No es la vida solo desespero
a la sombra de árboles
esperando ver llegar el día
en que todo lo que eres
se transforme en algo que valga más de lo que los mercados ofrecen.
Eres hombre sumido en tristezas
nacidas de tu mala suerte
aunque la historia te recuerda
que allí donde hay corrientes
nacen las ideas
y se hacen los hombres fuertes.
No es día, ni semana, ni mes, ni año
para lanzar las campanas al aire
pero a pesar de los pesares
y por mucho que se diga
en esto de la mala suerte
hay más o menos lo mismo
que en tirar una moneda al aire
y esperar que te salga la cara o cruz
con que tu te señalastes.
Son malos tiempos
y de malos que son y que parecen
se entristece
hasta el sol naciente,
la luna menguante,
y el semblante de los animales.
En estos y otros días
sin llevar la cuenta al corriente
pasan los meses y semanas
y la televisión en sus noticias se relame
con que baja la prima
y un índice con pocos alicientes
se estabiliza y con ello los mercados invierten.
¿Que días son estos para el que nada tiene?
Son días de desesperos
y de lamentos constantes,
de pensamientos tan inconfesables
que puestos a airearse
se helaría hasta el aire.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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