¿Nada es lo que parece?
ni la hoja ensartada en un cuchillo
ni el queso en aceite,
ni la oveja balando en un aprisco,
ni un perro meneando la cola tras echar una siesta.
La poesía de los objetos inanimados
convierte a los cuadernos de cuentas
en negras novelas,
a los políticos en rufianes
y a los presidentes de las patronales
en déspotas.
No. Todo es lo que parece
desde el que roba
y te mira con cara de pena
hasta el que se aprovecha
de su situación de aforado
para comerse una buena merienda
de billetes empanados
y servidos en la mesa
como si fueran un segundo plato
con el cual terminar la cena.
Poemas visuales
sobre un cielo sin estrellas
al tiempo que una mano
mece una cuna muy ligera
y se oye un sollozo
por lo que le espera.
Demasiado aprisa el mundo
y demasiada riqueza
han llevado a algunos
a liquidarse la tarta sin comprarla
y a su cuenta
y a otros los de siempre
como ese bebe
que nace
en una casa donde el dinero no entra
a sufrir de esas nefastas consecuencias
por culpa de los que se creen
ser los reyes de la opereta.
Al tiempo que se oye
a través de unas persianas de madera
la voz de un cartero
anunciar con su melodía eterna
que hay un sobre que recoger
que en su interior lleva
algo mas que una pequeña esquela
uno piensa
¿cómo sería España sin tanto sinvergüenza?
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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