Pájaros y seres humanos
unidos por un destino
volar en pos de libertades
para fabricar con las utopías
cálidos nidos,
en un cielo con sabores a plantas, raíces
y esencias de la tierra arrancados
para ofrecer a los dioses del Olimpo
allí donde alas extendidas
buscan con ahinco
entre las nubes llenas de silencios recogidos
un lugar donde vivir
y poder afrontar con fuerza los retos del destino
Y en la tierra el hombre y en la tierra la mujer
y en la tierra las niñas y los niños
suben a los picos de las montañas
para tocar con las yemas de los dedos
ese frío nocturno, matutino y vespertino
que solo en esos lugares
donde el cielo se extiende hasta el infinito.
se siente protegido
de los esclavistas colocadores de yugos
y grilletes de acero en los tobillos.
Busca el ser humano en la profundidad de una cueva
su sitio
donde vino a ser algo más que un homínido
y en la profundidad de una sima
sin más calor que el que le da
su cuerpo por la ropa protegido
se encuentra así mismo.
Pájaros de bellos coloridos
inundan los cielos
y con sus cánticos
en cualquier momento
de un día de un calendario cogido
nos enseñan aquellos otros caminos
en los que es fácil ser felices con poco que te estimes a ti mismo.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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