¿Se amotina el toro y de que forma?
Número de toros de Osborne por provincias
Región | Cantidad |
---|---|
Andalucía | 22 |
Aragón | 6 |
Asturias | 5 |
Baleares | 1 |
Canarias | 1 |
Cantabria | 0 |
Castilla-La Mancha | 13 |
Castilla y León | 13 |
Cataluña | 1 |
Extremadura | 5 |
Galicia | 5 |
Madrid | 2 |
Región de Murcia | 0 |
Navarra | 1 |
La Rioja | 2 |
Comunidad Valenciana | 11 |
País Vasco | 1 |
EL PAIS
El toro de Osborne cumple 50 años
La famosa silueta que flanquea las carreteras de todo el país se ha convertido en el icono de España
JOSÉ
C. REJAS Madrid 12 FEB
2007 - 04:53 CET
El artista Manuel Prieto, colaborador por aquél entonces en la agencia, fue
su creador. No tuvo que ir muy lejos. A veces lo obvio es lo más rentable y el
animal 'ibérico' por excelencia transformado en imagen corporativa trascendió su
función comercial para convertirse también en el símbolo de un país. Un caso
único en la historia del diseño gráfico ya que incluso en los grandes eventos
deportivos en los que lida la selección española el escudo constitucional ha
sido sustituido por el toro de Osborne estampado.
Testigo del tiempo, la criatura que nació en la dictadura se convertió ya en
democracia en todo un semental. Los primeros se hicieron en madera, tenían los
cuernos blancos y apenas medían cuatro metros. Cuatro años después, en 1961, la
chapa sustituye a la madera y el animal en plena adolescencia crece hasta los
siete metros. El estirón definitivo llega en 1962 cuando dos leyes franquistas
obligaron a situar los carteles publicitarios a 125 metros de las autopistas y
autovías. El toro vuelve a los corrales pero para dejarse ver por encima de la
tapia crece hasta alcanzar los 14 metros de altura.
En este momento, existen más de 90 ejemplares repartidos por toda la
geografía española e incluso fuera de ella. En Méjico también se les puede
divisar. Cantabria y Murcia son las únicas comunidades autónomas que no cuentan
en sus carreteras con tan bravo invitado. Cádiz y Alicante son las provincias
con mayor número. Aunque el Grupo Osborne ostenta el patrimonio de la imagen y
los derechos de reproducción, España se movilizó cuando una nueva norma lo puso
de nuevo contra las cuerdas.
'Salvemos al toro'
En julio de 1988, la Ley General de Carreteras ordenaba la eliminación de
cualquier elemento publicitario "fuera de los tramos urbanos de las carreteras
estatales en cualquier lugar visible desde la zona de dominio público de las
carreteras. Osborne opta entonces por eliminar la rotulación publicitaria
Osborne-Sherry & Brandy para sortear la ley y mantener la silueta
negra.
Pero no fue suficiente. En 1994, con la publicación del Reglamento General de
Carreteras, el toro de Osborne vuelve a estar en los rediles. Los medios de
comunicación difunden la noticia y agitan la polémica hasta que se gesta la
campaña "Salvemos al toro". Comunidades autónomas y Ayuntamientos propusieron
que se mantuviera como "bien cultural" y se manifestaron a favor de la
permanencia en las carreteras de las siluetas ofreciendo incluso terrenos para
la instalación de los toros fuera de los tramos dictados por la Ley y su
Reglamento.
En diciembre de 1977, el Tribunal Supremo pone fin a la polémica estimando el
recurso contencioso-administrativo interpuesto por la empresa y declarando que
la silueta de Osborne va más allá de lo meramente comercial "superando su
sentido publicitario e integrándose en el paisaje". La sentencia también recoge
que "debe prevalecer como causa que justifica su conservación, el interés
estético o cultural, que la colectividad ha atribuido a la esfinge del toro".
Algunas comunidades autónomas como Andalucía se adelantaron y catalogaron las 21
figuras distribuidas por su geografía como parte del Monumento del Patrimonio
Histórico andaluz.
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