Aligero
pues me tengo que ir
por esos caminos que llevan
con poca ropa
y muchas ganas de dormir
allí donde los sueños entran
a poco que cierres los ojos
y el frío invada esos espacios en los que te sientes contigo feliz.
Un eco, una voz y un pitido
vienen a interrumpir
este dialogo que se acaba de abrir
entre ruidos difíciles de definir
y silbidos de una cafetera
que a estas horas se prepara para servir
un café antes de irse a dormir.
Noche de anuncios en la televisión
y de algún programa
sin más fin
que entretener a unos
y a otros aburrir
hasta más allá de lo que humanamente se puede decir.
Por eso la noche vencida
uno abandona
la trinchera
y se va a dormir
sin sentir
otra cosa que no sea
prisa por cambiarse de ropa
y decir: mañana las veremos venir.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
No hay comentarios :
Publicar un comentario