Abdicar a lo que se ve
es un verbo
difícil de conjugar
y uno se pregunta
¿por qué será?
A todos los reyes y reinas
les cuesta abdicar
y eso que saben
lo que les viene por detrás
que no es otro
que un miembro de la familia real
casi siempre hijo e hija
que en su soledad
suele envejecer casi más
que su pariente el rey, reina o majestad.
Los reyes en el mundo
se proclaman para reinar
y como cargo vitalicio
el mandato viene a durar
lo que la vida se alargue a su majestad
de esta forma los príncipes
que en su momento reyes serán
esperan con tranquilidad
en que llegue el día
y la flauta venga a sonar.
Dice el Príncipe Carlos
que se debe cuidar
pues a poco que viva su madre
el 90 años tendrá
para cuando le vengan a colocar
la corona sobre el occipital.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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