La vida después de la muerte
no es vida ni está
llena de otra cosa que no sea
profundas oscuridad
que hiela la memoria
y la vista de los que miran
hacia donde esta se pudiera encontrar.
Vivir por siempre en los recuerdos
y en la creencia
en esa resurrección que se nos viene a inculcar
siempre pensando
que Dios no olvida a sus ovejas
y su memoria está
repleta de los nombres de quienes le tienen una fe ciega sin igual
Vivir más allá de la muerte
en la creencia
de volver sin traer otra cosa diferente a la palabra felicidad
en forma de luz envolvente
y volver a ese concreto lugar
donde las almas van a parar
libre de todo aquello que nos puede atar a la existencia terrenal
Volver, volver,
o irse para no regresar,
para ello nacimos
y en ello moriremos sin rechistar.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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