sábado, 29 de junio de 2013

EL TÍO CORUJO (JULIAN VELASCO DE TOLEDO)


VELASCO DE TOLEDO, Julián

-Tierra parda. Zarzuela cómica en dos actos y cinco cuadros. Original. Letra de — Música del maestro Eduardo García Beitia. Pamplona.—Editorial Gómez. [Imprenta Bengaray.] 1945 55 p. (17 x 12'5), 8.°.
- Historia universal de la Taquigrafía, por FELIPE GOMEZ ALONSO y taquígrafos. V. GOMEZ ALONSO. Felipe.

- Vide: n.° 307.

Publicó también:
- «Si me hubieras hecho caso». Comedia en un acto en prosa y verso. «M-15651». Comedia madrileña en dos actos en prosa y verso. «El Sr. Hymen». Comedia en tres actos y en prosa. «Altitud 3.200». Comedia en tres actos y cinco cuadros de Jalien

- Luchaire. traducida del francés. «Costa brava». Zarzuela en dos actos en verso.

- «La masía del cuervo». Zarzuela en dos actos en prosa y verso.

-  «De mis soledades».

- Versos de Castilla. «De la Ventilla a Mangana».

- Coplas de mi diario.

-«Taquigrafía castellana» Sistema Martí.

- «Mi Taqui». Sistema silábico.

-«La mejor asignatura para no perder al dominó». Con cincuenta reglas en verso.

«El vestido blanco». Comedia en tres actos.

biografia:

Don Julián Velasco de Toledo, Taquígrafo, nació en Molina de Aragón (Guadalajara), el 17 de febrero de 1889. Fué director del diario «El Día» de Cuenca (1914 a 1930) así como de la «Revista Castellana» de la misma ciudad. Ha publicado trabajos en casi toda la prensa española, sobre todo en «El Castellano» y «El Diario de Burgos».

 La merendola del Bautista, según El TÍo Corujo
Julián de Velasco, que firmaba sus ripios como “El Tío Corujo”, describía con sus versos o ripios la actualidad conquense de “los felices veinte”, y al hilo de la fiesta y verbena de San Juan, publicaba el 25 de junio de 1918, en “El Día de Cuenca”, estas coplillas referidas a la fiesta y a la actualidad, pues también eran tiempos de crisis:

“Ayer, día de San Juan
todos fuimos de verbena,
y a pesar de estar tan caro
eso de las subsistencias,
cada familia llevaba
sus opíparas meriendas,
con cada bota de vino
que cabía una taberna.
Las familias retozaban
por hocinos y alamedas,
y donde no había música
sobraban cantes y juergas
y entre copeo y copeo
al Santo Patrón festejan,
que es San Juan el verbenero,
que ayuda a quitar las penas
dando de lado a cuestiones
que apabullan la mollera.

Las reformas militares,
los empleados de Hacienda,
los discursos de Besteiro,
los otros de Sánchez Guerra,
todo fue ayer para el público
pamplinas y menudencias
que ante una gira campestre
que deben tomarse en cuenta
¡Cómo bailaba el tío Roque
sus seguidillas manchegas,
cumpliendo el refrán que dice:
“Alaba a Dios tripa llena”!
Nada digo de la Antonia,
nada de Paula y de Petra
que son tres mozas de buten
que bailando se las pelan
y que se traen un oscilen
que al más pintao lo marean.

Ayer fue tarde de chupen,
tarde alegre de verbena
y no hubo más incidentes...
que unas cuantas borracheras
de esas que todo su léxico
es decir: ¡Viva la Pepa!”

 De La Ventilla a Mangana
Tres eran tres 
(por el Tío Corujo)

No podía faltar la aportación de El Tío Corujo (Julián de Velasco) con sus ripios, desgranando notas de la realidad cotidiana con humor:
        “Ayer les vi pasar...
eran Gaspar, Melchor y Baltasar,
las nobles majestades de Oriente,
que desfilaron por entre la gente
con lento caminar.
Detrás de la brillante caravana
iba de buena gana,
con loca algarabía,
la intrépida y locuaz chiquillería
llegando sus clamores a Mangana.
Cumplida su misión de otras edades,
sus graves y serenas majestades
abandonaron su cabalgadura,
y terciándose el manto a la cintura
olvidaron sus regias cualidades.
Y estos tres Reyes Magos
demócratas de suyo a la moderna,
hartos de cortesías y de halagos
decidieron tomarse cuatro tragos
sin reparar en tasca ni taberna.
 Pero unos socialistas que allí había
a chufla la tomaron con los Reyes,
y sin respeto a leyes,
ni a cetro, coronas, ni a hidalguías
armaron la primera algarabía.
Terminó la contienda de tal modo,
que al más valiente de aquella terna
le pusieron un ojo a la moderna,
y la poli que siempre huele todo
penetró decidida en la taberna.
Lo que prueba, lectores cariñosos,
que en estos días de renovaciones
a los Reyes altivos y orgullosos
se les lleva contritos y azarosos
a visitar lúgubres prisiones”.
       
EL DÍA DE CUENCA (9-1-1918)


Los ripios carnavaleros de El Tío Corujo en 1921
 Se han roto las sendas viejas,
y según los concejales,
trasladan los Carnavales,
al Parque de Canalejas.
    En Madrid surgió la idea
y la plagió la Alcaldía;
no hay Momo en Carretería…
el plagiar es cosa fea.
    Eso lo encuentro yo mal;
quien se quiera divertir
al parque tendrá que ir
a gozar del Carnaval.
    Y como allì no hay balcones,
ni terrazas, ni tribunas,
para presenciar "las tunas"
no faltarán apretones.
    Dudo que vayan allí
el bebé, charlot y el oso,
Colombina y el zarrioso,
y hasta el tío del higuí.
    Los contrabandistas fieros,
el político con gota,
el de la camisa rota
y el gachó con los letreros.
    No irán en loco tropel
a  revolcarse en la arena.
¡La habéis hecho este año buena!
cambiándoles de Babel.
    De esta innovación copiada,
conque no ganamos nada,
el Carnaval nos tritura
al mudarle de "postura".
    Que siga en Carretería,
señores de la Alcaldía,
y que la gente se ría
con endiablada locura.

 “El Tío Corujo” (Julián de Velasco, director de “El Día”, lo dejó claro en sus ripios “De La Ventilla a Mangana” en tres líneas:

- “Señores, no somos nada;
- a la Corte a por vagones
- y os cortó el ardor Espada”.

Luis Espada era el ministro de Fomento y cesó el 13 de marzo. Los vagones volvieron a la estaciñon, pero por pocos años...


  VERBENA
Esta noche no se duerme;
esta noche es la verbena
más juncal y más castiza
de cuantas celebra Cuenca.
Noche de tomar el fresco
retrepao, junto a la puerta,
al calor de unas mocitas
despampanantes de güenas,
con unos ojos de arroba
y unas mirás que descentran
al hombre más serenísimo
que pisa la madre tierra.
 
Así empezaba, entre pícaro y jacarandoso, el romancillo que dedicaba El Tío Corujo (o sea, el polifacético Julián Velasco de Toledo) a la verbena de Santiago, que se celebraba este día en la calle Calderón de la Barca, entonces zona muy poblada, comercial, activa, centro de iniciativas sociales, el auténtico meollo de la ciudad en los alegres años 20 del siglo pasado. Habría que preguntarse (sólo por el gusto de preguntar, sin mayores trascendencias) por qué en una ciudad que multiplica sus festejos de barrio ha podido en cambio desaparecer el que tenía más tronío y arraigo. Supongo que mucho tiene que ver esa pérdida de dinamismo, su traslado a otras zonas urbanas y con ello la desaparición del espíritu de barrio, que nadie tiene en el centro urbano de Cuenca, aunque sigue siendo un espacio muy amplio, desde el puente de la Trinidad hasta la Ventilla. A lo mejor ahora quienes impulsan la peatonalización incluyen en el proyecto también la organización de esos festejos o al menos de la verbena asunto que (lo confieso) me trae por completo sin cuidado. Más interés tendría, para mi gusto, que en ese planteamiento se incluyera la recuperación y puesta en orden de la bellísima y sugerente escalinata de acceso al Hospital de Santiago, que va quedando al margen de las preocupaciones estéticas que de vez en cuando se plantean. Como está fuera del casco antiguo, aunque al lado; como es propiedad del hospital y no de la ciudad, parece que nadie tiene interés en recomponer esos escalones, limpiar la broza vegetal, embellecer el entorno. Con fiesta o sin fiesta, sería un detalle para la zona y, en definitiva, para la ciudad.

LIBROS:

  HISTORIA UNIVERSAL DE LA TAQUIGRAFIA
GOMEZ ALONSO, Felipe y VELASCO DE TOLEDO, Julián

1ª edición. Tela. Buen estado. DEDICADO POR EL AUTOR. ENVÍO GRATIS DENTRO DE ESPAÑA PARA TODOS LOS PEDIDOS POR ENCIMA DE 29 EUROS, PREVIO PAGO. Gomez 1944 Pamplona España.


- DE SOL A SOL, Poesía Campera.

VELASCO DE TOLEDO, Julián

Madrid, 1952, 13x19, 162 págs. Encuadernado en plena piel con ruedas doradas, conserva cubierta. (96383). .

-Codal. Suplemento Literario De Berceo. Nº 23. Textos De Julián Velasco De Toledo, Federico Salvador Puy, Lope Mateo, A. Valencia Y M. Albiñana Sanz.

- Curvas de luz. Poemas.

VELASCO DE TOLEDO, Julián.

Burgos, Editorial Aldecoa, s.a. (hacia 1953). 4to.; 99 pp. Ejemplar con envío autógrafo de Julian Velasco. Cubiertas originales de Ginés Liébana. Literatura Hispánica - Poesía - Cuenca - Autógrafos - Burgos - Castilla y León . 

                                JULIÁN  VELASCO  DE  TOLEDO



POEMA

DE  LA

VIRGEN  DE  LA  HOZ

Y  EL

SEÑORIO  DE  MOLINA



Dibujos  de  Benedi


Talleres  Tipográficos  Rollán

MADRID  —  1953

A  un  molinés,  de  pro:
ROMUALDO  DE  TOLEDO





COMPONEN  EL  POEMA 
LOS  OCHO  CANTOS,  QUE  SIGUEN


I.—Entonces... 

II.—Al  pie  del  camino. 

III.—Mi  mirada  en  ti. 

IV.—Por  aquí  no  pisaste. 

V.—Pinceladas  de  la  Coronación. 

VI.—Séis  décimas  en  loor,  de  Nuestra  Señora  de  la  Hoz. 

VII.—MOLINA  de  los  Caballeros. 

VIII.—Yo  recuerdo... 

Entonces...,



de  una  cuchillada  de  agua 

el  gigante  laberinto 

abrió  sus  gajos.  Las  Hadas 

huyeron  por  los  caminos. 

Desnudas  en  las  laderas 

la  violeta  y  el  pino, 

el  sol  las  cubre  a  su  gusto 

con  sedas  de  su  vestido.



Después...



En  el  halda  de  una  risca, 

en  un  cestillo  de  zarzas, 

la  Virgen.  Antes  que  nadie 

el  río  copió  su  cara.



Ahora...



Peregrino  del  espíritu, 

detén  aquí,  tus  sandalias.



AL  PIE  DEL  CAMINO



Cabrera  de  la  Ventosa

—trigal,  romero  y  resina—, 

me  despertó  la  mañana 

en  las  Torres  de  MOLINA.

—Señor  de  las  altas  Torres, 

ya  sé,  por  dónde  camina.



Cabrera  de  la  Ventosa, 

la  del  refajo  de  lana, 

por  este  sendero  voy 

desgajando  la  mañana.

—Se  habrá  quitado  la  sed 

en  la  fuente  de  Cancana.



Cabrera  de  la  Ventosa, 

la  más  linda  del  alfoz, 

marinera  del  cabrío 

con  el  remo  de  tu  voz...

—Señor  de  MOLINA,  siga 

su  camino  de  la  Hoz.



MI  MIRADA  EN  TI




Más  alta,  que  las  águilas  salvajes 

mi  voz  de  mensajero, 

horadaré  las  riscas  gigantescas 

como  el  agua  del  Gallo,  en  sus  comienzos, 

y  llevaré  a  tu  Cueva  Milagrosa 

un  ramito  de  brezo,

con  la  olor  concentrada  de  los  siglos 

anclados  en  lo  eterno.



Y  te  diré:  María  del  Barranco, 

hierbabuena  del  Cielo, 

Zagala  de  rebaños  molineses, 

Casta  Morena,  en  el  rincón  más  bello, 

asómate  a  la  reja  milagrosa 

que  te  traigo  la  llama,  de  mi  verso.



Y  aquí,  en  tu  escalinata  peregrina 

descansarán  mis  pies,  llagados,  lentos. 

De  la  clave  románica,  abanico 

en  las  tardes  de  fuego,



la  sombra  volandera  de  tu  parra 

que  da  verdes  y  agraz  al  esqueleto, 

de  su  tronco  nudoso  y  retorcido 

pondrá  en  mi  pulso,  sosegado  fresco.



Y  cruzaré  mis  brazos...

y  como  ya  no  tengo

madre  que  a  mí,  me  bese, 

me  darás  un  beso.

 
POR  AQUÍ  NO  PISASTE




Pisa  despacio,  caminante,  pisa 

por  esta  catedral  de  edad  borrosa, 

aquí  está  la  Doncella  aparecida 

en  la  risca  fragosa.



Mira  esta  piel  silvestre 

de  esta  arboleda,  de  rocosa  traza 

y  este  vaivén,  de  menta  y  de  resina 

que  las  fustes  abraza.



Ciclópeo  zigzag  de  altivas  cúpulas, 

yunques  al  sol,  el  sueño  su  trabajo, 

los  chorros  de  esmeralda,  caprichosos 

en  zigzag  van  al  Tajo.



Piedras  talladas,  por  los  juegos  de  agua 

antes  que  la  palabra  del  poeta, 

piedras,  que  han  detenido  bravamente 

la  civilización  que  nos  inquieta.



Ella,  el  espejo  de  los  lagos  verdes

que  remansan  las  tardes  y  las  preces

tras  las  espadas,  de  las  crestas  locas

viendo  jugar  los  peces.



Ella,  la  vara  esbelta  del  Barranco, 

el  Ángel  de  la  luz  y  la  pureza 

en  el  congosto  curvo,  apocalíptico,

plenitud  de  misterio  y  de  belleza.



Ella,  el  aire  desnudo,  de  las  rochas,

Ella,  el  poema  errante  del  cabrero,

Ella,  la  lluvia  del  perdón,  que  encalma.

Ella,  en  la  noche,  mi  mejor  lucero.



Caminante,  tanta  grandeza  junta,

como  asombra  tu  pulso  y  te  centella,

no  preguntes,  de  esta  joya  granítica

el  artífice.  La  hizo  Dios,  para  Ella.
   
            PINCELADAS DE  LA  CORONACION


Tierra

de  paz  y  de  guerra,

serranía,

sabinares

y  lugares

de  centeno  y  poesía.



—¿Dónde  tu  abarca  camina?

A  MOLINA.

—Y  quién  te  llama?

La  voz

alegre,  clara  y  divina

de  la  Virgen  de  la  Hoz.



Ya  la  Torre  de  ARAGÓN 

vio  al  Obispo  de  Sigüenza 

por  los  altos  de  Luzón.



Canta  la  mies,  el  camino,

mulas,  carros  y  colleras,

se  llenan  las  carreteras

de  canciones  y  buen  vino.



¡Ay,  cómo  está  la  Alameda

de  Vírgenes  de  los  pueblos,

de  señorío  y  de  seda!



Qué  cánticos,  qué  alegría,

pana  negra  de  Campillo

trae  en  hombros  a  María.



Cruces  alzadas  de  plata,

sobrepellices,  ciriales,

del  cáñamo  y  los  trigales

la  serenata.



Sudor  de  caminos  lejos,

la  Virgen  de  Ribagorda

ya  asoma  de  Peralejos.



Las  mujeres

cantan  como  las  alondras,

«  y  bendita  Tú  eres».



¿Dónde  va  esa  golondrina?

A  Coronar  a  la  Virgen,

en  la  Plaza  de  MOLINA.



La  mañana

juguetona  resucita;

¿quién  te  ha  lavado  la  cara

para  asomar  tan  bonita?



Campanas,  muchas  campanas,

la  seda  de  los  arcones

por  hierros  y  por  ventanas.



Arcos  de  sabina  y  flor...

Ya  sienten  las  Ursulinas,

no  ver  la  plaza  Mayor.



Molinesa:

Tienes  la  Calle  del  Chorro

que  parece  una  princesa.



Gente  que  charla  y  espera.

¡Cuánta  serrana  bonita,

cuánta  gente  forastera!



¡Qué  apiñados  los  balcones,

qué  lindos  ojos  azules,

qué  blandos  los  corazones!



La  emoción  cómo  se  estanca... 

en  la  ojiva  del  Castillo 

las  trenzas  de  doña  Blanca 

y  mentas  de  Rinconcillo.



Colorido

del  Cielo,  adorno  y  vestido, 

sangre  pronta  a  la  emoción 

ruidosa,  alerta,  impaciente. 

Ya  asoma  la  procesión

y  el  morrión 

del  combatiente, 

y  el  pendón 

de  glorias  mil. 

Ya  ha  salido  de  San  Gil 

la  Virgen  en  procesión.



Ropa  negra  por  la  acera, 

llora  un  velote  amarillo, 

séis  lagrimones  de  cera.



Se  abre  en  oro,  la  mañana; 

Baranda  de  trasatlántico 

la  Horma.  De  ángeles  el  cántico, 

de  la  Liturgia  Mariana.



Cofradías,  lento  el  paso; 

la  madre,  el  hijo  y  el  viejo 

en  un  pie  de  tierra  escaso.



Los  rostros,  como  rosales; 

el  entusiasmo,  de  acero, 

y  un  racimo  de  chavales 

en  un  alero.



Clerecía, 

Jerarquía, 

grave  el  Concejo,  la  banda 

y  la  loca  algarabía 

del  pueblo,  tras  el  que  manda.



Vivas,  júbilo,  clamores, 

incienso,  Liturgia,  flores..., 

aquel  anciano,  ¡qué  lloro! 

En  el  trono  la  Patrona, 

ya  le  ponen,  la  Corona

de  oro.

El  Cielo  ha  abierto  un  balcón, 

y  Dios  al  balcón  se  asoma. 

Ya  estamos  todos,  Paloma, 

De  MOLINA  de  ARAGÓN.



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