jueves, 26 de diciembre de 2013
POESÍA: EL ESTANQUE DE LA MEMORIA
La muerte y su eternidad
con su ingrata presencia, la muerte lame con su lengua.
y nos lleva
hasta allí donde la noche
con su luto y embrujo, sin aires de fiesta,
llena de sueños y se lleva
el alma de los mortales a los que Tánatos viste para una larga marcha
por los senderos que llevan a las profundas praderas.
La hebra de la vida
ya cortada y parada la rueca
se asemeja
a ese cordón umbilical
con el cual llegamos a la vida
entre fiestas
sin percatarnos de las tragedias que se ciernen sobre la tierra
en forma de pobreza; de guerras; de calamidades, huracanes, tornados, fríos, tormentas
y fierezas de los seres humanos en eso de defender sus parcelas de poder
aunque Dios por ello les reprenda.
Ya Caronte espera
para guiar la barca a través de ríos de aguas negras,
de noches sin estrellas,
de desiertos de cálidas arenas, mientras
un terrorífico perro de tres cabezas
mueve la cola y las orejas
a sabiendas de que le llega una nueva presa.
Autor: José Vte. Navarro Rubio
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