Me miro en un espejo
y veo en él
al hombre que soy
en estos momentos tan bien definidos
de calores inmensos
brotando en mi cuerpo
convertido en paraíso
por el que se pasean a gusto
los calores y los fríos.
Lo que fuimos y somos
todo convertido
en verdad inmediata
que se introduce en un cuerpo pulido
que refleja hacia afuera
lo que recibe en si mismo.
El espejo sobre la pared
y en el mismo
mi yo
que se queda confundido
cuando cierro la puerta y miro
a ver si la imagen se va conmigo.
Pulido el espejo
y muy limpio
en él soy
sombra que busca cobijo
no se de qué
ni por qué
me lanzo tan deprisa en este asunto
pero la verdad sea dicha
que muchas veces me asusto
pues cada vez soy más otro
padre, abuelo, tío.......canas, bigote y algún más que otro kilo ocupando su sitio.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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