sábado, 15 de junio de 2013
POESIA: EL HACEDOR DE MELANCOLÍAS 11
En la tierra que un día pisamos
huele a todo aquello que vamos dejando
en los campos
con la luna brillando sobre las ramas de los olivos
donde el mochuelo encandila a su presa y se siente el amo.
Huele a silencios con cal labrados
en las agoras de los pueblos
donde ya nadie va a dejarse engatusar por el amo
que solo piensa en lo suyo
y lo tuyo lo ve como un regalo.
Huele a vida pasada
sin más encargos
en las casas
cerradas, estas, a cal y canto
con las habitaciones esperando
que alguien vaya a abrir las ventanas
y dejar que los rayos
de sol meridiano
se estampen por allí casi claudicando
donde anida la penumbra
y se presienten fantasmas reclamando
un poco más de seriedad con los difuntos de antaño.
Todo en la tierra me huele
a mi época de escolar con libreta en una cartera del brazo colgando
como si mi olfato
se hubiera acomodado
a todo aquello que marcó una niñez
que se abre paso
en un viejo libro de lomo cada vez más desgastado
y palabras a punto de salirse
de la frase que le sirve de reclamo.
La soledad
ella sola gambando
como un jabalí
en medio de un campo
o como una gacela
retozando
en un verde prado,.
Dos poetas
Pessoa y Lorca
y un loco desgarbado
que confunde las gaviotas con patos
y las langostas
con venados
en un Cadasqués
de aguas templadas por el mar Mediterraneo
y de amores tardíos
en un jardín encantado
al que Dalí acudía
vestido de Cesar Imperato
para reclamar al pueblo llano
menos fronteras y más espacio
donde vender sus cuadros.
Poesía en Pinarejo
allí estamos
solo algunos
entre ellos tu y yo Carlos
siempre a la espera
y en la espera nos desesperamos
aunque los dos sabemos
que la vida no es nada sin aquellos que anhelamos.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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