miércoles, 9 de octubre de 2013
POESÍA: PERDIZ A LA MANCHEGA
Volaba feliz la perdiz
hasta que sin querer víctima de un tiro fue a caer
allí donde unos cazadores se disponían a comer.
Ahora viene lo que a continuación va a ocurrir,
pongan para ello mucha atención
porque no lo volveré a repetir.
Bien limpia y lavada la perdiz
fue colocada con aceite y manteca en una sartén
para que se dorara a su placer
en ese punto se sacó de la sartén y se dejó caer
en una cazuela de barro y sin más mediar en este asunto de dorar la perdiz
volvió el ranchero a la primera sartén
en la que puso a freír 50 gramos de jamón a trocitos y de una vez,
una cabeza de ajos, canela, sal, pimienta y laurel
que añadió después de freír
a la cazuela donde había reservado la perdiz.
Se tapó la cazuela con papel
y para que la pieza cociera bien
se puso a fuego lento
y no se dejó de remover
Solo quedaba ya, ven que fácil es,
pasar la salsa por el chino
y dejársela caer a la perdiz
cosa que se hizo sin perder tiempo en este menester.
Se va adornar después la perdiz
con pan frito
y de esta forma se sirvió
y se vino a comer
A lo que oí
va a ser un gran placer
comerse a la manchega la perdiz.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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