martes, 9 de abril de 2013
POEMA A BUSCARINI EN DOS VOCES (DUODETO)
Monte de Piedad
-del Madrid con entrañas de lobo feroz-
con un abrigo de lana
-virgen y de ocasión-
que no sirve para abrigar
-ni mitigar el dolor-
pues lo dejó en prenda un poeta
-Buscarini vendía hasta su corazón-
y necesitaba capital para sufragar
-nadie de él se compadeció-
su obra literaria
-poesía, novela, teatro, drama y alguna canción-
aquella que le haría pasar
-a la inmortalidad-
como el gorrión del Pardo,
-aguilucho diría yo-
como el poeta hampón,
-bueno hasta que murió-
como el último bohemio,
-de toda la bohemia el mejor-
como el niño poeta
-al nacer ya dijo: Aquí estoy yo-
y aquí acabo la relación de epítetos cariñosos
-se queda un saco más en un cajón-
y dejo los otros
- por demostrar odio por quien nunca odio-
para mejor ocasión
-después del uno viene el dos-
pues no se merecen
-ni en su momento se mereció-
ni un punto ni una coma más de las que sus autores colocaron para la ocasión
-por la espalda y a traición-
de dañar la imagen
-sin compasión-
de un buen poeta
-el tiempo siempre da la razón-
de esos que solo salen dos
-¡he dicho dos1
uno con el solsticio de verano
-con mucho calor-
y el otro para cuando su madre lo parió
-con todo su dolor-
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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