A la vista de un país desarmado
en el cual mal viven los parados,
las pasan canutas los trabajadores
y roban los potentados
uno,
la verdad sea dicha,
se siente defraudado
aunque sabe
que vendrán tiempos mejores
y para cuando
eso llegue
ya estará criando
amapolas en sus ojos
y nardos en sus brazos.
Uno que nació
en tiempos de dictaduras
sabe
venido el caso
que esto no lo soluciona
ni la medicina ni los bancos.
Un país no resurge
sin más esfuerzos que no sean
la complicidad de todos
en sacar hacia adelante
como si fuera algo sagrado
todo aquello de lo cual hoy renegamos.
Malditos sean
los que piden caviar
aunque solo sean cien gramos
para meterse por la nariz
y ver montes nevados
donde yo contemplo tristes páramos.
Y en esto que estamos
el País va a menos
aunque nos digan
que 1.000 millones de euros vienen
para para jóvenes sin más empleo
que hastío y cansancio.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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