Como la virtud es una cualidad
del ser humano que se suele emplear
tanto para hacer el bien como el mal
yo les voy a hablar
de esa calle Virtud
y de lo que para bien de Alcalá del Júcar
se debió el nombre de esta calle emplear.
La virtud de la religión tiene sus raíces en la sabiduría,
en el amor y en la humildad
y dicho esto poco más hay que explicar
que no sea que enlazando la calle Virtud con la de la Iglesia
por ella los virtuosos acostumbraran a pasear
hasta llegar a ese peñón que hacia de barrera natural
por lo que otra vez tocaba volver a la iglesia
para ir a misa o en todo caso confesar
esas faltillas que engordaban el morral
y a las buenas gentes les solía molestar
arrastrarlas por allá
donde Palotes solía vendimiar
llevándose con él uvas para almorzar.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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