hueso
y paremos de contar
no sea el caso que alguien se venga a molestar
con alguna comparación
de esas que son mejor callar.

             VXI
Toro dice el guacho desde un ventanal
de la plaza que daba a un corral
y se siente valiente porque sabe
que el toro no le va a topar
ya que en Pinarejo los ventanales eran de pedernal.

Torero dice su padre
el niño seguro que saldrá
pues se come la ternera en el plato
como si aquello fuera pan.

Torero dice el niño que él no será
y que por estas lasa verán.
Que si alguien se quiere arrimar al toro
que se vaya arrimando ya
y deje de profetizar
asuntos que para nada tienen tienen que ver con la realidad.

El niño de toros sabe
que en caldereta están para mojar
pero que nadie le hable
de salir a los ruedos
que él no está
ni por recibir una cornada
ni porque nadie exclame:
¡arrimate, cagarrita más!

El padre descorazonado dice
que bueno está
que si el niño no quiere ser torero
a buen seguro será
porque tiene pensado mejor oficio
y que millonario se hará
con esa filosofía tan buena
de dejar
que otros reciban las "cornas" 


                  XVII
En un día y en un momento
todo vuelve a su igual
en un Pinarejo en fiestas
estancado ya
tantos años hace de esto
que recuerdo lo mismo,
o lo mismo me da
decir que las fiestas son
baile, procesión, toros
y paremos de contar.

Las fiestas en La Mancha
parecen que todas están
sacadas de la misma estampa
y ancladas en la misma antiguedad
con días de pocas alegrías
y para una que nos dan
nos cuestan los dineros
y nadie a gusto se ha de quedar. 


                 XIX
Lame le toro la capa, resopla
y se dispone a entrar
a ese señuelo que le lanza
el torero
con ganas de arrancar
el aplauso en las gradas
y una nota musical
que acompañe la faena
desde el principio hasta el final.

Tarde de toros en Pinarejo,

fiesta y algo más
que palmas y gritos
de ¡vaya toro¡ ¡lo va a pillar!

Es fiesta en Pinarejo

y todos camino de la plaza van
a sentarse en las gradas
y esperar
que el toro salga brioso
y con ganas de dar espectáculo
y nada más que no sea
buena tarde de toros
de esas de recordar.



Autor: José Vte. Navarro Rubio 
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